por Susana Samhan | Beirut (EFE)
El proyecto de EEUU de entrenar a rebeldes sirios para que luchen contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) no ha podido tener peor estreno. De un total de 45, doce de ellos han sido secuestrados y 18 han resultado heridos en menos de una semana. Y es que el principal enemigo de la llamada División 30, perteneciente al Ejército Libre Sirio (ELS) e instruida por los estadounidenses, no ha sido el EI sino el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria.
En menos de siete días, la rama de Al Qaeda ha capturado al líder de la División 30, Naim Hasan. Además, este grupo terrorista ha herido a 18 de sus componentes y ha atacado su cuartel en el norte de Alepo, con lo que esta unidad de los rebeldes se ha visto obligada a refugiarse en Afrín, un enclave kurdosirio en la misma provincia.
A la luz de esos datos, «la División 30 está acabada, no quedan operativos más que 30 de sus combatientes», sentenció un comandante del ELS, general Ahmed Rahal, en declaraciones telefónicas. Este contingente era el primero de los cerca de 5.000 rebeldes sirios que Washington anunció que quiere instruir en la vecina Turquía, y entró en el territorio sirio en el mes de julio.
Queda por ver si tras el escaso éxito inicial, EEUU se replanteará este programa, aunque el lunes las autoridades estadounidenses afirmaron que proporcionarían cobertura aérea a los rebeldes para defenderlos del EI o de los ataques del régimen.Para Rahal, el problema ha sido que «desde el principio, EEUU puso como condición que los combatientes entrenados por él solo lucharan contra el EI, y no como hacen el resto de facciones sirias que también combaten contra el régimen».
La protección de Washington
Esto hizo que algunos grupos, como el Frente al Nusra, consideraran que la División 30 solo servía para cumplir la agenda de Washington en la zona, como dijo la filial de Al Qaeda hace unos días cuando reivindicó el secuestro de los miembros de esta unidad.
Otros errores, según el general del ELS, han sido que EEUU «apenas proporcionó protección a ese grupo» y que la División 30 se adentrara en una zona del norte de Alepo que está bajo el control del Frente al Nusra. Un punto de vista similar comparte Abu Firas, un activista próximo al insurgente Frente Islámico y residente en Alepo.
Según Firas, la División 30 se vio envuelta en una batalla contra el Frente al Nusra sin apenas contar con armas sofisticadas, lo que complicó en gran medida su defensa. El activista analiza esta derrota como fruto de una «falta de seriedad en la lucha contra el EI».
En los últimos meses, la coalición internacional, liderada por EEUU, ha bombardeado objetivos del grupo de Abu Bakr al Bagdadi y del Frente al Nusra, con lo que cualquier facción aliada de Washington es percibida como un enemigo por Al Qaeda, recordó Rahal.
De hecho, esta organización tiene un historial de lucha contra otras facciones respaldadas por los estadounidenses, como ocurrió en Alepo y la vecina Idleb, donde se enfrentó en el último año al Movimiento Hazm, que estaba apoyado por EEUU y que se disolvió en marzo. En opinión de Rahal, también entra en juego el reciente acuerdo entre Turquía y EEUU.
Ambos países «quieren crear una zona limpia del EI en el norte de Alepo, pero allí operan también el Frente al Nusra y los kurdos, por lo que los ataques de Al Qaeda a la División 30 son también un mensaje de que no se va a marchar de allí», reflexionó este militar.
No obstante, Rahal aseguró que la misión de la División 30 era combatir al EI, porque del establecimiento de esa «zona segura» se encargará otra fuerza. Pese a los últimos acontecimientos, Rahal descartó que Washington vaya a abandonar el programa de entrenamiento de rebeldes sirios, pero consideró que «hoy por hoy es muy difícil que una fuerza de este tipo en Siria tenga éxito».
Otro comandante del ELS, Basam Hayi Mustafa, opina que EEUU ha «sacrificado» a la División 30 para justificar los ataques contra el Frente al Nusra. Este dirigente rebelde considera que el poder de la filial de Al Qaeda reside en su alianza con otros grupos como el Frente Levantino o el Ejército de Al Fatah (la conquista). «No es que el Frente al Nusra sea especialmente fuerte en Alepo, básicamente lo que ha pasado con la División 30 ha sido una negligencia (de Occidente) en el apoyo al ELS», indicó Mustafa.