Por Cambio16
26/5/2017
El delantero del Real Betis Rubén Castro ha negado durante el juicio que se sigue contra él en Sevilla los malos tratos de los que está acusado contra su expareja, por los que la Fiscalía le pide cuatro años de cárcel y la acusación ocho años y nueve meses, y ha subrayado que «jamás le he puesto la mano encima ni la he insultado». En los 35 minutos de su declaración en el juzgado de lo penal 14 de Sevilla, el futbolista ha atribuido a los «celos» de su exnovia las diferentes denuncias que le presentó en los juzgados.
Rubén Castro ha calificado como «loca» la relación que tuvo durante dos años con la mujer, entre el 2011 y el 2013, y ha precisado que no estuvo enamorado de ella y que solo les unía la «atracción sexual» que tenían ambos. El futbolista ha dicho que la conoció cuando ella trabajaba como ‘go-gó’ en la discoteca Boss de Sevilla, y ha asegurado que su exnovia consumía habitualmente alcohol y que en al menos en dos ocasiones se tuvo que defender de sus agresiones, una vez con un intento de atropello con su coche.
La mujer, en una declaración a puerta cerrada y separada del futbolista por una mampara, ha mantenido que fue agredida en ocho ocasiones, y una forense ha precisado que las heridas que le vio en la cara en mayo de 2013 «eran evidentes» y «pocas veces las había visto antes», hasta el punto de que casi no podía abrir la boca.
La Fiscalía acusa a Rubén Castro de un delito de malos tratos habituales, otro de amenazas leves y seis delitos de maltrato en el ámbito familiar, que se habrían cometido entre 2012 y 2013.