La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) deberá divulgar detalles de los estudios realizados sobre la toxicidad y las propiedades cancerígenas del glifosato.
En un comunicado, el Tribunal General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea señaló que el interés del público en acceder a la información relacionada no sólo reside en conocer las emisiones al medio ambiente, sino también en la comprensión del impacto de dichas emisiones.
El glifosato en medio de la polémica
Los jueces anularon dos decisiones de la EFSA que negaron el acceso a los detalles de los estudios sobre el producto, que según los activistas debería prohibirse. Los dos casos fueron presentados por miembros de partidos verdes del Parlamento Europeo, entre otros.
Los jueces obligan a publicar los estudios sobre el glifosato que Europa declaró secretos para preservar los «intereses comerciales» https://t.co/lm0a3KdXxK pic.twitter.com/AkEn5matlZ
— eldiarioInt (@eldiarioInt) 7 de marzo de 2019
«La EFSA da la bienvenida a la decisión», dijo el portavoz de la agencia en un comunicado. «Este caso, y la decisión del Tribunal, es importante porque proporciona orientación para la EFSA y otros encargados de interpretar la legislación de la UE sobre el acceso público a los documentos».
El glifosato fue desarrollado por Monsanto, propiedad de Bayer, bajo la marca Roundup. Ahora está fuera de patente y lo comercializan muchos otros grupos en todo el mundo incluidos Dow Agrosciences y la alemana BASF.
En 2017, el presidente Emmanuel Macron se comprometió a prohibir el glifosato en Francia dentro de tres años, rechazando la decisión de la Unión Europea de extender su uso por cinco años.
Aseguran que el glifosato podría ser cancerígeno
Activistas afirman que, en mayo de 2015, el Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer, organización dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indicó en un estudio que este compuesto tiene un «probable efecto cancerígeno».
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha desafiado a la industria del #vino en #Francia para que deje de usar #glifosato antes que cualquier otro sector de la agricultura en el país ??https://t.co/L3qCrSeMxk pic.twitter.com/YONejqBy1K
— SEAE (@SEAE_Agroecolog) 2 de marzo de 2019
Estos estudios se encuentran en el centro de la polémica que sacudió el bloque a fines de 2017. Los 28 países europeos, luego de dos años de intensos debates, autorizaron por cinco años más el uso del glifosato pese a la fuerte campaña en contra realizada por organizaciones no gubernamentales.
Sin embargo, la Comisión Europea defendió la decisión de renovar la licencia apoyándose en informes de la EFSA y de la Agencia Europea de los Productos Químicos (ECHA), que descartaron sus efectos cancerígenos , algunos de esos estudios fueron hechos por empresas privadas.
«Interés público superior»
La EFSA en primera instancia rechazó las solicitudes de acceso a su informe. Dichas solicitudes fueron hechas por eurodiputados, pero la institución defendía que no existe un interés público que justificara la publicación.
Asimismo, la agencia afirmó que la divulgación podía perjudicar los intereses comerciales de las empresas participantes.
Tras examinar dos recursos presentados contra las denegaciones, el Tribunal con sede en Luxemburgo dictaminó que no se puede justificar «su negativa a divulgarlo basándose en la excepción relativa a la protección de los intereses comerciales».
«Los estudios solicitados deben considerarse información referente a emisiones al medio ambiente'» y su divulgación reviste «de un interés público superior», agregó la corte, cuya decisión puede recurrirse en casación ante el Tribunal de Justicia de la UE.
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