Por Patricia Rodríguez | Efe (Londres)
22/02/2016
La decisión del alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, de respaldar la salida del Reino Unido de la Unión Europea en el referendo de junio ha sido percibida en el país como un inesperado varapalo a la postura oficial del Gobierno y una afrenta personal al primer ministro, David Cameron.
El primer edil puso fin a semanas de especulación al anunciar este domingo que se sumará a la campaña contraria a que este país continúe siendo parte del bloque comunitario.
Lo hizo después de que el primer ministro británico lograra un difícil compromiso -sobre todo en materia de inmigración- por parte de los Veintiocho en la pasada cumbre de Bruselas al plan de reformas solicitadas a la UE.
Con ese paquete de concesiones al Reino Unido fraguado tras intensas negociaciones con los líderes europeos, Cameron puso fecha al esperado plebiscito europeo, que finalmente se celebrará el próximo 23 de junio y en el que la línea oficial del Ejecutivo es abogar por la permanencia.
El hecho de que Johnson haya optado finalmente por engrosar las filas euroescépticas -algo que han hecho también otros destacados diputados tories- se ha interpretado como una señal de que el tema del referéndum ha hecho mella en las relaciones entre el «premier» y el alcalde, ambiguo hasta la fecha respecto a este tema.
Algunos analistas lo han llegado a ver como una «humillación personal» hacia el jefe del Ejecutivo, quien apenas horas antes de que el alcalde comunicara su decisión final le había rogado que no respaldara el «Brexit».
Carismático y con gran habilidad para lidiar con la prensa, Johnson, que al igual que Cameron estudió en la prestigiosa Universidad de Oxford inglesa, ha ejercido también de periodista, profesión que le llevó en 1989 como corresponsal a Bruselas.
De hecho, sus artículos marcadamente antieuropeístas lo convirtieron en el periodista favorito de la entonces primera ministra tory, Margaret Thatcher, de cuyas ideas siempre se ha sentido cercano.
Precisamente su arrolladora personalidad podría servir de impulso a la campaña contraria a la permanencia de Londres en la UE, según los analistas.
Malestar en Downing Street
En Downing Street hay cierto malestar por la vacilación que ha mostrado durante los pasados meses el primer edil en lo tocante a la renegociación de la UE y la celebración del referéndum.
«Lo último que habría querido es ir en contra de David Cameron o del partido, pero, aunque con pena, creo que no puedo hacer otra cosa», sostuvo Johnson, por su parte, en una declaración a la prensa a las puertas de su vivienda en la capital británica.
En su columna en el diario británico The Daily Telegraph, Johnson explica su posición y puntualiza que «no hay nada necesariamente antieuropeo o xenófobo en querer votar por la salida el 23 de junio», pues argumenta que no es el Reino Unido el que ha cambiado, sino la UE.
«En los 28 años desde que yo empecé por primera vez a escribir en este periódico sobre el mercado único, el proyecto se ha transformado y ha crecido de tal manera que es irreconocible», argumenta el primer edil.
Por otro lado, The Guardian indica este lunes que Johnson ha puesto especial énfasis en mostrarse «convencido» de que su postura pro «Brexit» es la mejor para el país, tras haber sido acusado de tomar una decisión de manera calculada a fin de asegurarse una buena postura en la lucha por el liderazgo del Partido Conservador.
Johnson, que dejará la alcaldía el próximo mayo, es diputado conservador por la circunscripción de Uxbridge & South Ruislip y es visto como uno de los posibles candidatos a suceder a Cameron como líder de los conservadores.
En una reunión celebrada esta mañana por los miembros de la Asamblea de Londres, Johnson subrayó que los temores al impacto económico de un posible «Brexit» se han «exagerado de manera salvaje».
Además de Cameron, que cuenta con el importante respaldo de su ministra de Interior, Theresa May, el propio padre del alcalde, Stanley Johnson, europeísta confeso, ha manifestado públicamente su desagrado ante la postura adoptada por su hijo y ha admitido que no se le ocurre una mejor manera de «poner fin a una carrera».
«Deja la alcaldía en mayo. Si quería que le dieran un buen trabajo en el Gabinete el 8 de mayo, ésta, realmente, no es la manera de hacer las cosas», opinó.
En el citado artículo de Johnson en «The Daily Telegraph», el alcalde también subraya que entre el 15 % y el 50 % de la legislación del Reino Unido procede de la UE, algo que califica de «imparable» e «irreversible», puesto que sólo puede ser derogada por la organización comunitaria.
«Estamos viendo un proceso lento e invisible de colonización legal, mientras la UE se infiltra en cada área de la política pública», asevera Johnson para argumentar su decisión.