Por Teresa Jiménez
12/11/2006
i hay una necesidad, surge una oportunidad de negocio. Y si no, se crea. Así lo han visto muchas empresas que han centrado sus modelos empresariales en hacer la vida más fácil a sus clientes. El ritmo de vida actual, sobre todo en las grandes ciudades, ha dejado huecos vacíos de los que unos cuantos emprendedores (que ya empresarios) han sabido sacar provecho.
Su auge se explica a partir de dos tendencias al alza. En primer lugar, por el crecimiento del e-commerce (consumo a través de internet) y m-commerce (a través de los móviles). Según el informe sobre el estado de las apps en España, elaborado por The App Date, nuestro país ocupa el quinto puesto en compras a través de los smartphones. El balance de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) arrojan una facturación del comercio electrónico de 5.300 millones de euros en el cuarto trimestre de 2015 (último datos de los que se dispone). Y, según el estudio anual de e-commerce de IAB Spain, el 74% de los internautas, un total de 15,9 millones de personas entre 16 y 60 años, se han convertido en compradores online.
Los datos de adquisición de productos a través de internet explican en parte este aumento del número de servicios para facilitar la vida, pero no es la única causa. Existe un factor sociológico, y es que los españoles se han vuelto cada vez más “comodones”. Una encuesta de Kantar Worldpanel revela que el 52,8% de las personas está dispuesta a pagar más por productos que hacen la vida más fácil. Este porcentaje sube hasta el 61,2% si se trata de productos que faciliten las tareas del hogar. Y es que el 43,7% de los españoles tiene la sensación de que nunca le queda tiempo libre.
Los inicios
A pesar del boom de los servicios para hacer la vida más fácil, éstos no son una novedad. Uno de los sectores más activos en este ámbito es la restauración. La comida a domicilio, con Telepizza como gran baluarte, no es un invento reciente y ya lleva décadas funcionando.
Sin embargo, en los últimos años han aparecido compañías que han revolucionado el sector, ampliando la oferta gastronómica que puede ser servida a domicilio. Just Eat, que compró a su competencia La Nevera Roja en febrero de este año, o Deliveroo, son sólo algunas de las compañías que han ampliado las posibilidades que los usuarios tienen para dejar de cocinar.
Según los datos de Just Eat, la compañía cubre el 97% del territorio nacional y cuenta con más de 4.500 restaurantes adheridos. La empresa destaca que “el usuario puede acceder no sólo a pizzerías o hamburgueserías, sino también a una amplia gama de restaurantes más exóticos e inusuales como tailandés o peruano, entre otros muchos”. Ofrece hasta 40 tipos de gastronomía diferente y más de 1.000 de los establecimientos que están disponibles a través de esta empresa ofertan descuentos de más de un 20%.
Pero, además, lo que ponen de manifiesto la estadística de hábitos de los usuarios de Just Eat es que la comida a domicilio ha dejado de ser territorio del hogar y, cada vez más, los pedidos han sustituido al tupper, ya que el 30% de los encargos se realizaron al mediodía y con destino a una oficina.
Del ‘súper’ a casa
Si bien la comida a domicilio crece como opción, a los usuarios también les gusta cocinar y tener la nevera llena. Eso sí, hay mucha gente a la que le supone un esfuerzo ir al supermercado. Y para cubrir esta necesidad han surgido varias compañías que evitan al consumidor tener que desplazarse hasta la tienda.
Precisamente esa fue la razón que llevó a tres emprendedores a crear Ulabox, un supermercado online. “No nos gustaba ir a hacer la compra, ni personalmente ni online, porque las páginas que había eran de los supermercados y existían muchas barreras tecnológicas. Había que transformarlo”, explica Jaume Gomá, consejero delegado de Ulabox.
Por eso, fundaron esta empresa que permite realizar la compra de forma rápida y cómoda. Entre las ventajas que destaca de Ulabox se encuentran la rapidez de navegación, la posibilidad de ir guardando los productos en el carrito y que éste nunca se vacíe hasta que finalice la compra y una amplia selección de productos frescos. Sus clientes se concentran principalmente en Madrid y Barcelona, que es donde cuenta con centros logísticos y flota de camiones de reparto, que les permiten poder hacer llegar todos los productos que necesitan refrigeración. En el resto de España, la compra llega, de momento, a través de servicios de mensajería.
La compañía trabaja con las grandes marcas de consumo, pero también con proveedores locales y empresas especializadas en productos destinados a personas con intolerancias alimenticias. El hecho de no contar con las restricciones de espacio que tienen los establecimientos físicos permite que en el catálogo de Ulabox se puedan encontrar todo tipo de productos, pero también hacer muchas promociones. Ulabox se compromete a entregar la compra a domicilio en menos de 24 horas.
Si quiere llenar la nevera inmediatamente, la opción es Deliberry. Esta compañía le hace la compra y la lleva a su casa en una hora. Su modelo de negocio se basa en el concepto de mama shopper, “señoras de mediana edad que van al supermercado o a la tienda del barrio por ti. Son mujeres que son expertas comprando”, indica Gemma Sorigé, CEO de esta empresa.
Las opciones de Deliberry no sólo incluyen el supermercado, sino también ir a las tiendas del mercado, y en el caso de que no esté disponible uno de los productos demandados, la mama shopper puede ponerse en contacto con el cliente para recomendarle qué compraría ella.
