Por Cambio16
1/3/2017
El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha afirmado que renunciar a la facultad que tiene de dar «instrucciones particulares» en causas que afectan a aforados sería una «dejación de funciones», aunque ha avisado de la «dificultad de hablar de procedimientos en marcha» como el caso Púnica.
Maza ha comparecido en la Comisión de Justicia del Congreso para responder a la exigencia de explicaciones de todos los grupos de la oposición sobre el relevo en la cúpula fiscal y sobre las supuestas injerencias políticas en su decisión de no pedir la imputación del presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, en el caso Púnica.
El fiscal general ha empezado su comparecencia avisando de la «dificultad de hablar de procedimientos en marcha» y ha añadido que las comparecencias en el Congreso «no pueden derivar con carácter general en debates sobre asuntos penales en tramitación».
Sobre la corrupción, ha afirmado que para él es una «prioridad adoptar una posición activa e impulsora de actuaciones encaminadas a la investigación exhaustiva de los casos de corrupción política», que ha calificado de una «amenaza especialmente grave y potencialmente fatal» para el funcionamiento de las instituciones públicas.
Durante su discurso, y antes de responder a las preguntas de los grupos, ha hecho un repaso de los casos de corrupción y ha explicado que entre junio de 2015 y septiembre de 2016 se han investigado a 1.378 cargos públicos y 379 fueron condenados en sentencia firme.
En varias ocasiones, se ha referido a la imparcialidad de la Fiscalía, la «clave de bóveda» de la institución y a la que se subordina la dependencia jerárquica. Acorde a este principio, la Fiscalía actúa con «plena objetividad e independencia». «El fiscal es imparcial y por ello no puede tomar partido ni actuar por motivos extraños al principio que rige sus actuaciones», ha dicho.