Por Natalia Lobo
13/05/2018
El Levante acabó con la imbatibilidad del FC Barcelona al vencerle por 5-4 en el Ciutat de Valencia. Después de 43 partidos de Liga sin perder, el equipo de Valverde se descosió en la zaga y permitió que Boateng (3) y Bardhi (2) hicieran fiesta con Ter Stegen.
Los culés sufrieron desde las primeras instancias del partido. El primer gol llegó tras una transición rápida de los locales. Morales se fue hacia arriba con gran velocidad, se cargó a Mina y sirvió a Boateng para abrir la cuenta.
La defensa será un quebradero de cabeza para Ernesto Valverde la próxima temporada. Vermaelen, que fue titular, tuvo que salir a la media hora por lesión. El belga vuelve a romperse, esta vez en lo que había sido su mejor temporada como culé. Y mientras Piqué se preparaba para reemplazarlo, el Levante hizo el segundo.
Lukic dejó en evidencia a los zagueros culés y asistió a Boateng, quien superó a Ter Stegen en la salida y marcó luego de chocar contra Semedo. Nada pudo hacer el lateral ante la oportunidad clara del delantero. El Barça se dejaba vencer y esta vez Messi se había quedado en casa.
Antes de que terminara el primer tiempo, los visitantes respondieron por medio de un ataque que comandó Piqué y la terminó Coutinho con un disparo mortal desde la frontal del área que se coló en el arco de Oier, tras un breve desvío.
Festival de goles
Si parecía que el Barça podría darle la vuelta al partido en el segundo tiempo, el Levante entró a la cancha con todas las intenciones de cerrar el resultado. Al 47, los visitantes perdieron el balón en el medio campo y Bardhi culminó el contragolpe con un tiro exquisito por la escuadra, imposible para Ter Stegen.
Los defensores culés no se hallaban en el campo, situación que aprovecharon los locales para culminar la goleada con dos contragolpes mortales. Boateng firmó su hattrick y Bardhi su doblete, ambos sin encontrar ninguna resistencia.
Responde Coutinho
Si partidos como estos sirven para “medir” la efectividad de un fichaje, Coutinho pasa la prueba con creces. El brasileño se mostró como la opción más eficiente en el ataque culé.
El segundo lo consiguió tras un rechace de Oier a un remate de Dembélé. El tercer gol lo consiguió de nuevo gracias a un tiro desde la frontal. El balón se desvió en Luis Suárez.
Con el 5-3, el Barça se creció aún más y creía en la remontada. El cuarto llegó tras una caída de Busquets en un córner y Luis Suárez no perdonó. Arriba y al centro, imposible para Oier. En el último tramo, el partido pudo caer para cualquiera. No pudo el Barça, que se queda en 43 partidos invicto.