El precio de este servicio varía en función de los encargos que se realicen. Ir al supermercado cuesta 5,90 euros, a los que hay que sumar un euro por cada tienda extra que quiera que visite el comprador. Si se quiere que vaya a otra tienda (frutería, carnicería, pastelería, pescadería…), el coste es de 1,90 euros por cada establecimiento.
Más allá de ir a la compra, la compañía Glovo le ofrece hacer recados por usted. Según explica Sacha Michaud, cofundador de la empresa, “nuestro modelo de negocio se basa en que nuestros clientes piden lo que quieran en su ciudad, ya sea ir a un comercio o a un restaurante, y nosotros lo entregamos en menos de una hora”.
La variedad de opciones que ofrece este servicio, que tiene un coste de 4,90 euros por recado, es de lo más amplia: desde ir a recoger un paquete a buscar unas llaves olvidadas o comprar hielo para una fiesta. “Nos han llegado a pedir que fuéramos a llevarles un paquete de tabaco, y es más caro el servicio que el producto. Es un tema más de antojo. Cuando alguien quiere algo, el precio no es una barrera”, indica Michaud.
Tareas del hogar
Si ir a la compra o hacer recados puede resultar un engorro, las tareas clásicas del hogar pueden convertirse en un suplicio para muchas personas. Bien lo saben los socios de Mr Jeff, una empresa de servicios de lavandería y tintorería. Sus tres fundadores trabajaban en consultoría y debían utilizar camisas limpias a diario. “Se dieron cuenta de que le dedicaban mucho tiempo a lavar y planchar”, explica Aaron Rodríguez, director de marketing.
Mr Jeff ofrece varios packs para evitar tener que lavar y planchar. Desde 76 euros al mes puede olvidarse de 25 camisas y 25 kilos de colada a la semana, pero hay más opciones si las necesidades son mayores.
Por su parte, Clintu ofrece servicios de limpieza. “Podíamos hacer todas las gestiones por internet, pero el servicio de limpieza se seguía contratando como en el siglo pasado”, explica Alex Espel, fundador de esta empresa que pone en contacto a profesionales de la limpieza con los clientes. El precio por hora está en 9,95 euros, pero “la idea es que trabajador y cliente se pongan de acuerdo y fijen ellos la tarifa”, explica Espel, quien destaca que es muy cómodo y el servicio se adapta a su horario.
En Etece también puede encontrar profesionales de la limpieza, pero su catálogo de servicios va más allá: mudanzas, reparaciones, compra y montaje de muebles, servicios de secretariado, contabilidad, traducciones…
El cliente publica en su página la necesidad que tiene y los profesionales validados en Etece le hacen una oferta por realizar el servicio. El usuario puede exponer lo que quiere pagar por él o que los proveedores le pasen un presupuesto.
Y si lo que necesita es cuidar de su mascota, servicios como el de Gudog es su opción. La empresa pone en contacto a propietarios de mascotas con cuidadores. Ofrece servicios desde alojamiento, guardería de día o paseo. Diferentes opciones para que los animales no estén solos y desatendidos cuando sus dueños no tienen tiempo de ocuparse de ellos.
Sobre ruedas
Todas las obligaciones que conlleva poseer un vehículo generan pereza. Por ello, han surgido varios negocios que intentan facilitar las gestiones relacionadas con el coche o la moto a sus clientes.
Por supuesto, no tener el vehículo y contratar el servicio de otro particular es una de las opciones que más han proliferado, como Uber o Cabify, que han ampliado su catálogo con coches eléctricos.
Según explica Mariano Silveyra, general manager de Cabify España, “todos conocemos los problemas de moverse en una ciudad, y nosotros buscamos solucionarlos a través de un sistema ágil, fácil e intuitivo”. Y más barato, según indica, ya que, por ejemplo, con estas aplicaciones el trayecto entre el aeropuerto de Madrid y el centro de la ciudad puede costar entre 20 y 25 euros, mientras que la tarifa fijada por el servicio de taxi es de 30 euros.
Cuando necesite hacer una reparación de su vehículo puede llamar a varias empresas que le ofrecen hacerlo por usted sin tener que llevar el coche a ningún taller. En Madrid, por ejemplo, La Donna e Mobile cuenta con un servicio de recogida del vehículo, reparación y entrega en el lugar indicado. “Programamos todo para que se pueda hacer en el día, de tal manera que el cliente tenga el coche para volver a su casa después de trabajar”, indica Andrés Díaz, socio de la empresa.
También puede cambiar a golpe de un clic las ruedas del coche. La compañía i-neumáticos le ofrece la posibilidad de comprarlos por internet y que un taller móvil vaya a ponerlos al lugar donde se encuentre su vehículo. Además, “a un precio más barato que un taller porque movemos un volumen muy alto y conseguimos precios muy competitivos”, explica Íñigo Diego, fundador de la compañía.
Otros servicios
Las opciones de servicios que se pueden contratar por internet son casi infinitas. Cinco jóvenes han fundado Tailords, una firma de sastres a domicilio, que ofrece ir a tomar medidas para confeccionar camisas. Además de este producto, el cliente puede conseguir tirantes o cinturones personalizados.
En esta oferta de servicios, los hay que se atreven a gestionar sus relaciones. La web Breakup Shop le propone ahorrarse una situación que puede ser incómoda: terminar con su pareja por usted. Cuando algo no funciona, mejor no dedicarle ni un minuto de su tiempo más.