Las tropas rusas, desde el inicio de la guerra, tomaron dos sitios estratégicos y de alta exposición: las centrales nucleares de Chernóbil y la de Zaporizhzhia, que es la más grande de Europa. Desde entonces, el más alto organismo internacional de energía atómica, el OIEA, ha alertado sobre los peligros que subyacen al considerar esas instalaciones objetivos de guerra. Vadim Chumak, experto en la materia, señaló que existe un alto riesgo de que los agresores causen un accidente nuclear en Ucrania.
Rusia tiene ahora el control de dos plantas de energía nuclear dentro de Ucrania. Algunos reactores de esas centrales han sido desconectados de sus fuentes de energía, al igual que los dispositivos de monitoreo de radiación, lo cual es sumamente grave y peligroso. En cambio Zaporizhzhia fue bombardeada. Ambas circunstancias desatan grandes temores sobre un posible desastre nuclear.
“La necesidad de prevenir un accidente nuclear se vuelve más apremiante cada día”, dijo Rafael Mariano Grossi, que como director general del OIEA ha entablado diálogo con las autoridades de ambos países para recalcar lo que está en juego con la toma militar de las centrales atómicas.
Existe particular preocupación de que ocurra una catástrofe nuclear y los científicos no puedan monitorearla o medir sus impactos, dijo Chumak, el jefe del laboratorio de dosimetría de exposición externa del Centro Nacional de Investigación de Medicina Radiológica de Ucrania, en Kiev, que desempeñó un papel clave en la evaluación de dosis después del desastre de Chernóbil en 1986.
Desde una casa en el campo de Ucrania, Chumak habló con MIT Technology Review sobre sus esperanzas y temores sobre los riesgos de fugas de radiación de los hospitales y el hecho de que gran parte del equipo de monitoreo de radiación del país es obsoleto y casi inservible.
¿Es posible un accidente nuclear en Ucrania?
Vadim Chumak reiteró que este momento las dos grandes instalaciones nucleares tomadas por Rusia, Chernóbil y en Zaporizhzhia, tienen seis reactores, además de almacenamiento de combustible gastado. «El combustible gastado es muy peligroso», subrayó.
“El combustible nuevo es mucho menos peligroso. Después de que estos elementos combustibles funcionan un par de años en el núcleo del reactor, acumulan una enorme cantidad de productos de fisión que son muy radiactivos, como yodo, cesio y estroncio. Si hubiera algún daño en los conjuntos de combustible gastado almacenados en Zaporizhzhia, podría ocurrir una enorme emergencia radiológica comparable a la de Chernóbil”, afirmó.
Un nuevo y lamentable accidente nuclear en Ucrania
En la entrevista el experto ucraniano manifestó que no cree que sea probable que los reactores puedan ser destruidos. “Están alojados en edificios especiales que son resistentes y muy difíciles de destruir. Están diseñados de tal manera que un gran jumbo jet podría caer directamente sobre uno de ellos y seguiría en pie, pero el Ejército ruso ha disparado proyectiles a Zaporizhzhia, una completa locura. Tal vez tengan armas que destruya este edificio”, explicó.
Sin embargo, insistió en que el verdadero peligro es el combustible gastado. Los elementos combustibles usados, que son haces de barras de combustible, se almacenan en el mismo sitio. “Lo más grave es el almacenamiento del conjunto de combustible gastado no fue diseñado para ser atacado por tanques o misiles. Y es lo que Rusia hace en Ucrania”, agregó.
En Fukushima, por ejemplo, los desarrolladores implementaron contramedidas para proteger el equipo de un tsunami, pero el tsunami fue uno o dos metros más alto de lo previsto para el peor de los casos, recordó el especialista. Y es lo que sucede ahora en Ucrania, nadie pensó en que puedan ser atacados con misiles.
