Jesús Cova Aguilera
El hombre, un oscuro guionista de películas de bajo presupuesto y actor en roles secundarios y ocasionales, encendió el televisor y se arrellanó en el destartalado y único sillón de su modesto apartamento en el West Hollywood, un suburbio de Los Ángeles, California, para ver en directo el combate en el que Muhammad Ali expondría por primera vez la corona de todos los pesos de la AMB y el CMB, perdida en 1967 por negarse a ir a filas y que había recuperado cinco meses atrás con un sorpresivo K0 en 8 rounds sobre George Foreman en Kinshasa, Zaire (hoy República Democrática del Congo), en la primera pelea de la historia montada en África por una faja universal de boxeo.
Era aquella la noche del 24 de marzo de 1975. El combate sería en Richfield, Ohio, distante a 2.444 kilómetros de Los Ángeles y el retador de Ali era, o fue, un casi desconocido oponente a quien se daba por seguro y pronto perdedor de nombre Chuck Wepner, de 36 años de edad, activo desde 1964 y con récord de 39 peleas ganadas, 13 por nocaut, 9 derrotas y unas tablas–todo esto frente a enemigos tan desconocidos como él-, un récord nada llamativo en comparación con las 42 victorias, 31 por KO, solo 2 reveses, acumuladas ante los mejores de la división por el campeón, de 33 años.
El hombre sentado en West Hollywood, donde vivía con su esposa y un perro, suponía como la mayoría que el resultado favorecería a Ali en unos pocos de los 15 asaltos a que estaba programada la contienda. Pero más que en el posible desenlace el hombre recordaba con angustia que en su cuenta bancaria quedaba un saldo favorable de apenas 100 dólares y la mente le danzaba como un trompo pensando en qué hacer para llevar el pan a la mesa en los días por venir.
A medida que pasaban los asaltos las cosas parecían hacérsele comprometidas al Más Grande. Wepner, si bien en desventaja en las tarjetas, soportaba firmemente las combinaciones de Ali para sorpresa de quienes estaban en el repleto coliseo de Ohio y para quienes seguían el encuentro por TV, entre ellos, por supuesto, nuestro amigo del sillón en LA, quien dio un salto en el asiento cuando Wepner derribó a Ali en el noveno por la cuenta de 8 segundos.
Sin embargo, 6 asaltos más tarde, a solo 19 segundos para la campana final (2’.41” exactamente), y después de un sostenido e implacable ataque del campeón el árbitro Tony Pérez, de Puerto Rico, se interpuso entre ambos peleadores y dio por terminadas las acciones. Pero todo lo pasado sobre el ring, el impensado coraje y aguante mostrado por Wepner, el empeño puesto por el subestimado aspirante en cada segundo del trayecto, sacudieron al hombre sentado ante la pantalla de televisión
Y la mente empezó a funcionarle a una mayor velocidad que cuando pensaba en sus apuros de dinero. Se paró del sillón. Fue al pequeño cuarto en el que tecleaba sus ignorados guiones. Se sentó y escribió sin reposo, ido el sueño, hasta casi al mediodía del día siguiente. Y lo mismo hizo en los dos días que siguieron.
El 26 de marzo el guion estaba listo y ese mismo día el hombre, que como seguro ya lo saben o suponen era el entonces anónimo Sylvester Stallone, envió la idea ya escrita a los productores Irwing Winkler y Robert Chartoff, de United Artists. Inmediatamente luego de leer lo remitido en un sobre por Stallone con el título ROCKY para el guion de marras, ambos contactaron al autor a quien ofrecieron 75.000 dólares por su trabajo. Stallone, de 28 años y 8 meses para el momento, sin vacilar un instante y con osadía pidió más. Y le dieron mucho más; exactamente un cuarto de millón de dólares, esto es 250.000 dólares
No pararon allí las cosas. Los productores tenían en sus planes a Burt Reynolds y a Robert Redford, a la época en la cumbre, para el rol protagónico. Stallone fue más allá: “Quiero también el papel principal”, habría dicho. Y también se lo concedieron. Fue, así, para el cercano futuro, el ya mítico Rocky Balboa, el púgil de corazón de acero.
