Por Cambio16
13/3/2017
El juicio por el asesinato de la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem, ocurrido en abril de 2015 cerca de la localidad leonesa de Castrillo de los Polvazares, comenzará este lunes en la Audiencia de León y se prolongará hasta el 4 de abril con la comparecencia de más de un centenar de testigos. Hoy se procederá a la constitución del jurado y a partir de este martes declarará el único acusado, Miguel Ángel Muñoz Blas, que inicialmente se confesó autor de los hechos tras su detención, aunque posteriormente cambió su declaración.
En el auto en el que fijan los hechos, estos han sido calificados como un delito de asesinato con la circunstancia agravante de alevosía, y otro de robo con violencia. Por el delito de asesinato la Fiscalía solicita una pena de 20 años de prisión y 5 más por el de robo con violencia.
Miguel Ángel Muñoz Blas, de 41 años, fue detenido el 14 de septiembre de 2015 en Grandas de Salime (Asturias) y ese mismo día condujo a la Policía hasta un paraje situado entre las localidades leonesas de Santa Catalina de Somoza y San Martín de Agostedo, donde señaló el lugar en el que había escondido el cadáver de la peregrina, a la que confesó que había asesinado.
El detenido era el principal sospechoso desde la desaparición de la peregrina estadounidense, de 41 años, ocurrida el 5 de abril de 2015 cuando hacía el Camino de Santiago.
Según las calificaciones de la Fiscalía, la muerte violenta de Denise se produjo el mismo día de su desaparición después de que se desviase del camino para visitar Castrillo de los Polvazares. Supuestamente, cuando la peregrina pasó cerca de la finca del acusado, éste la abordó y se originó un enfrentamiento que acabo con la vida de la mujer, que fue golpeada fuertemente de forma sorpresiva con un palo en la cabeza.
La Fiscalía sostiene que, aún con vida, trasladó a la mujer a un lugar más apartado, donde le hizo un corte mortal en el cuello, y, posteriormente, la desnudó, le cortó ambas manos -que no han sido localizadas, y la enterró.
Los investigadores de la Policía han concluido que a finales de agosto cambió el cadáver de sitio ante el riego de que pudiera ser hallado debido a las numerosas batidas que se repetían en la zona en su búsqueda.
A juicio del abogado defensor, en la detención y posterior tratamiento del sospechoso se vulneraron los derechos a la libertad personal del acusado puesto que el arresto se produjo «sin pruebas suficientes». Para la acusación particular, que conduce el letrado Fernando Rodríguez, la mayor prueba es «la confesión de los hechos por parte del acusado» a pesar de que posteriormente cambiara su declaración.