POR CAMBIO16
13/06/2017
El secretario de Defensa de EEUU, James Mattis, ha hecho una declaración este lunes ante el Comité de la Cámara de Representantes para Servicios Armados de EEUU con el objetivo de justificar el enorme presupuesto de 639.000 millones de dólares que el Pentágono ha exigido para el año fiscal que viene. La cifra supera en 52.000 millones de dólares el límite para gastos de Defensa establecido en 2011 por el presidente Barack Obama.
Exgeneral del Cuerpo de Marines de EEUU, Mattis se retiró tres meses después de que dicho embargo entrara en vigor, y cuatro años después regresó al Departamento de Defensa. Mattis dijo ante el Comité sentirse «en estado de ‘shock'» por lo que ha visto tras regresar al Pentagono en 2017 en cuanto a «la preparación para el combate» de los militares, según AFP.
«Ningún enemigo en los campos de batalla ha causado más daño que este embargo a la preparación de nuestros militares», ha continuado.
Según Mattis, es necesario aumentar la financiación puesto que «Rusia, China e Irán tienen una amplia gama de capacidades en ciberespacio, espacio, aviación, mar y tierra que son diseñadas especialmente para limitar nuestra habilidad de desplegar, usar y sostener nuestras fuerzas armadas».
Los gastos militares de EE.UU., China, Rusia e Irán en 2016 (en millones de dólares)
El gasto militar de EE.UU. (611.000 millones de dólares en 2016) supera en más de dos veces el de estos tres países juntos. El presupuesto militar de China, el segundo país que más invierte en Defensa, fue en 2016 de 215.000 de dólares, según datos del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz. Ese mismo año Rusia, que ocupa el tercer lugar de esta lista, destinó 69.000 millones de dólares a sus fuerzas armadas, mientras que el presupuesto militar de Irán fue de 12.000 millones de dólares.
La de este lunes ha sido la primera de las cuatro intervenciones previstas de los representantes del Cuerpo de Marines, del Estado Mayor y del Pentágono ante los congresistas, a los que tratarán de persuadirlos de la necesidad de aumentar el gasto militar.
Dicho aumento se deriva de la propuesta presupuestaria del presidente Donald Trump, que el pasado mes de marzo anunció que buscará aumentar en un 10% los gastos militares para 2018. En respuesta a este anuncio, China decidió incrementar en 7% la financiación de sus fuerzas armadas.