La cubierta de hielo en el mar de Bering, en el océano Pacífico, disminuyó a mínimos que no se habían visto en miles de años. Esto ocurrió en los inviernos de 2018 y 2019. Un estudio científico abordó las condiciones atmosféricas y oceánicas que habrían repercutido tanto en las precipitaciones como en el hielo marino a lo largo de 5.500 años y los resultados se publicaron Science Advances.
El resultado se suma a la preocupación por el rápido efecto del cambio climático en el Ártico. En julio, de hecho, se anunció un fuerte y prolongado calor en Siberia. La situación acarreó pronunciados incendios por segundo año consecutivo. Se prevé, incluso, como una de sus consecuencias, que los osos polares desaparezcan este siglo.
Para saber cómo ha cambiado el hielo marino en la región entre el Ártico y el océano Pacífico, se cuenta con los datos de los satélites. Pero, aparte de esa fuente, los únicos registros de hielo disponibles hasta el momento son de barcos y otras observaciones. Por tanto, los científicos se volcaron a las turberas, que son depósitos de compuestos orgánicos de hace milenios, y también de agua. En este caso, se concentraron en las que se hallan en la remota isla de St. Matthew, en Alaska.
Los científicos estudiaron diferentes formas de moléculas de oxígeno, que estaban atrapadas en el sedimento, y pudieron hacer un cálculo importante. Estimaron las condiciones atmosféricas y oceánicas que habrían repercutido en las precipitaciones y en el hielo marino a lo largo de alrededor de 5.500 años.
“La isla ha actuado como su propia estación meteorológica”, afirmó Matthew Fooller, coautor del estudio y director de la Instalación de Isótopos Estables de Alaska en la Universidad de Alaska Fairbanks.
Debido al rápido calentamiento del Ártico en las últimas décadas, la extensión del hielo marino sobre la región polar norte ha estado disminuyendo. Así, el hielo marino del Ártico decreció en el verano de este año. Llegó a su nivel más bajo de julio en cuarenta años de registros.
Aunque cada año el hielo marino se acumula otra vez durante el invierno, los científicos creen que los máximos de hielo también pudieran estar disminuyendo durante esa estación invernal en el mar de Bering. Así, habría un doble problema: la disminución de la capa de hielo en dos estaciones, invierno y verano, y con ello, su afectación en la vida humana y animal.
Además, la reducción del hielo marino del Ártico está afectando a animales como los osos polares, las morsas, las focas, las comunidades indígenas también se enfrentan a la disminución de recursos para su subsistencia.
Advertencia del incremento del calentamiento en el Ártico
La pérdida de hielo marino incrementa el calentamiento en la región. El hielo —de acuerdo con Reuters— se ve reemplazado por parches de agua oscura. Estos absorben la radiación solar, y no la reflejan otra vez fuera de la atmósfera.
Miriam Jones, la autora principal del estudio y geóloga del Servicio Geológico de Estados Unidos, agregó que la temperatura del aire no fue el único factor que repercutió en el hielo marino. Así, alertó de que los cambios en la circulación oceánica y atmosférica relacionados con el cambio climático tienen un efecto aún mayor.
“Está pasando mucho más que solo el calentamiento de la temperatura. Estamos viendo un cambio en los patrones de circulación tanto en el océano como en la atmósfera”, afirmó.
Consecuencias del cambio climático en el Ártico
Duane Smith, autor del artículo El cambio climático en el Ártico: una realidad para los esquimales, abordó varias consecuencias de este fenómeno. El artículo que publicó la Organización de las Naciones Unidas indica que vive en Inuvik, en Canadá, y que es defensor de los derechos de los indígenas. Dice que los mamíferos marinos, incluyendo los osos polares, las focas, las morsas, además de muchas especies de aves marinas, están en peligro de extinción. Esto, por supuesto, afecta a los esquimales y demás poblaciones.
A su vez, se prevé un mayor incremento del volumen del transporte de carga a través de los pasos nororientales y noroccidentales. También a través del mismo océano Ártico. Esto, debido a los minerales e hidrocarburos en la zona.
“El círculo polar ártico podría convertirse en una región de considerable importancia geopolítica y estratégica. Algunos autores han indicado que se producirán masivos movimientos de población como resultado del cambio climático. Esto podría ser plausible en las regiones tropicales y templadas, pero se antoja muy improbable en el Ártico”, afirmó.
Smith teme por la incidencia que este cambio pueda tener en los esquimales y demás poblaciones, para quienes sus vidas están relacionadas con la tierra, los animales y el entorno. Teme por el efecto que pueda tener en la adaptación de estos a un nuevo hábitat.
Lea también: