El mejor amigo del dictador, el escritor

Desde Benito Mussolini hasta Mao Zedong, los autócratas a menudo han recurrido a escritores afamados para reforzar su control del poder. Sabemos de la fuerte amistad de García Márquez con Fidel Castro, quien también contaba con la admiración de Julio Cortázar. Pero no era el único. El hombre fuerte de Cuba contó con una corte de intelectuales rendidos a sus encantos a todo lo ancho y largo del planeta. Incluso Hugo Chávez tuvo escritores a su mandar en todos los idiomas. Los dictadores siempre encuentran a su mejor amigo en un escritor.