El comité ejecutivo de la CEOE acordó «aceptar por unanimidad la última propuesta» del Gobierno para llegar a una prórroga del «acuerdo sobre los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) después de intensas negociaciones». De esta manera, la patronal se adhiere al convenio ya suscrito entre el Ejecutivo y los sindicatos. También se le suma la Cepyme.
Ahora que la Confederación Española de Organizaciones Empresariales y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa han dado su beneplácito al texto remitido desde los ministerios de Trabajo y el de Seguridad Social, se garantiza la prórroga de los ERTE, por la crisis sanitaria, hasta el 31 de enero de 2021.
Era el requisito que faltaba para que saliera humo blanco. Y llega apenas a tiempo. Este miércoles 30 de septiembre vencía la prórroga de la que dependían más de 700.000 trabajadores que actualmente siguen en ERTE.
Confianza de la patronal
El Gobierno realizó una oferta de última hora a los agentes sociales para hacer que la CEOE, que se había opuesto a un pacto que consideraba «insuficiente», se sumara al acuerdo que contaba con el aval de los sindicatos.
«El texto refleja un acuerdo en el que todas las empresas, cuya actividad se está viendo afectada por la crisis de la COVID-19, se sienten representadas. CEOE y Cepyme confiamos en que este acuerdo permita garantizar la continuidad de la mayor cantidad de empresas y empleos posibles en una coyuntura económica tan adversa y dilatada en el tiempo», señaló la patronal en un comunicado.
Esta aceptación supone un giro en la posición de la patronal con respecto a la negociación de la prórroga de los ERTE. Durante los últimos días había insistido en la necesidad de que se incluyera a áreas clave como el comercio y la hostelería. También a algunos sectores industriales afectados.
Habían explicado que las propuestas no garantizaban que se fuese a cubrir a todas las empresas que lo necesitaran. Esto se debe a que reducía el marco de cobertura de las ayudas. Además, proponía una primera sectorización en esta nueva fase de prórroga de los ERTE. Tampoco garantizaba la ampliación hasta al menos el mes de abril.
Un nuevo esquema
El Gobierno aprobó la ampliación luego de garantizarse el visto bueno de la patronal y los sindicatos. Sin embargo, ya había advertido que lo haría sin el beneplácito de los empresarios.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, dijo que esta prórroga «protege a todas las empresas y a todos los trabajadores» ante unos meses que pueden ser complicados. «Si salvamos el otoño y el invierno, entraremos de lleno en la recuperación», explicó.
El coste que está asumiendo el erario para mantener estas medidas de protección asciende a 22.000 millones de euros, entre exoneraciones y prestaciones por desempleo, explicó el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
El nuevo esquema establece tres tipos de ERTE. Por un lado, los de rebrote, que se convierten en ERTE «de suspensión». Están elaborados para todas aquellas compañías afectadas transitoriamente por un cierre anunciado por la Administración o que arrastran ese cierre desde hace meses. Por el otro, se habilitan los ERTE por «limitación de actividad». Este modelo se aplica a aquellas empresas que tienen afectada su capacidad de trabajo, como sería el caso de la limitación de aforos.
Estos ERTE de limitación de actividad irían acompañados de altas exoneraciones de cuotas que se aplicarán de octubre a enero. Para aquellas empresas con menos de 50 trabajadores, las exenciones serían del 100% en octubre, del 90% en noviembre, del 85% en diciembre y del 80% en enero. En caso de tener una plantilla de más de 50 trabajadores, los porcentajes alcanzan el 90%, el 80%, el 75% y el 70%, respectivamente.
El caso de los autónomos
A su vez, las ayudas a los trabajadores por cuenta propia quedan ampliadas hasta el 31 de enero de 2021. En concreto, las prestaciones por cese compatible con la actividad y para autónomos de temporada.
Una nueva prestación extraordinaria por suspensión de actividad estará dirigida a trabajadores autónomos. Específicamente, para aquellos con una suspensión temporal de toda su actividad como consecuencia de una resolución de las autoridades para la contención de la pandemia de la COVID-19.
Estas prestaciones comenzarán a devengarse con efectos de 1 de octubre de 2020. Tendrán una duración máxima de 4 meses, siempre que la solicitud se presente dentro de los primeros quince días naturales de octubre. En caso contrario, los efectos quedan fijados en el primer día del mes siguiente al de la presentación de la solicitud.
Otros beneficios
Díaz informó que las personas afectadas por un ERTE tendrán atención preferente para recibir cursos de formación. De esta manera, podrán «aprovechar este momento delicado para mejorar su capacitación con respecto al futuro».
Las personas con contrato fijo discontinuo, o que realizan trabajos fijos y periódicos que se repiten en determinadas fechas, pero que están afectadas por un ERTE durante el periodo teórico de actividad, podrán obtener una prestación extraordinaria de desempleo. Del mismo modo, podrán ser beneficiarias aquellas personas que no estén afectadas previamente por ERTE y que hayan agotado las prestaciones o subsidios a las que tuvieran derecho, si así lo solicitan.
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