China instaló el año pasado más capacidad de energía solar que la desarrollada por Estados Unidos en toda su historia. En gran medida se debe a la creciente demanda de energía renovable y a los subsidios estatales destinados a suplirla. Como era de esperarse, los proyectos en esta área se han hecho muy lucrativos. Tanto que algunas compañías, funcionarios locales y agricultores los adoptaron como una manera fácil de sacar dividendos y se han dado a la tarea de destinar tierras productivas a la instalación de granjas solares.
La seguridad alimentaria es primordial para los líderes chinos. La escasez de agua y de tierras cultivables en el país les trae duros recuerdos de hambrunas vividas recientemente. A esto se suma el cambio climático que genera temores de nuevas amenazas para la agricultura. El gobierno de Pekín parece haber tomado nota de la situación creada por lo contradictorio de sus políticas y ha intensificado las directrices para evitar que tierras cultivables sean desplazadas por estos proyectos. El presidente Xi Jinping ha dicho que los funcionarios deben “defender resueltamente la línea roja de tierra cultivable de China” para garantizar que el país no se vuelva más dependiente de las importaciones, incluida la soja de Estados Unidos y otros lugares.
Sin embargo, el último estudio de tierras hecho por las autoridades de ese país mostró que se habían perdido más de 7 millones de hectáreas de tierras cultivables entre 2009 y 2019. El total se redujo a aproximadamente 128 millones de hectáreas. Si bien no se puede achacar la situación a los parque solares, se incorporaron casi 217 millones de kilovatios de nueva capacidad solar el año pasado, un 55 % más que en 2022.
Contradictorio
El tema salió a la palestra después de que la emisora estatal China Central Television descubriera que en el municipio rural de Muzi, provincia de Hubei, una importante región productora de cereales, varios cientos de hectáreas que antes estaban destinados a «tierras agrícolas de alta calidad» se encontraban cubiertas con paneles solares fotovoltaicos. Algo muy alejado de los planes anunciados por las autoridades locales en 2019. Ese año dijeron que iban a construir en el lugar canales de irrigación, drenaje y carreteras. El objetivo era aumentar el rendimiento de los cultivos y mejorar la conectividad.
La denuncia de este caso y de otros similares deja expuesto que las prioridades de Xi en muchas ocasiones entran en conflicto en la práctica. La seguridad alimentaria es primordial y más por la amenaza del calentamiento global. «Ya en 2013 dije que debemos proteger las tierras de cultivo como protegemos a los pandas gigantes», dijo Xi Jinping en 2020, pero también ha pedido a los funcionarios locales que promuevan la energía renovable. La solicitud forma parte de los objetivos de China de reducir las emisiones de carbono y su dependencia del petróleo y el carbón importados. El apoyo gubernamental incluye además de los subsidios, préstamos baratos e incentivos fiscales para las empresas de energía solar y eólica. Las beneficiarias pueden ser pequeñas firmas emergentes, pero también grandes compañías que cotizan en bolsa o empresas estatales.
Para saber
En otros países, como Estados Unidos, las operaciones para generar energía solar también han comenzado a ocupar tierras agrícolas, un problema que se remonta a años atrás. De acuerdo con un estudio realizado por investigadores chinos, las pérdidas de producción de alimentos por el desarrollo de instalaciones de energía solar en tierras cultivables en el mundo pudiesen servir para alimentar a 4,3 millones de personas durante un año. Un tercio de estas pérdidas son atribuibles al aumento de la energía solar en China.
Ganar mucho dinero
En el oeste del país asiático los desarrolladores de energía solar enfrentan menos conflictos con la agricultura. Hay más espacios abiertos que no son ideales para la agricultura debido a las bajas precipitaciones. Pero su expansión hacia las zonas del este del territorio los pone en competencia más directa con la agricultura. «Se puede ganar mucho dinero con las energías renovables. Mientras que la agricultura es un negocio de bajo valor y baja rentabilidad», advierte Cosimo Ries, analista de energía renovable de la consultora Trivium China.
Para tratar de que el problema siga creciendo, las autoridades chinas se han dado a la tarea de equilibrar la situación. Para ello han impulsado que agricultura y energía solar se complementen entre sí. La idea es fomentar instalaciones «agrovoltaicas». Se instalan paneles solares de manera que la tierra pueda seguir utilizándose para la agricultura o el pastoreo.
