Por Cambio16
23/06/2017
El 31 de diciembre de 2017 expira la oferta. El Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) dobló la recompensa ofrecida por cualquier información que ayude a esclarecer un robo de obras de arte que está considerado como el mayor y el más difícil de resolver de todos los tiempos.
Se trata de un total de trece piezas, sustraídas la noche del 18 de marzo de 1990 al Museo Isabella Stewart Gardner de Boston, cuyo valor suma 500 millones de dólares. El FBI anunció ahora una recompensa de 10 millones de dólares para la persona que los ponga tras la pista del botín, pero solo queda la mitad del año para poder acceder a ella, publicó el diario The Boston Globe.
La noche del robo, dos hombres vestidos de policías se acercaron al museo con la excusa de haber sido alertados sobre movimientos extraños en las adyacencias.
Luego maniatar al celador y encerrarlo en un sótano, cargaron varias obras de Rembrandt, Vermeer, Degas y Manet, además de un jarrón chino y una estatuilla de águila del siglo XIX, y se marcharon del lugar sin dejar rastro.
#Rembrandt's "Christ in the Storm on the Sea of Galilee," one of 13 pieces of art stolen from @gardnermuseum in 1990. #Boston (PLZ RT!) pic.twitter.com/OWOQhwZlzx
— Susan Tran (@susantran) May 23, 2017
«Cristo en la tormenta en el mar de Galilea» de Rembrandt, una de 13 piezas de arte robadas del museo
Citado por el diario, el director de seguridad del museo, Anthony Amore, reveló que, además del estrecho contacto que mantiene con el FBI, recibe continuas llamadas de personas que ofrecen todo tipo de ayuda para intentar localizar las piezas.
Entre estas, cita la de «un psíquico que prometió ponerse en contacto con el espíritu de la difunta señora Gardner» y las de varios supuestos sabuesos que creen que las pinturas se pueden encontrar utilizando varillas de zahorí metálicas.
Luego de 27 años de búsqueda de las piezas robadas, la última esperanza del museo está en un investigador privado de origen holandés llamado Arthur Brand.
Catalogado como el «Indiana Jones del mundo del arte», este detective ha sido reconocido por haber recuperado dos enormes caballos de bronce del Reichstag alemán, las obras de cinco maestros holandeses robados al Museo Westfries de Holanda y el exitoso regreso de sendos cuadros de Salvador Dalí y Tamara de Lempicka al hoy clausurado Museo Scheringa de Arte Realista, también en los Países Bajos.
Brand trabaja como una especie de enlace entre los criminales y la policía. Se dice que negocia protección para que no se tomen represalias contra los delincuentes y así «salvar el arte del basurero», según describe. Pero el rasgo más publicitado de este holandés es una peculiaridad sorprendente: no pide dinero a cambio de su trabajo.
El museo Isabella Stewart Gardner fue abierto en 1903 por la propia Isabella, descendiente de una acomodada familia de origen irlandés.
En la actualidad posee 2.500 obras de arte provenientes de Europa, Asia y el continente americano, aunque adquirió fama mundial tras el robo ocurrido en 1990.