Por Iñigo Aduriz
04/11/2015
De mano derecha de la primera ministra de Defensa de la historia, la socialista Carme Chacón, a fichaje estrella de Podemos para las próximas elecciones generales del 20 de diciembre. El general del Ejército del Aire José Julio Rodríguez, Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, es la nueva incorporación al partido de Pablo Iglesias de cara a los comicios. Irá de número dos en la lista de Zaragoza, tal y como ha explicado la formación morada a través de una nota de prensa.
Rodríguez es uno de los militares del Estado con más experiencia de vuelo. Es piloto de caza y también de aviones de transporte. Era habitual que durante los viajes que Chacón realizaba a zonas en las que estaban desplegadas las fuerzas españolas él tomara el mando de alguna de las aeronaves –los Hércules– que trasladaban a todo el grupo de uno a otro lugar.
Fue el máximo responsable de los tres ejércitos que más contribuyó al inicio de la secularización de las Fuerzas Armadas. Por ejemplo, fue una orden suya la que, en 2010, estableció que en los actos militares que no fueran funerales, las misas se celebrarían una hora y media antes de que comenzara el acto y en un lugar diferente. Hasta entonces las liturgias católicas se fundían con los acontecimientos militares. Además, fue el primero en toda la historia de la institución en prometer su cargo, en lugar de jurarlo.
Plena integración de las mujeres
Desde Podemos explican, asimismo, que Rodríguez apostó «por la modernización y la adecuación de las Fuerzas Armadas españolas a los nuevos tiempos, asumiendo su papel como garante de la paz internacional y la ayuda humanitaria, con la defensa de las libertades y los derechos humanos como pilares fundamentales». El ex JEMAD defiende una redefinición de la carrera militar y una mejora de las condiciones de trabajo y promoción de los militares, así como con la plena integración de las mujeres en las Fuerzas Armadas.
Reivindica, asimismo, la creación de mecanismos de transparencia y control democrático en las Fuerzas Armadas para acabar con la opacidad de la institución, el final de las puertas giratorias entre el Ministerio de Defensa y la industria del sector, el incremento de los controles públicos y una mayor participación del Parlamento y la sociedad civil en la política de Defensa.