Por Andrés Tovar
13/03/2017
La World Wide Web cumplió 28 este fin de semana. Pero en lugar de celebrar, su inventor, Tim Berners-Lee, aprovechó la ocasión para exponer lo que ve como sus mayores desafíos.
En concreto, Berners-Lee puntos a tres amenazas: la pérdida de control de los datos personales, la propagación de información errónea, y la falta de transparencia en la publicidad política. Los describe como «tres nuevas tendencias», aunque cada uno de ellos han existido de alguna forma durante algún tiempo. Es evidente, sin embargo, tomaron mayor preponderancia tras la elección presidencial de Estados Unidos, un remolino agotador de noticias falsas que terminó en un resultado que pocos pronosticaron.
En el marco de esta celebración y de las recientes revelaciones de WikiLeaks sobre espionaje de los servicios de Inteligencia estadounidenses, el creador de la Web nos advierte en una carta abierta de las peligrosas tendencias que se asoman desde la Red:
Hemos perdido control de nuestra información personal. Berners-Lee manifiesta que el modelo de negocios actual de muchos sitios web ofrece contenido gratuito a cambio de nuestra información personal. Denuncia que muchas veces no tenemos manera de decir a las empresas qué información preferiríamos no compartir, sobre todo con terceros, ya que los términos y condiciones de uso se aceptan en su totalidad o se deben rechazar.
Es muy fácil difundir información errónea en la Red. Hoy en día, la mayoría de personas encuentran noticias e información en sitios web, redes sociales y motores de búsqueda. Según el científico, a través del uso de las ciencias de datos y de ejércitos de bots se puede difundir masivamente información errónea y obtener beneficios económicos o políticos.
La publicidad política en línea necesita transparencia. El hecho de que la mayoría de la gente obtenga su información de apenas un puñado de plataformas y la creciente sofisticación de los algoritmos que sacan provecho de abundantes reservas de información personal hacen que hoy en día las campañas políticas tiendan a elaborar anuncios cada vez más personalizados que llegan directamente a los usuarios. ¿Es esto democrático?, se pregunta el pionero.
El científico británico concluye diciendo que planea continuar aportando soluciones a estos problemas de la mano de la Fundación World Wide Web que dirige, a la vez que señala que construir la Red que queremos depende de nosotros mismos.
Al abordar la propagación de información errónea, que apunta a la forma en cómo los sitios de medios sociales y motores de búsqueda son incentivados económicamente para mostrar lo que vamos a ver al hacer click, expresó que tales selecciones se pueden hacer fácilmente en función de las vastas datos que estas redes tienen sobre nuestros gustos y disgustos. Esto conduce a la fácil propagación de las «noticias falsas» y el ascenso de los malos actores en busca de beneficio económico o político.
Y que el poder de la web podría ser manipulado para influir en una elección se ha convertido en una crisis existencial para sus actores dominantes. El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg ha burlado de la idea de la difusión de noticias falsas en su plataforma durante las elecciones de EEUU, pero más tarde dijo que la compañía «se toma muy en serio la información errónea» -Por supuesto, ya hemos comprobado que para aquellos que estén dispuestos a gastar dólares en anuncios personalizados, Facebook puede hacer algo por influir en los resultados-.
Pero trazar los retos es una cosa, y ofrecer soluciones plausibles otra. Incluso el inventor de la Web sólo puede ofrecer alternativas a grandes rasgos. Propone trabajar con las empresas de Internet para crear «un nivel razonable del control de datos en manos de personas, incluyendo el desarrollo de nuevas tecnologías». También aboga por luchar contra la extralimitación en la vigilancia gubernamental.
Esto, por supuesto, requiere que «nosotros» seamos críticos con lo que vemos. Al menos tenemos una plataforma desarrollada hace casi tres décadas con la promesa de compartir información y ofreciendo oportunidades para el futuro.