Los líderes del G7 acordaron incluir en la “Declaración de Carbis Bay”, la propuesta estadounidense de lanzar un proyecto de infraestructura que haga contrapeso a los avances de China. La cumbre también decidió acentuar sus políticas climáticas y apoyar nuevos objetivos de financiación a los países pobres a reducir las emisiones de carbono.
Al margen del segundo día del encuentro anual del G7, el presidente estadounidense, Joe Biden, «convenció» al resto de líderes, para lanzar un gran plan de infraestructuras que contrarreste el avance de China.
El G7, reunido en Carbis Bay (Reino Unido) e integrado Gran Bretaña, Canadá, Francia, Japón y Alemania, acordó lanzar la iniciativa «Build back better for the world» (reconstruir mejor para el mundo). Con el fin de «responder a las necesidades tremendas de infraestructuras en los países de ingresos medios y altos».
El plan sería una alternativa al proyecto chino «One Belt, One Road» (una ruta, un cinturón), que pretende revitalizar la conocida Ruta de la Seda mediante la modernización de infraestructuras y telecomunicaciones. Mejoraría la conectividad entre Asia y Europa.
«Los líderes del G7 hemos decidido vencer la COVID-19 y reconstruir mejor nuestras economías. Acordamos una agenda compartida para la acción global que empieza de inmediato”, señalan en la extensa declaración común.
Entretanto, el primer ministro Boris Johnson calificó de «momento histórico» la firma de la «Declaración de Carbis Bay”. Un acuerdo destinado a prevenir futuras pandemias y atacar duramente la actual.
«Con este acuerdo, las principales democracias del mundo se comprometen a prevenir que vuelva a producirse una pandemia mundial y que la devastación causada por la COVID-19 no se repita», tuiteó Johnson.
China en medio de las deliberaciones del G7
Pekín salió al paso a la declaración final de la cumbre del G7. El portavoz de su embajada en Londres manifestó su opinión sobre el encuentro. Dijo que solo hay un sistema y un orden internacional en el mundo, el que tiene a las Naciones Unidas en su núcleo. «Para China hay un solo conjunto de normas mundiales, los principios de la Carta de la ONU, y no las supuestas reglas que trata de por un pequeño número de países», subrayó
Asimismo, indicó que «China siempre hemo creído que los países, grandes o pequeños, fuertes o débiles, fuertes o ricos, son iguales. Y que los asuntos mundiales deben gestionarse consultando a todos los países».
En respuesta a los llamamientos lanzados en la cumbre del G7, Pekín afirma que «solo hay un tipo de multilateralismo», también basado en la Carta de la ONU y el derecho internacional. Frente al «pseudomultilateralismo que sirve a los intereses de una camarilla o un bloque político».
En ese sentido, pidió a los «países relevantes» que den pasos para mantener los objetivos y principios de la Carta de la ONU. Al mismo tiempo, que hagan «esfuerzos reales» para conseguir vencer pronto al coronavirus, responder de forma eficaz contra el cambio climático, ytrabajar para una recuperación económica global «robusta».
Atacando la COVID y evitando futuras pandemias
Boris Johnson informó que los países del G7 se comprometieron a enviar mil millones de vacunas contra la COVID-19, cuyo origen se detectó en China, al mecanismo de COVAX.
“Me complace anunciar que este fin de semana los líderes se comprometieron con mil millones de dosis, un gran paso hacia la vacunación del mundo”, indicó el británico.
Mientras, el presidente Emmanuel Macron, de Francia afirmó que su país duplicará la cantidad de vacunas que tenía pensado enviar a países en desarrollo. Hasta llegar a las 60 millones de dosis a finales de 2021. Por su parte, Biden aclaró que Estados Unidos aportará 200 millones de vacunas este año y otras 300 millones para mitad de 2022.
Johnson indicó que los países “deben” trabajar juntos para evitar la “devastación». En esa medida, el G7 se trazó un acuerdo para prevenir pandemias futuras. El mandatario estadounidense habló de implementar un “radar global” que “esté dispuesto a descubrir enfermedades antes de que se diseminen”.
Parte de ese acuerdo incluye fortalecer las capacidades de la Organización Mundial de la Salud. La intención es que los inspectores del organismo tengan “poderes similares” a los que tienen los auditores del Organismo Internacional de Energía Atómica.
“Debemos asegurarnos de que los inspectores de la OMS puedan ir a una zona a determinar de manera independiente qué está sucediendo. Tenemos la esperanza de que en el futuro mucha de esta oscuridad sea disipada”, precisó Johnson.
Además, el comunicado del G7 señala que la intención es aumentar la capacidad de los laboratorios del mundo, mejorar los sistemas de alerta temprana. Y recortar el ciclo del desarrollo de vacunas, tratamientos y pruebas para que este pase de 300 a 100 días.
Deudas viejas y compromisos ambientales
En su amplia agenda, el G7 abordó el tema de recuperación económica que contrarreste los planes de China, la superación de la pandemia y el tema ambiental. Los países se comprometieron a movilizar 100.000 millones de dólares por año de aquí al 2025 para ayudar a que los países en desarrollo reduzcan las emisiones de carbono. Y a la vez, ejecuten acciones concretas frente al calentamiento global.
Una promesa igual se hizo en 2009, cuando los miembros de Naciones Unidas acordaron contribuir juntos 100.000 millones de dólares cada año hasta 2020 para los más pobres, un objetivo que no se cumplió.
La preocupación ahora es que el nuevo compromiso no detalla cómo las naciones lograrán ese monto, por lo que grupos climáticos criticaron ese punto. Además, aseguraron que los países ricos deberían ser más ambiciosos al momento de aportar a los países en desarrollo.
Los países del G7 tienen un compromiso directo con el cambio climático pues son responsables del 20% de las emisiones de carbono. “En este país comenzó la revolución industrial y es responsable de buena parte del carbono que hay en la atmósfera”, señaló Johnson.
A pesar de ello, no hubo ningún compromiso puntual por parte del grupo. En el comunicado conjunto, solo se comprometieron a “acelerar los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Y mantener el umbral de calentamiento global de 1,5°C”. Sin precisar qué acciones tomarían para lograr esa meta que se fija el Acuerdo de París.
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