El genetista de Harvard cuenta con miles de millones de dólares para desarrollar tratamientos para revertir el envejecimiento. No ha podido mostrar resultados, pero «le hará muy feliz transformar la vida de las personas«
Una fuerte corriente en los medios se ha propuesto de mil maneras, y con los conocimientos acumulados desde que el ser humano tuvo consciencia de su existencia, encontrar la eterna juventud. No como el mito de una fuente de agua milagrosa, sino cómo detener el envejecimiento o, al menos, prolongar la salud. Científicos, corporaciones que producen y venden cosméticos o tratamientos médicos, y todo un mundo de inversores colocan dinero para que los laboratorios apresuren los hallazgos. En esa vorágine está inmerso el doctor David Sinclair, famoso por sus investigaciones, opiniones, charlas sobre el rejuvenecimiento.
Sinclair es el gurú del antienvejecimiento de la Universidad de Harvard. El desayuno intermitente, el manejo del estrés y los buenos hábitos de sueño –la trilogía de la longevidad– son creaciones suyas, junto con una multiplicidad de consejos para mejorar la calidad de vida.
Codirector del Centro Paul F. Glenn para la Biología de la Investigación del Envejecimiento, Sinclair es biólogo y tiene un doctorado por la Universidad de Nueva Gales del Sur y un posdoctorado del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Es profesor de Genética de Harvard Medical School, donde enseña biología del envejecimiento y medicina traslacional para el envejecimiento desde 1999 y colaborador de la marca Caudalie.
Uno de sus descubrimientos es la enzima TET, que «permite revertir el envejecimiento cutáneo». Cero arrugas. Su fama de multiplicó con el libro Lifespan. Why We Age and Why We Don’t Have To, un bestseller del New York Times. Su descubrimiento era lo que siempre se ha buscado: evitar el envejecimiento o revertirlo.
En sus inicios se dedicó en sus inicios al estudio de la producción de energía celular, el aprendizaje y la memoria, la neurodegeneración, el cáncer y la inflamación. Sinclair también sabe que el conocimiento es poder, y una forma de protegerlo es mediante las patentes. Tiene más de 30 en una diversidad de campos. Su fama se propaga en podcast, conferencias, como articulista del New York Times y coeditor de la revista Aging.
Sinclair compagina su actividad científica con cargos directivos en organizaciones con y sin fines de lucro. También es cofundador de Fully Aligned Co, que trabaja para democratizar el acceso al conocimiento y las herramientas para mejorar el bienestar mental y corporal.
No sólo ha convertido las ideas de su propio laboratorio de Harvard en emprendimientos comerciales, sino que otros empresarios, atraídos por su influencia, lo han contratado como cofundador de sus empresas, entre ellas MetroBiotech, EdenRoc Sciences, Tally Health y Life Biosciences. Su eslogan «el envejecimiento es una enfermedad tratable» ha contribuido a que sus empresas recauden más de mil millones de dólares.
Empresas sin resultados, pero Sinclair mantiene el prestigio
Aunque cuatro empresas que intentaban desarrollar fármacos para la longevidad se declararon en quiebra o suspendieron prácticamente todas sus operaciones y otras cuatro aún no han probado sus fármacos o terapias genéticas en seres humanos o solo han realizado ensayos a pequeña escala que dificultan saber si un fármaco funcionar, el estatus de Sinclair como el gurú del antienvejecimiento y principal vendedor del negocio de la longevidad no ha sido afectado. Sinclair se mantiene en sus trece: «El envejecimiento se puede ralentizar o revertir, estamos a punto de descubrir cómo».
En septiembre, en una conferencia con la sala llena de inversores, en Gstaad, Suiza, dijo que a muchos de sus colegas rechazan la reversibilidad del envejecimiento, pero que basándose en los avances de su laboratorio y los de otros no tenía dudas de que el envejecimiento se puede revertir. «Si pudiera crear un medicamento que cambiara la vida de las personas, sería muy feliz”, remató.
Fórmula de la longevidad interesa a inversores
Una investigación de The Wall Street Journal señala que colegas científicos dicen que Sinclair tiende a exagerar los hallazgos y las implicaciones de la investigación relacionada con la edad. «Empaña un campo naciente que compite por la credibilidad», afirman. Su inconformidad llegó al punto de que la junta directiva de la Academy for Health and Lifespan Research, que Sinclair cofundó y dirigió, le pidió que renunciara después de que dijera que un masticable para perros vendido por una empresa que él cofundó, Animal Biosciences, revertía el envejecimiento en los perros”.
No es raro que las empresas emergentes basadas en teorías no probada quiebren. Los medicamentos prometedores suelen fracasar cuando pasan del laboratorio al mundo real. Los compuestos seguros para los ratones resultan tóxicos para las personas. Además, obtener la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos para los medicamentos de longevidad es complicado. La FDA no considera el envejecimiento una enfermedad.
La idea de que la ciencia puede mantener a la gente joven cautiva a muchos en el mundo, pero más en Silicon Valley. En 2013, por ejemplo, Google lanzó Calico Life Sciences, una empresa centrada en la biología del envejecimiento que cuenta con una financiación de 2.500 millones de dólares. Asimismo, la empresa de reprogramación celular NewLimit se fundó en 2021 con 150 millones de dólares de inversores como el fundador de Coinbase, Brian Armstrong. Y Altos Labs abrió en 2022 para dedicarse al rejuvenecimiento celular, y recaudó 3.000 millones de dólares de inversores como Yuri Milner, uno de los primeros patrocinadores de Facebook.