Sin embargo, expertos aseguran que la presencia de paneles solares limita lo que se puede cultivar. Cultivos como la lechuga y el brócoli tienden a crecer mejor que los granos que requieren mucha luz solar. Consideran que en la práctica algunos promotores de parques solares chinos no dedican demasiada atención a los cultivos. Además, los gobiernos locales, agobiados por grandes deudas en medio de una crisis inmobiliaria a nivel nacional, tienden a hacerse de la vista gorda. Mientras que los promotores solares traigan inversiones, ingresos fiscales y empleos no hay problema. Sin ver las consecuencias futuras, están vendiendo y arrendando tierras con a cambio de beneficios inmediatos y temporales.
Mano más dura
Analistas creen que que China necesitará expandir su capacidad de generación solar unas 14 veces con respecto a los niveles de 2020. Esto con miras a lograr el objetivo del presidente Xi Jinping de neutralidad de carbono para 2060. Aunque todavía ofrece subsidios para proyectos solares, ha estado poniendo mano dura y castigando a empresas y funcionarios que estarían explotando el apoyo del gobierno a expensas de la agricultura. El año pasado, se emitió una directiva que estipulaba que los proyectos solares fotovoltaicos no debían construirse en tierras de cultivo, pastizales o bosques protegidos. Esto llevó a que al menos 10 gobiernos regionales publicaran normas nuevas o actualizadas sobre el uso de la tierra para la energía solar.
Pero las sanciones al parecer no están cumpliendo con su propósito. La televisora estatal descubrió problemas similares al de Hubei en muchas otras partes. Incluido el municipio de Huaxi, donde se han instalado grandes campos de paneles solares en tierras agrícolas. Un funcionario local de recursos agrarios dijo a CCTV que las autoridades habían reclasificado esas tierras como tierras comunes y las habían compensado destinando otras parcelas a la producción de alimentos.
Una solución transparente
La situación en China pone de relieve uno de los mayores inconvenientes para la generación de energía solar fotovoltaica. Las grandes granjas solares ocupan enormes extensiones de campo o incluso terrenos agrícolas, por lo que no son pocas las voces que ponen en duda su verdadero ecologismo. Pero empresas Brite Solar están buscando formas innovadoras para que puedan realmente complementarse sin que ninguna de la dos actividades pierda su potencial de mejorar la situación humanitaria actual.
La industria de la energía solar es consciente de que, para que esta tenga un impacto realmente beneficioso en el medio ambiente y en la sociedad, debe minimizar todo lo posible las consecuencias negativas de la instalación y operación de las granjas fotovoltaicas. Los paneles solares pueden generar un impacto negativo en los cultivos.
Aunque ya algunas granjas solares llevan a cabo pruebas con paneles fotovoltaicos verticales de doble cara como solución al dilema, lo que propone la empresa griega Brite Solar tiene otro enfoque: paneles transparentes que no solo no interfieren en los cultivos, sino que los protegen. Diseñados específicamente para aplicaciones en invernaderos y marquesinas, estos paneles están protegidos por un revestimiento de vidrio en ambos lados que permiten el paso de la luz solar esencial para la fotosíntesis de los cultivos que resguardan.
La compañía se especializa en nanomateriales. Emplea técnicas de deposición innovadoras para crear una nueva categoría de materiales de vidrio que reducen la huella energética. La combinación de células de silicio con estos nuevos tipos de vidrio garantiza fiabilidad y rendimiento óptimos, además de que poseen propiedades antirreflectantes e hidrofóbicas.
Rendimientos de los cultivos
La empresa griega asegura que los beneficios de la agricultura en invernadero, puede aumentar hasta 10 veces el rendimiento de los cultivos mientras utiliza una décima parte del agua. Afirma que su producto, Solar Glass, elimina la necesidad de electricidad externa al generar energía a través de paneles solares.
Con lo que estos paneles no solo proporcionan energía, sino que también protegen los cultivos de radiaciones dañinas mientras permiten el paso de la luz. Además, dicen que ofrecen diferentes niveles de transparencia para adaptarse a las necesidades específicas de cada tipo de cultivo. Concretamente, lo están produciendo en dos niveles de transparencia: 49 % con una generación de 250 Wp y 77 % con una generación de 115 Wp.
Una solución innovadora que esperemos supere la sagacidad de los funcionarios, autoridades y agricultores de china, y de otras partes del mundo, para que más allá de les sirva para obtener ganancias fáciles y rápidas, sirva para el propósito con el que fue creada que es aminorar las consecuencias del cambio climático.