Por Benito Guerrero
07/04/2017
Raro/rara. Del latín rarus. 1.- Que se comporta de un modo inhabitual. 2.- Extraordinario, poco común o frecuente. 3.-Escaso en su clase o especie. 4.- Insigne, sobresaliente o excelente en su línea. 5.- Extravagante de genio o de comportamiento y propenso a singularizarse.
Rare (culin.). En español: poco hecho, vuelta y vuelta.
Ahora que tenemos estos dos conceptos claros podemos hablar de Raro Rare, un nuevo restaurante para los paladares más extravagantes y extraordinarios de Madrid. El local, situado en la calle Barceló número 5 está inspirado en las últimas tendencias de los restaurantes más punteros de Londres y Nueva York,
Su carta ofrece platos apenas procesados, elaborados con una materia prima excelente y una mezcla de sabores y texturas que los convierten en una auténtica experiencia culinaria.
Raro Rare simula un gabinete de curiosidades donde colecciones de lo más variopinto decoran las paredes y las estanterías. Objetos raros de otra época y creaciones asombrosas: bastones, polvoreras, frascos de farmacia, corales, mariposas y langostas componen todo un universo onírico. Y como protagonista, una pintura de la diosa Era, que preside el salón con su mirada y sus animales fantásticos.
En este restaurante se ha cuidado mucho la iluminación. Durante el día puedes disfrutar de la luz que entra a través de sus grandes ventanales –que rodean de esquina a esquina todo el salón–, desde donde se puede observar el antiguo Real Hospicio de San Fernando diseñado por Pedro de Ribera y el nuevo parque de Tribunal.
Por la noche, el restaurante se tiñe de una luz de un tono dorado que crea la atmósfera perfecta para una cena romántica o una celebración íntima con amigos.
Sus suelos de madera recuperada en espiga, sus mesas de mármol y latón dorado, sus sillas de madera natural, así como sus vigas de hierro y madera, hacen de Raro Rare un lugar mágico para los amantes de la decoración y la buena cocina.
Su carta se divide en dos. Por un lado están los platos raros, aquellos que no resultan habituales para la mayoría, como los falsos callos vegetarianos –que en realidad son setas–, los tacos pibil hechos con carrillera, así como otros incluso más raros, como las ancas de rana con mayo de cilantro y mojo amarillo.
Y por otro lado encontramos los platos rares: Los crudos y semicrudos, como los mejillones sweet chilli con cebolla sobre lima, el tartar de lubina con maracuyá, el tiradito de corvina con huevas y ponzu o el steak tartar de solomillo acabado en mesa.
La mente que ha ideado este universo es la de Carlos Fontaneda que tras el éxito de sus locales anteriores -Bar Galleta y El Perro y La Galleta- decide abrir Raro Rare con el propósito de crear un espacio acogedor y único donde exhibir la colección de objetos raros de su tío Ángel. Y su cocina debía tener esa misma esencia: creativa, extraordinaria y divertida.
La dirección del restaurante ha decidido que el 1% de los beneficios derivados de la exhibición de estas obras se donará anualmente a organizaciones benéficas propuestas por los clientes. Así que si acudes a Raro Rare no olvides hacer tu propuesta y ¡Buen provecho!