Por Cambio16
«La agresión mortal de un alumno de 13 años en un instituto de Barcelona apunta a un caso aislado». Así lo creen los psicólogos, psiquiatras y miembros de sindicatos de docentes consultados por la agencia Efe.
El argumento de que el menor sufrió un brote psicótico, apuntado por la consellera de Enseñanza, Irene Rigau, parece ser aceptado por la mayoría de las personas consultadas, a pesar de que aún está por confirmar por los especialistas que tratan al menor en el Hospital de Sant Joan de Déu, donde está internado desde el lunes.
Pero este supuesto diagnóstico, indican las fuentes de los sindicatos de docentes CCOO, CGT, USTEC y de los colegios de psicólogos y psiquiatras catalanes, no explica por sí solo el trágico suceso ocurrido en las aulas del Instituto Joan Fuster.
Un profesor falleció por arma blanca, otros dos docentes sufrieron heridas y dos alumnos más resultaron heridos a manos de un niño de trece años armado con una ballesta y un machete, en el instituto Joan Fuster, del barrio de La Sagrera de Barcelona.
La psicóloga Olga Piazuelo, experta en adolescentes en crisis y miembro del Colegio de Psicólogos de Cataluña, opina que los trágicos hechos del lunes suponen «una señal de alarma de que el maestro está muy solo en el aula y que no se trabaja en red» con otros profesionales, como los psicólogos o los psicopedagogos.
«Se escatiman medios para que los psicólogos estén más presentes en la escuela», ha opinado la especialista, que recuerda otros casos de violencia en los centros escolares catalanes, como agresiones entre alumnos o de padres a profesores, aunque no tan graves como el del lunes.
«No hay que buscar culpables»
La secretaria de la Federación de Enseñanza de CCOO de Cataluña, Montse Ros, considera que «no hay que buscar culpables, sino que es el momento de hablar sobre las plantillas necesarias en los colegios, si los centros han de disponer de educadores sociales, personal sanitario y psicólogos, o si debe universalizarse el comedor escolar».
Las desigualdades sociales, con más pobreza, marginación, problemas de vivienda y salud, coinciden con un «enorme cambio cultural que debería hacer reflexionar», ha precisado la sindicalista.
Por su parte, la portavoz de USTEC, Ana Elvira, ha puesto de relevancia el hecho de que desde hace cinco años se recorta en equipos de asesoramiento psicológico no sólo a los centros públicos sino también a los concertados, una situación que ha sido denunciada reiteradamente por este y otros sindicatos.
«Quizás no sea el momento de recordar estas carencias, pero hay que hablar de ello, con serenidad», ha considerado.
CGT indica, en un comunicado, que los centros educativos no son islas «sino que estamos inmersos en el clima de tensión social que se vive» y que «los gobiernos de turno, central o catalán, no dan respuesta a esta problemática social sino que, al contrario, hablan de que lo peor ha pasado y miran hacia otro lado».
«Tratado y reinsertado en un colegio»
Por su parte, la presidenta de la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Psicología Clínica Infantojuvenil, Montserrat Pàmies, ha reivindicado que el niño agresor del instituto de Barcelona sea «tratado y reinsertado en un colegio» y ha recordado que habitualmente los enfermos de psicosis «no son agresivos».
Pàmies ha añadido que el niño «podría haber tenido otros trastornos previos, ya que antes de la psicosis suele haber problemas de aprendizaje o de comunicación», y ha remarcado que «no tiene por qué volver a suponer un peligro para los demás».
La especialista ha asegurado que los brotes de psicosis aparecen normalmente a partir de los 18 años, por lo que, si se confirma que el menor agresor sufrió un episodio psicótico, sería «excepcional», porque «sólo ocurre en el 0,05 % de los casos» antes de los 14 años.