Por Cambio16
5/1/2017
El expresidente del grupo automovilístico alemán Volkswagen que se vio obligado a dimitir de su puesto por el escándalo de manipulación de motores diésel, Martin Winterkorn, cobra desde que comenzó el año 2017 una pensión diaria de 3.100 euros, informó el diario «Bild».
Según indicó el rotativo germano, la paga que recibe el ex directivo del fabricante de vehículos constituye una de las más altas que cobran o han cobrado responsables empresariales en la historia de Alemania.
Winterkorn percibió hasta el 31 de diciembre de 2016 un salario base anual de 1,6 millones de euros. Con la entrada del nuevo año, explica «Bild», el que fuera máximo responsable de Volkswagen tiene derecho, en base a las directrices de la compañía, a ingresar un 70% de su sueldo base, es decir, 93.000 euros al mes.
Asimismo, la publicación asegura que el expresidente ejecutivo del grupo automotor alemán ingresó después del verano 4,1 millones de euros en concepto de bonus y a final de año 1,7 millones. «Otros excompañeros de Winterkorn en la directiva renunciaron hasta, como mínimo el año 2019, al 30% de sus bonus, él no», agregó «Bild».
Martin Winterkorn estuvo vinculado a la compañía automovilística durante 35 años. En septiembre de 2015 presentó su dimisión como presidente de Volkswagen, después de que saltara a la luz que la empresa había instalado un software ilegal en los motores de 11 millones de automóviles en todo el mundo para simular emisiones de gases menores a las que en realidad echaban al aire varios modelos diésel del grupo germano.
Winterkorn era en ese momento el ejecutivo mejor pagado de Alemania. En 2014 había cobrado un sueldo anual de casi 16 millones de euros (18 millones de dólares).
Tras el escándalo de manipulación de motores, el grupo Volkswagen quedó sumido en la peor crisis de su historia y se vio obligado a afrontar gastos de miles de millones de euros por multas y demandas legales, especialmente en Estados Unidos, donde fue descubierto el fraude. El ‘dieselgate’ deparó a Volkswagen pérdidas récord de 1.600 millones de euros (1.800 millones de dólares).
La directiva encabezada por el nuevo presidente, Matthias Müller, anunció la reducción de uno de cada diez puestos en la administración en Alemania, en total unos 3.000, además de no renovar los contratos de un millar de trabajadores temporales.