Por Cambio16
19/02/2017
En el marco de la denominada operación Azrael-Traveling, las autoridades han desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico de drogas por vía marítima que operaba desde la desembocadura del río Guadalquivir. Se ha detenido a los 17 integrantes de la organización y se han aprehendido 2.200 kilos de hachís. Además se han intervenido 2 barcos de pesca, 1 embarcación de recreo, 4 vehículos tipo turismo, 1 camión frigorífico, gran cantidad de dinero en efectivo y documentación que está siendo estudiada para la determinación de la consecuente investigación patrimonial por blanqueo de capitales procedentes de las actividades de esta organización.
Los arrestados utilizaban barcos de pesca arrastreros para el acercamiento de la droga hasta el muelle gaditano de Bonanza. Tal era la capacidad operativa que manejaban que, en poco tiempo, llegaron a comprar un barco de mayores dimensiones para aumentar el volumen de carga.
La investigación se inició en el mes de junio del pasado año, cuando los agentes identificaron a un grupo de personas que podrían dedicarse al tráfico de hachís a gran escala y que utilizarían un pesquero de los denominados arrastreros, con base en el muelle pesquero de Sanlúcar de Barrameda, para la introducción de grandes cantidades de estupefaciente. Su modus operandi, ámbito espacio-temporal y jerarquía entre sus miembros indicaban que podrían componer una organización criminal.
Tras diversas reuniones operativas entre los investigadores de ambos Cuerpos, se optó por desarrollar una investigación conjunta en la que los agentes fueron localizando a los investigados y asignándoles a cada uno el rol que desempeñaba en la organización, así como domicilios, vehículos que utilizaban, lugares utilizados como «guarderías» para la droga y toda su estructura.
Modus operandi
Los miembros de la organización recogían la droga en alta mar en el trascurso de sus salidas para faenar, volviendo al muelle de Bonanza tras su jornada de pesca. El resto de los componentes de la organización se quedaban en tierra realizando labores de contravigilancia para asegurar que en el muelle no hubiese nadie que pudiera descubrir sus actividades, empleando la coacción o la violencia en el caso de que alguien pudiera delatarles.
Tras el atraque del barco en el muelle, un camión frigorífico se acercaba hasta el mismo y comenzaba la descarga, 80 fardos de hachís envueltos en sacos de arpillera que rápidamente pasaban del arrastrero al camión apoyados por casi una decena de porteadores. Una vez que la carga se encontraba en el camión, éste se dirigía a las guarderías que la organización tenía alquiladas en la localidad de Chiclana de la Frontera, en concreto un garaje y una casa de campo, provistos de sus propios servicios de seguridad y custodia de la droga.
Todas estas maniobras fueron seguidas de cerca por los investigadores por lo que, tras obtener los correspondientes mandamientos judiciales, se procedió a la detención de los 17 miembros de la organización en Cádiz, Sevilla, Málaga, Ceuta y Huelva, así como la realización de cuatro entradas y registros simultáneos en sendas provincias.
A la vez que se practicaban estas detenciones y registros, se organizaba un dispositivo por mar y aire que permitió la incautación de ambos barcos de pesca en alta mar mientras faenaban, así como las detenciones de todos sus tripulantes. Las capturas de pescado del día que llevaban a bordo en el momento del asalto fueron entregadas en el Banco de Alimentos de Cádiz.
A los detenidos se les imputan los delitos de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal. Además, a dos de ellos se les imputan los de tenencia ilícita de armas de fuego, amenazas y violencia de género. Con la explotación de esta operación los agentes dan por desmantelada de forma definitiva a esta organización delictiva.
La operación ha sido coordinada por la Fiscalía Antidroga, tutelada por el Juzgado de Instrucción número 2 de los de Sanlúcar de Barrameda y desarrollada de forma conjunta por agentes del Grupo de Respuesta al Crimen Organizado (GRECO) de Cádiz –adscrito a la Comisaría General de Policía Judicial de la Policía Nacional- y del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil, con el apoyo de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC), la Unidad Aérea y el Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil de Cádiz.