Además, pidió el aval para seleccionar el reparto que le acompañaría: Thalia Shire, una joven modelo de muy poca nombradía, en el papel de Adrianne; a Burt Young, Carl Wheatters, Burgess Meredith y Thayer David, entre otros. Para sentirse en familia, impuso a su papá como timekeeper, a su hermano Frank jr. como un cantante callejero Y por último puso en escena a su perro…
Para Stallone, Rocky Balboa era Chuck Wepner, un boxeador ignorado en la vida real y fue quien en una pelea de título mundial del peso pesado contra El Más Grande, Muhammad Ali
Cerremos, aunque falta mucho por decir: el film fue un inesperado y monumental éxito de público y de taquilla. De lo primero, Stallone pasó a ser –y 47 años más tarde aún lo es– una celebridad mundial y de la pobreza dio un colosal salto a la opulencia (su fortuna actual se calcula en unos 400 millones de dólares).
“Rocky”, que costó un poco más de un millón de dólares, recaudó sobre los 60 millones de dólares y superó en ese renglón a otros filmes de 1976 como Todos los hombres del presidente (protagonizada por Burt Reynolds y Dustin Hoffman), King Kong y Nace Una Estrella, con Barbra Streissand. Aparte, ganó el Oscar a Mejor Dirección (John Advilsen) y a Mejor Película (Irving Wilker) y nominaciones a Mejor Actor y Mejor Guion.
Para Stallone, Rocky Balboa era Chuck Wepner, un boxeador ignorado en la vida real y fue quien en una pelea de título mundial del peso pesado contra El más grande, Muhammad Ali, resistió estoicamente durante 44´41” ante un superior rival para terminar por perder a poco tiempo del final del combate a 15 rounds, montado en Richfield, Ohio, una pelea presenciada en la TV a casi 3 mil kilómetros desde su apartamento en el West Hollywood, Los Ángeles, por el todavía desconocido Stallone la noche del 24/3/1975.
En la ficción Rocky Balboa, tan anodino peón del ring como Wepner, brota de las sombras cuando el campeón de todos los pesos Apollo Creed lo elige al azar como retador al título. Rocky es un peleador de una cierta calidad, aunque poco entusiasta del gimnasio, entusiasmo que se le aviva al ser escogido como contrincante presuntamente sin oportunidad de triunfo, se entrenó con tenacidad-aprendió a boxear y se ejercitó por 4-5 meses para la película- y al sonar la última campanada terminó en rol de héroe a pesar de perder a los puntos con un Creed que, a duras y agónicas penas, retiene su corona.
Rocky, que tuvo cinco secuelas (1979, 1982,1985, 1990 y 2006), a más de otras 2 con el título de Creed en 2015 y 2018 y se prepara otra para este 2023, se terminó de rodar luego de solo 28 días entre febrero y marzo de1976 con John Advildsen en la dirección.
Stallone, que era aficionado al boxeo, pero que no sabía nada de pelear, aprendió a hacerlo en 5 meses de entrenamiento. Todos los combates se montaron en el Sport Arena de Los Ángeles.
Como colofón agreguemos que en 2003, 28 años después de la exhibición de la cinta, Wepner demandó por compensación a Stallone ante el Tribunal Supremo de Jersey City por 15 millones de dólares. No hubo sentencia porque las partes acordaron en privado, sin que trascendiera la suma percibida por el exboxeador, hoy de 84 años de edad.
El boxeo, el cine y los Oscars
Emprendemos un volandero, fugaz e incompleto paseo sobre el boxeo –la más controversial disciplina deportiva existente, vilipendiada por los menos, defendida por los más– en la industria del cine y también la que más ha sido llevada a la Gran Pantalla de todas las actividades que en el campo del músculo realiza el hombre casi desde los orígenes de la humanidad.
Los 5 filmes de boxeo ganadores de Oscar
- The Champ (“El Campeón”, 1931)
- The Hustler ( Mejor Fotografía en blanco y negro y Dirección Artística, 1961),
- Rocky I (Película, dirección y montaje, de Silvester Stallone, 1976),
- Raging Bull (“Toro Salvaje”), dirigida por Martin Scorcese, ganadora del Oscar al mejor montaje y Robert De Niro fue Mejor Actor, 1980),
- Carrozas de fuego (de Juegos Olímpicos, 1982),
- Million Dollar Baby (“Golpes del destino”, Mejor Director a Clint Eastwood, 2004)
- Un sueño posible (fútbol americano, Mejor Actriz a Sandra Bullock y mejor película, 2009).
¿Sabían que Thomas Alva Edison, el más prolífico inventor en la historia del mundo con unos mil inventos, entre ellos el del fonógrafo, la bombilla incandescente (en realidad solo la perfeccionó), el dictáfono y el kinetoscopio, fue factor fundamental para los inicios y progresos del cine, creación de los hermanos franceses Auguste y Louis Lumiere, unos quince años antes del siglo XX?
Muhammad Ali, el Más Grande (nacido Cassius Marcellus Clay en Louisville, Kentucky el 17 de enero de 1942, fallecido en Scottsdale, Arizona, el 26/6/2016) es el atleta que a lo largo de la historia más ha mostrado en el cine las venturas y desventuras de una vida apasionante como pocas, en este y en el pasado siglo. Su trayectoria ha sido llevada a la Gran Pantalla, salvo error u omisión, en 10 cintas (biografías documentales y largometrajes) que citamos seguidamente en desorden cronológico:
- The Fighter (La pelea, 1971), relato fílmico del combate del 8/3/1971 en el Madison Square Garden, NY,SG, el primero de tres entre Ali y Joe Frazier, en el que este ganó por decisión en 15 rounds y le tumbó el invicto al Alí que buscaba recuperar la faja perdida 4 años antes por su negativa a enrolarse. En dos pleitos más tarde, MA se impuso por DU y KOT14;
- Muhammad Ali, El más grande, 1977;
- Cuando éramos reyes, sobre la pelea del 30/10/74 en Kinshasa, África, en la que Ali sorprendió al mundo del boxeo con un KOT8 a George Foreman y reconquistó por tercera vez el cetro pesado. Aparte de ellos intervienen el promotor Don King, el dictador Mobutu Cese Seco, el entrenador Ángelo Dundee, el esconde Drew “Bundini” Brown, creador del “Vuela como una mariposa y pica como una abeja”, entre otros.
- En cuerpo y alma, 1981;
- Ali, un héroe americano, 2000;
- Ali, 2004 con Will Smith en el rol del mítico boxeador y nominado al Oscar como Mejor Actor;
- A través de los ojos del mundo, Muhammad Ali, 2001;
- Facing Ali;
- The Traails, Muhammad Ali y
- Yo soy Ali, 2014.
Raging Bull, un clásico sin igual
Ponemos fin a esta nota sobre la presencia del boxeo en el glamoroso y fascinante universo del llamado Séptimo Arte, nacido a fines del siglo XIX en 1894, exactamente, gracias al genio de los hermanos franceses Auguste y Louis Lumiere, con una referencia acerca de Raging Bull (El Toro Salvaje, en español), una película protagonizada por el multifacético y galardonado actor estadounidense Robert De Niro con, el igualmente laureado, Martin Scorsese en la dirección de una producción considerada por una mayoría de entendidos como la mejor para la gran pantalla en materia deportiva a lo largo del tiempo, quizás solo con Rocky, del actor Sylvester Stallone, como el único otro film que podría disputarle el lugar de privilegio.
NACE EL TORO…
Raging Bull, un clásico de la cinematografía, es una mini biografía de la turbulenta y atormentada vida de quien nació en Nueva York como Giacobbe La Motta el 10-7-1922 (falleció a los 95 años en Florida, el 10-9-2017, de neumonía), para el boxeo Jake La Motta, El Toro del Bronx, el barrio neoyorquino que le idolatró.
La película sobre su vida, basada en su libro Raging Bull, mi historia, se estrenó en 1980 y fue realizada sobre un guion escrito por Scorsese a 4 manos con Paul Schrader, en una isla cualquiera del Caribe, durante unos 15 días. La historia cuenta que la bujía para la posterior película fue De Niro, quien se impresionó y entusiasmó luego de leer el libro de La Motta.
Le nació la idea y la sugirió a Scorsese, poco amante del boxeo y quien por tal motivo no mostró mayor interés. No obstante, encargó a su amigo Mardik Martin la preparación de un primer guion, mejorado después por él y Schrader y fue con este libreto con el que se dio vida al proyecto para la película, con De Niro en el rol principal.
El actor se sumergió en el personaje. Subió unos 12 kilos para dar el mediano (160 libras o 72 kilos y fracción) de La Motta y luego se hartó de pastas en Italia hasta llegar a 27 más kilos para mostrar en la pantalla a un La Motta ya retirado y en decadencia física.
La Motta realizó en el ensogado 106 peleas con 83 victorias, 30 por KO, 19 derrotas, 4 por KO y 4 empates, entre 1941 y 1954
Inclusive DN habló varias veces con el propio ex peleador hasta adquirir el acento del Bronx y aprendió con él y con el actor de reparto Joe Pescilos rudimentos de la profesión. También hizo tres peleas profesionales con el alias de Young La Motta, con 2 ganadas. Algo parecido a lo hecho años atrás cuando en el papel de taxista en Taxi Driver, otro de sus grandes papeles, se puso frente al volante en las calles de Nueva York.
Toro Salvaje muestra en la pantalla a La Motta envuelto en el tremedal de su vida personal, de conflictos e infidelidades conyugales y de problemas de dinero.
En cuanto al boxeo respecta Raging Bull presenta a De Niro en algunos combates de “mentiritas”, de ellos un par de los encuentros reales del Toro con su archienemigo en el ring Sugar Ray Robinson, a quien se midió 6 veces entre 1942-51 con un triunfo y 5 derrotas, la más dura la del 14 de febrero de 1951, conocida como La Masacre de San Valentín en el estadio de Chicago, ganada por Robinson en el asalto 13 por la corona mediana NBA, hoy AMB, del oponente. La escena del final de este encuentro, con el rostro tumefacto y lacerado de La Motta, es una de las más impactantes de la cinta de Scorsese.
Por su parte Robinson, nacido Walker Smith Jr. (3-5-1921/12-4-89) peleó en el rentado 201 veces con 174 ganadas, 109 por KO, 18 reveses, 8 tablas y solo un nocaut ante el rey mediano Joey Maxim el 25-6-51 cuando deshidratado por el calor en una noche neoyorquina se quedó sentado en la banqueta en el 14 asalto.
Peleó entre el 4-10-40 al 10-11-65. Ganó todas sus 85 peleas en aficionado, 69 antes del límite y 40 en el primero y luego siguió imbatido en profesional con 40-0 hasta su derrota a los puntos ante La Motta el 5 de febrero de 1943.
Estos dos inmortales del mundo de fistiana combatieron 63 rounds. Robinson, tenido por el mejor boxeador de todos los tiempos, fue derribado 3 veces por La Motta, quien nunca fue al piso en la larga pugna entre ambos.
Viene a colación una jocosa salida del Toro del Bronx en una entrevista años después, antes de su retiro, acerca de la histórica rivalidad; “He peleado tantas veces con ”Sugar” (azúcar) que no sé cómo no tengo diabetes”).
6 NOMINACIONES Y 2 OSCAR
Aun cuando no se tradujo en un gran éxito taquillero (sus ingresos fueron más bien modestos), Raging Bull está registrada en la historia del cine, tal dijimos al inicio, como una de las más grandes realizaciones cinematográficas de cualquier época y sobre cualquier tema.
A tal efecto vale mencionar que recibió 6 nominaciones al Oscar y se llevó los galardones a Mejor Actor (Robert De Niro, su segundo premio Oscar de la Academia)), Mejor Montaje (Thelma Schoomaker) y menciones a Mejor Película, Director (Scorsese), Actor de Reparto (Joe Pesci, “Joey”, hermano de La Motta en el film), Actriz de Reparto (Cathy Moriarty, “Vicky La Motta”), Fotografía (Michael Chapman) y Sonido.
Además, De Niro ganó el Globo de Oro a Mejor Actor del año y la revista Premiere lo situó en el quinto puesto entre las 100 mejores actuaciones de todos los tiempos; American Film Institute puso a Raging Bull 24ª, en 1998 y 4ª en 2008 entre las 100 mejores cintas de la historia mientras que Internet Movie Data base (IMDB) la colocó en el escalón 123 de las 250 mejores películas de la historia y American Film la clasificó en el primer lugar en materia deportiva.