La Agencia Internacional de Energía aseguró que el mercado petrolero enfrenta la mayor crisis de su historia. Los efectos de la pandemia de coronavirus en la economía global ha desmoronado los precios del crudo a niveles históricos.
La AIE mantiene una posición pesimista a pesar de que los precios del crudo detuvieron entre jueves y viernes la tendencia bajista de las últimas semanas, que estuvieron marcadas por la caída de la demanda, el aumento de los inventarios y la incertidumbre sobre del comportamiento de la oferta.
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— International Energy Agency (@IEA) April 3, 2020
Desplome histórico
«El mundo ha visto desplomes del mercado petrolero, pero ninguno ha impactado a la industria con la ferocidad que presenciamos hoy. Los efectos se sentirán en todas las cadenas de suministro mundiales de petróleo y se extenderán a otras partes del sector energético», publicó la AIE en un artículo en su sitio web.
Además del coronavirus, la Agencia Internacional de Energía atribuye la crisis a los vaivenes en el suministro por el «fin de las restricciones a la extracción de los productores de la OPEP y Rusia (OPEC+)».
El texto no menciona otro factor que ha lastrado las cotizaciones: la guerra de precios. Algunos productores han prometido inundar el mercado con millones de barriles adicionales de petróleo por día. Entre ellos, Arabia Saudita, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos y Rusia.
La tormenta perfecta
La crisis es única porque uno de los factores de estabilización habituales (los consumidores) no puede hacer su parte. Miles de millones de personas en todo el mundo siguen encerradas. Por lo tanto, los mercados no pueden reaccionar a la caída de los precios consumiendo más. Mientras dure la pandemia, los aumentos en la demanda que se observaron durante otros desplomes petroleros son altamente improbables.
La AIE considera que la rápida acumulación de existencias de petróleo ha comenzado a saturar la capacidad de almacenamiento disponible, con lo que los precios bajen aún más. «Nunca habíamos visto algo parecido a lo que tenemos hoy», resaltó.
En búsqueda de un acuerdo
Las cotizaciones repuntaron este viernes luego del anuncio de Donald Trump sobre un inminente convenio para un recorte de producción y por la convocatoria de Arabia Saudí a una reunión urgente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo por videoconferencia
Trump dijo que había negociado un acuerdo que podría hacer que Rusia y Arabia Saudí reduzcan la producción entre 10 millones y 15 millones de barriles diarios. Una cantidad sin precedentes, representa hasta 15% del suministro global.
Arabia Saudí convocó la reunión de emergencia de países OPEP y no OPEP para tratar de alcanzar un acuerdo para estabilizar los mercados petroleros. El ministro de petróleo de Kuwait, Khaled al-Fadhel, apoya la invitación, al igual que el ministerio de energía de Azerbaiyán, productor no OPEP.
Un nuevo repunte
Las cotizaciones a futuro del crudo Brent subieron 9% para llegar a 32,69 dólares por barril. En la sesión anterior, el marcador mundial se disparó hasta en 47%, su mayor porcentaje de ganancia intradía, antes de cerrar con un avance 21%. Sin embargo, no logró llegar a la mitad de los 66 dólares en los que se negociaba a fines de 2019.
El West Texas Intermediate también regresó a territorio positivo. El crudo de referencia en el mercado de Estados Unidos aumentó 4,5%, para escalar a 26,45 dólares por barril. El jueves había subido 24,7%.
#ThisWeekInPetroleum – U.S. gross refinery inputs declined in 2019, and weekly gross inputs have fallen significantly so far in 2020 https://t.co/w9N14peUFW pic.twitter.com/X6psTwSwl1
— EIA (@EIAgov) April 2, 2020
El mercado petrolero aún está débil
Los analistas destacan que parece haber una aceptación entre los productores de la necesidad de una acción coordinada ante el exceso de oferta en el mercado. Esta situación abre la posibilidad de que los vendedores sean más cautelosos y ayuden a limitar la presión a la baja sobre los precios del petróleo.
Sin embargo, otros afirman que puede ser necesario que haya signos más tangibles de progreso para evitar caída. Algunos inversores se muestran escépticos de que los productores puedan comprometerse de manera creíble a grandes recortes. En el escenario más optimista, creen que un posible acuerdo conduciría a una implementación gradual de los recortes.
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