Combustible gastado, el gran peligro
El almacenamiento de combustible gastado fue diseñado en Ucrania para ser muy fuerte, en condiciones normales tiene un alto nivel de aguante, no puede resistir un ataque con armas modernas. Hay alrededor de 20.000 conjuntos de combustible gastado almacenados en el sitio de Chernóbil. Son viejos, y mucho del material se ha descompuesto. Pero todavía contienen una gran cantidad de radionucleótidos de larga duración como el cesio y el estroncio. Entonces, Rusia comete la locura de demoler eso sería un problema de dimensiones extremas..
Vadim Chumak comentó las dificultades actuales para supervisar estas plantas. “Existen redes de monitoreo de radiación en cada planta de energía nuclear, pero los soldados rusos las desconectaron. Las agencias ucranianas e internacionales no reciben datos en tiempo real. El gobierno y las autoridades ucranianas ya no tienen acceso a una red que era bastante sofisticada y operativa antes de esta invasión”, añadió.
Más radiación desde la invasión
Vadim Chumak precisó que “poco después de la invasión y antes de que se cortara la conexión, se registró un aumento de cinco veces en las tasas de dosis de radiación en el sitio de Chernóbil. La explicación más plausible es que los tanques perturbaron el material radiactivo en el suelo”.
La zona de exclusión de Chernóbil es un área restringida. Se permite algo de turismo, y si sigues las reglas es bastante seguro, pero aún puede ser peligroso. Lo que hicieron fue mover los tanques de un lado a otro, fuera de la carretera. Esta era un área muy contaminada después del accidente nuclear de 1986. Y algunas de las áreas más contaminadas se cubrieron deliberadamente con tierra y vegetación para evitar la resuspensión de la radiactividad, dijo a MIT Technology Review.
“Los tanques podrían perturbar inmediatamente estas capas de suelo altamente contaminadas. Los soldados rusos no solo infringen la ley, sino que también cualquier regla razonable de seguridad radiológica. Ahora han inhalado este polvo y tienen radiación en sus cuerpos. Es estúpido desde el punto de vista ecológico y el punto de vista global. A nivel local es muy peligroso. El aumento de cinco veces en la dosis presentaría un problema local”, asentó.
Si ocurriera un accidente nuclear ahora, la contaminación en las personas se mediría con dos o tres tipos de dispositivos. Obviamente, son realmente importantes en el momento de un accidente nuclear, pero muchos de los que hay en Ucrania están obsoletos”.
Lecciones de Chernóbil
Después del accidente de Chernóbil, entre 1986 y alrededor de 1991, hubo un período de acumulación de capacidad de monitoreo de radiación, Después la preocupación ha sido mucho menor y como resultado muchos los dispositivos de dosimetría son de 1991 o 1992. Muy viejos. La vida útil normal para este tipo de instrumentos es de 10 años y ya tienen más de 30. El equipo operativo no está en muy buenas condiciones.
Chumak no cree que haya posibilidades de sacar lecciones de Chernóbil. Son historias completamente diferente. «Tras ese accidente nuclear, todo estaba bajo completo control en Ucrania. Se logró movilizar y reclutar mil buses para evacuar a la población.
Ahora tenemos peleas: algunos territorios están fuera de control y otros están bajo fuego. No puedo imaginar que un proceso de evacuación sea posible. No tenemos los medios ni sabemos hacia dónde evacuar. Las rutas de evacuación podrían ser atacadas y bombardeadas, como ocurre en Mariupol.
Con las botas puestas
Si ocurre una emergencia nuclear, Vadim Chumak recomienda resguardarse el mayor tiempo posible antes de recibir órdenes especiales de las autoridades. “No te muevas No intentes escapar. Simplemente refugio. No tiene que ser subterráneo, incluso los bloques de apartamentos brindan suficiente protección contra la radiación si se mantiene alejado de las ventanas”, indicó.
“Estoy cerca de Kiev, a unos 25 kilómetros, en una casa de campo. Afortunadamente, es un área razonablemente segura y puedo comunicarme con Kiev. Estoy en modo de espera. Si se necesita mi competencia o mi trabajo, estoy activado. Esa fue la razón por la que decidimos no huir. “Soy lo suficientemente mayor para sacrificar mi vida si es necesario”, aseguró Vadim Chumak.