Vino, ratones y mucha salud
La carrera empresarial de Sinclair comenzó en 2004, cuando cofundó Sirtris Pharmaceuticals. Su laboratorio había descubierto que el resveratrol, un compuesto presente en el vino tinto, parecía prolongar la vida de los gusanos, las levaduras y otros organismos. Sirtris se propuso elaborar una versión reformulada del resveratrol y consiguió que una gran empresa farmacéutica aceptara la idea de que un fármaco para la longevidad pudiera llegar al mercado. En 2008, Sinclair le vendió Sirtris a GSK (en aquel entonces GlaxoSmithKline) por 720 millones de dólares. Sus acciones apenas valían 9,3 millones de dólares.
Ese año, en el especial con Barbara Walters “Vivir hasta los 150… ¿Puedes hacerlo?”, Sinclair brindó una copa de vino tinto. La periodista le preguntó cuánto vino tendría que beber para beneficiarse del resveratrol y el gurú del antienvejecimiento le respondió que 1.000 botellas al día. «Pero se podría elaborar una versión de resveratrol más potente», añadió.
El segmento incluía un video de un ratón que tomaba una dosis alta de resveratrol y corría el doble que un ratón que no tomaba el tratamiento. Sinclair dijo que los ratones que tomaban resveratrol no sufrieron enfermedades cardíacas, cáncer ni osteoporosis y vivieron un 30% más. «Creemos que el resveratrol puede tener beneficios similares en las personas», afirmó. Cuando Walters señaló que algunas personas podrían ser escépticas, respondió: “Estoy de acuerdo. Pero es verdad. ¿Qué más podemos decir?”
Negocio a negocio, cierre a cierre
En 2010, GSK dejó de probar el medicamento en pacientes con cáncer por cuestiones de seguridad. Tres años después, GSK anunció el cierre Sirtris. “Creo que si estuviera bajo mi cuidado y pasión, Sirtris habría tenido un campeón”, dijo Sinclair a una audiencia en el Instituto Aspen en julio. Los presentes rieron cuando dijo que las personas mayores simplemente necesitan un reinicio, como las computadoras.
“La buena noticia es que podemos hacerlo en ratones. No creo que sea tan largo en personas. La tecnología avanza tan rápido que incluso yo, como optimista, subestimo el ritmo del cambio”, dijo
Aunque Sirtris fracasó, su lucrativa venta a GSK dinamizó un campo que antes se consideraba un remanso de paz en materia de investigación y le dio a Sinclair prestigio y conexiones. En 2011, Sinclair y sus colegas de Sirtris fundaron OvaScience para comercializar investigaciones que ayudarían a las mujeres mayores a quedar embarazadas. La empresa salió a bolsa en 2012.
Quiebras y dinero en mano
En diciembre de 2014, Sinclair dijo a los inversores de OvaScience que los tratamientos tradicionales de fertilización in vitro a menudo fallan porque la cantidad de «energía química» en los óvulos de una mujer mayor es demasiado baja. «El tratamiento de OvaScience podría revertir eficazmente la edad de un óvulo con células madre extraídas de los propios ovarios de una mujer. Aumentando sus niveles de energía lo suficiente como para promover la fertilización», subrayó.
Aseguró que la técnica era un caso de prueba de la tecnología antienvejecimiento y que su función era poner en contacto al científico que había sido pionero en el tratamiento con patrocinadores financieros. «En medio siglo, la gente recordará el trabajo de OvaScience como el comienzo de un nuevo capítulo en la forma en que los humanos pueden controlar sus cuerpos. Puede que no sean 50 años en realidad. Puede que sean sólo 10, por cómo van las cosas», manifestó entusiasmado.
Al día siguiente, las acciones de OvaScience subieron un 24%, hasta los 43 dólares. En marzo de 2015, alcanzó su punto máximo: 53 dólares y valoró la empresa en más de 1.300 millones de dólares. La participación de Sinclair, de más de 700.000 acciones, valía unos 37 millones de dólares en ese momento. Ese mes OvaScience dijo que su tratamiento no había mejorado las tasas de éxito de la FIV en los pacientes.
Sus acciones cayeron el 35%, a 34,73 dólares. En marzo de 2018, la acción se cotizaba a menos de 1 dólar. Para entonces, OvaScience había abandonado el tratamiento de fertilidad. La empresa tenía ingresos limitados cuando Millendo Therapeutics la adquirió en una fusión inversa en 2018.
En 2015, cuando las acciones de OvaScience estaban en su punto máximo, otra empresa que Sinclair cofundó, CohBar, para desarrollar tratamientos contra la obesidad y la enfermedad del hígado graso. Los fundadores recaudaron casi 75 millones de dólares.
Promesas, más promesas
Desde entonces el gurú del antienvejecimiento experimentó con otras empresas de diferentes ámbitos. Morphogenesis sobre oncología. Life Biosciences, una incubadora de longevidad creada para convertir los hallazgos prometedores de los laboratorios en empresas emergentes.
En 2022, con la famosa chef Serena Poon, a quien describe como su socia personal y comercial, fundó Fully Aligned, que se autodenomina una empresa de bienestar del consumidor. También ese año cofundó Tally Health con Whitney Casey, socia de una firma de capital privado.
Sinclair es una fábrica de hacer negocios con la medicina y la ciencia. Apunta a inversionistas y consumidores que se rinden ante su discurso y su oferta permanente de una longevidad garantizada. En una de sus intervenciones recientes dijo que cree que sus empresas algún día producirán medicamentos que cambiarán la vida. “Desarrollar medicamentos que ataquen de manera segura y eficaz el envejecimiento es una tarea difícil, ha llevado más tiempo del que esperaba”, afirmó.