Por Cambio16
13/1/2017
Los productores de aceite de palma, que se encuentra bajo presión en Europa después de que las autoridades sanitarias lo incluyeran como un producto potencialmente cancerígeno debido a su proceso de elaboración a altas temperaturas, han encontrado un aliado en el sector de la alimentación: la empresa italiana Ferrero, el fabricante de Nutella. La empresa ha remitido a Cambio16 un comunicado en el que insiste en que Nutella no es cancerígeno y que no ha sido retirado de ningún supermercado puesto que el supermercado italiano Coop retiró los productos de su propia marca que contenían aceite de palma.
La empresa de confitería ha decidido tomar partido en el debate y ha lanzado una campaña publicitaria, con anuncios incluidos, para convencer al público de la seguridad de Nutella, su producto insignia, que representa cerca de una quinta parte de sus ventas. Entre otros aspectos, Ferrero garantiza que para la elaboración de su aceite de palma se emplea un proceso industrial que minimiza la aparición de contaminantes.
La crema de avellanas y chocolate Nutella, una de las marcas más conocidas de Italia y un popular desayuno para niños, emplea el aceite de palma para lograr su textura suave y prolongar su vida útil. Otros sustitutos, como el aceite de girasol, cambiarían el producto, según explica Ferrero. «Hacer Nutella sin aceite de palma produciría un sustituto de inferior calidad, sería un retroceso», dijo a la agencia Reuters el gerente de compras de la empresa, Vincenzo Tapella.
El aceite de palma es el aceite vegetal más empleado del mundo, entre otros aspectos porque es más barato -con un coste aproximado 800 dólares la tonelada- que dos posibles sustitutos: el de girasol (845) y el de colza (920). Ferrero utiliza alrededor de 185.000 toneladas de aceite de palma anualmente, por lo que reemplazarlo con los sustitutos le supondría un coste extra de entre 8 y 22 millones de dólares. La compañía rehusó comentar estos cálculos.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) informó la pasda primavera de que la fabricación del aceite de palma genera unos contaminantes potencialmente carcinogénicos, llamados esteres glicidílicos o GE, porque en el proceso de elaboración se alcanzan temperaturas superiores a los 200 grados. Sin embargo, no recomendó a los consumidores dejar de consumirlo e insistió en que se necesitaban más estudios para evaluar el nivel de riesgo. La investigación detallada sobre el GE fue encargado por la Comisión Europea en el 2014 después de que lo identificara como potencialmente dañino un estudio de la EFSA del año anterior.
La EFSA no tiene el poder de reglamentar, aunque el asunto lo está revisando la Comisión Europea. El portavoz de Salud e Inocuidad de los Alimentos, Enrico Brivio, comenta que las directrices se publicarán a finales de este año. Las medidas podrían incluir regulaciones para limitar el nivel de GE en los productos alimentarios, pero no se prohibirá el uso de aceite de palma, agrega.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) señalaron el mismo riesgo potencial advertida por la EFSA respecto a los GE, pero no recomendaron a los consumidores dejar de tomar aceite de palma. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos tampoco ha prohibido el uso de aceite de palma en los alimentos.
La polémica se convirtió se hizo muy popular en Italia después de que la mayor cadena de supermercados, Coop, boicoteara el aceite de palma en todos sus productos de marca propia tras el estudio de la EFSA, alegando que lo hacía como «precaución». La mayor empresa del sector panadero, Barilla, también lo eliminó y puso etiquetas «sin aceite de palma» en sus productos.
Las altas temperaturas se utilizan para eliminar el color rojo natural del aceite de palma y para neutralizar su olor, pero Ferrero dice que utiliza un proceso industrial que combina una temperatura de poco menos de 200º y extremadamente baja presión para minimizar los contaminantes.
El proceso requiere más tiempo y cuesta un 20%, comenta Ferrero. Sin embargo, explica que ello le había permitido poner los niveles de GE tan bajos que los instrumentos científicos tienen dificultades para localizarlos.
«El aceite de palma usado por Ferrero es seguro porque proviene de frutos recién exprimidos y se procesa a temperaturas controladas», dice Tapella en el anuncio de televisión. A preguntas de Reuters, la EFSA tampoco comentó sobre los posibles riesgos de refinar aceite de palma a temperaturas más bajas.
Ferrero no es en absoluto la única gran empresa europea de alimentación que sigue utilizando aceite de palma en sus productos. Unilever y Nestlé, entre otras, lo utilizan en chocolates, aperitivos y margarinas. Ambas compañías dijeron que estaban analizando el problema de los contaminantes y trabajando con sus proveedores para mantener los niveles de GE lo más bajo posible.