Casi todo el mundo tiene o tuvo cucarachas en su casa. Sin saberlo, les damos comida y calor de hogar como si de una mascota se tratara. Hay algunos que hasta aprenden a convivir con estos insectos. Una de las especie con la que nos tropezamos más a menudo es la Blattella germanica, pululando no solo en nuestra cocina, sino también en las de bares, restaurantes y hoteles. La cucaracha alemana se ha extendido por todos los continentes, excepto la Antártida, y está altamente asociada a las actividades humanas. Se adapta fácilmente a diversos entornos, especialmente a los cálidos, húmedos y oscuros que están cerca de la comida y el agua.
Pero no nos dejemos engañar. a pesar de su nombre europeo, la cucaracha alemana tiene un antepasado asiático. Se pensaba que se originó en las enormes cuevas de piedra caliza en la isla de Borneo (Malasia), que mantienen un clima constante con altas temperaturas y humedad. Sin embargo, la historia no estaba del todo clara y un grupo de científicos realizó un estudio basado en genética no solo para resolver el enigma, sino también para conocer cómo fue el camino recorrido por estos insectos presentes hoy en casi todo el mundo.
La investigación fue publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Los especialistas analizaron los marcadores genómicos de 281 cucarachas de 17 países de 6 continentes para medir su grado de parentesco. Confirmaron que la cucaracha alemana sí se originó en el sureste de Asia, en lo que hoy es la India y Myanmar. Probablemente evolucionó desde la Blattella asahinai o cucaracha asiática hace unos 2.100 años. Los científicos habían sospechado durante mucho tiempo los orígenes asiáticos porque especies similares aún viven allí.
De Asia para el mundo
El biólogo sueco Carl Linnaeus fue el que le dio visibilidad a estos insectos que eran prácticamente desconocidos en Europa. Los describió por primera vez en 1767. Considerado el padre de la taxonomía biológica moderna, por su extenso trabajo en nombrar y clasificar especies de seres vivos, probablemente la nombró Blattella germanica porque los ejemplares originales se hallaron en puertos del norte de Alemania. Su antepasado habría llegado a ese país a través del Medio Oriente hace unos 1.200 años, gracias al aumento del comercio y los movimientos militares en los califatos islámicos que se extendían desde el norte de África hasta Asia occidental.
El salto al resto de Europa fue hace aproximadamente 390 años debido al colonialismo, y más tarde a todo el mundo por las mejoras en el transporte, el alcance del comercio europeo y la llegada de la calefacción doméstica, que brindó las condiciones ideales para que sobrevivieran al frío. Todo viaje significa transformación, y el que emprendió la cucaracha alemana por todo el mundo la cambió bastante. Si se compara con sus parientes vivos asiáticos hay diferencias marcadas, no tanto en la fisonomía, sino en el comportamiento. Mientras que aquellas vuelan hacia las fuentes de luz, las alemanas se escabullen en la oscuridad.
El estudio también muestra la relación entre la genética de las cucarachas alemanas y las relaciones humanas. Las que viven en Singapur y Australia están más emparentadas con sus primas de Estados Unidos que con otras de Indonesia a pesar de la cercanía. La explicación está en que los estadounidenses han mantenido históricamente más relaciones comerciales con Singapur y Australia que con Indonesia.
Donde menos lo pienses
A diferencia de la cucaracha americana (Periplaneta americana) o la oriental (Blatta orientalis), que gustan de alcantarillados o sótanos, la Blattella germanica habita dentro de casas y edificios. Debido a su pequeño tamaño, de no más de 1,5 centímetros, pasa inadvertida. Se esconde fácilmente en espacios muy pequeños o en embalajes, pliegues de cajas de cartón, etc. y llegan a nuevos entornos transportadas por la actividad humana.
Debajo de las encimeras y de los electrodomésticos, o en escondites cerca de los fogones, encuentran condiciones ambientales que les permiten permanecer activas durante todo el año. Tienen un color marrón, beige o bronceado con dos bandas oscuras paralelas que cubren desde las alas hasta la cabeza, y un par de antenas muy largas y finas. El par de alas en su parte dorsal no son funcionales, por lo que no pueden volar. Prefieren superficies porosas, como la madera, el papel o el cartón, a las no porosas, como el metal.
Animales de cuidado
Se diferencian de los mosquitos y garrapatas, que causan enfermedades en los seres humanos y los animales directamente a través de sus picaduras. Las cucarachas lo hacen de manera indirecta. Como las moscas domésticas, las cucarachas propagan gérmenes que pueden generar ciertas enfermedades. Los lugares que visitan, tales como las alcantarillas y papeleras, al igual que el hecho de comer carne cruda y heces de animales, significa que pueden acumular bacterias fácil y frecuentemente.
Entre las enfermedades e infecciones que propagan están la E. Coli, la salmonela, la fiebre tifoidea, el Staphylococcus y Streptococcus, el cólera, la gastroenteritis, la disentería y la lepra. También pueden causar asma. Se ha estudiado que segregan ciertas proteínas que pueden ser un alérgeno para ciertas personas. Cuando las partículas diminutas de los cuerpos de la cucaracha se expanden a través del aire en edificios cerrados, estas proteínas, al ser inhaladas pueden causar un ataque de asma en personas sensibles.
Propagan las enfermedades a través de sus vómitos y sus heces, o por contacto directo. Cuando una cucaracha se alimenta de algo que contiene bacterias, como una pieza cruda de pollo, o de heces de animal, estas entrarán en su sistema permaneciendo dentro de su boca, en su saliva, e incluso inactiva en su sistema digestivo. Cuando vomitan o defecan, las bacterias pueden contaminar el lugar u alimento donde se depositen. Durante sus tránsitos y mientras se están alimentando entran en contacto con la suciedad, que contiene gérmenes. Los llevan en su cuerpo y se depositan en cualquier sitio por donde pasan y con los que tienen contacto.
Un mal necesario
Más allá de su aspecto repugnante para algunos y los peligros que entrañan para la salud, las cucarachas tienen una función irremplazable en el planeta. En su gran variedad sirven de alimento para muchas aves y mamíferos y algunos seres humanos de diversas culturas consumen ciertas especies de este insecto. Se conocen alrededor de 4.500 especies en el mundo.
En el caso de que este insecto desaparezca, la cadena alimenticia de seres vivos más grandes se vería indirectamente afectada. Entre las especies afectadas podrían estar los reptiles, águilas, lobos y más. Es la fuente principal de proteínas del pájaro carpintero de pico rojo, ya que constituyen el 50% de la alimentación del ave. Su presencia en el ambiente también genera una cadena vital. Por ejemplo, su existencia permite la producción de aminoácidos, que a su vez producen proteínas que construyen células dentro del organismo. La producción del ADN también se apoya en el nitrógeno.
Estos insectos se alimentan de toda materia orgánica que esté en descomposición, los cuales tienen mucho hidrógeno atmosférico dentro. Los invertebrados las consumen y luego las liberan a través de sus heces y con ello también sale el hidrógeno. Los árboles y demás especies que necesitan este elemento comienzan a nutrirse de ello.