La ONG Human Rights Watch (HRW) denunció la muerte de dos menores de edad que fueron utilizados como escudos durante combates con una guerrilla en el oeste de Birmania. Manny Maung, investigadora de HRW en Birmania, aseguró que es sumamente deplorable usar civiles inocentes de esta forma, pero mucho más si se trata den niños.
«Birmania tiene que exigir públicamente a sus Fuerzas Armadas que dejen de emplear estas repugnantes prácticas y enjuiciar a quienes las lleven a cabo,» señaló Maung.
La muerte de los dos niños ocurrió el pasado 5 de octubre en el estado de Arakán, al oeste del país. Un grupo de soldados obligó a varios campesinos a caminar delante de ellos para que despejaran el terreno de minas y fuesen escudos humanos cuando estalló un tiroteo con la guerrilla del ejército de Arakán.
HRW denunció que el incidente reciente muestra que el Tatmadaw (el Ejército de Birmania) continúa usando a niños en las hostilidades, a pesar de que en junio el secretario general de la ONU lo eliminó de su «lista de la vergüenza», que incluye los países que perpetran violaciones de los derechos humanos contra niños.
¿Asesinados por pertenecer a una etnia «enemiga»?
A finales de octubre, las Fuerzas Armadas birmanas anunciaron que investigarían las muertes de los dos jóvenes, cuya identidad no ha transcendido, aunque se sabe que pertenecen a la etnia rohinyá. Sin embargo, el Ejército se ha abstenido en repetidas ocasiones de llevar a cabo investigaciones imparciales e independientes cuando sus soldados son acusados de violaciones de los derechos humanos.
Los rohinyás, etnia a la que pertenecían los niños asesinados, son una minoría predominantemente musulmana. A la mayor parte de ellos el Gobierno le arrebató la ciudadanía a principios de los años noventa. Además, los ha sometido durante décadas a un régimen de discriminación por considerarlos inmigrantes ilegales de Bangladés, aunque han vivido en el país por generaciones.
Desde hace varios años Arakán sufre una encarnizada guerra que ha desplazado a decenas de miles de civiles de sus hogares. Hay más de 900.000 musulmanes los refugiados en Bangladés, en el mayor campo de refugiados del mundo. Todos huyeron de la brutalidad y la presión en Arakán.
La ONU ya lo había denunciado
El portavoz del secretario general de la ONU, Stephane Dujarric, habló en octubre sobre las violaciones de derechos humanos en Birmania. Declaró que el ejército birmano utilizó dos niños como escudos vivos contra minas en los conflictos con los milicianos budistas y que los niños perdieron la vida al ser forzados a caminar sobre las minas.
El secretario alertó el suceso para que se castiguen los responsables. Expresó que en los conflictos de los primeros tres meses del año perdieron la vida más de 100 niños. Otros quedaron discapacitados en Birmania. El ejército birmano y los nacionalistas budistas frecuentemente ocuparon la agenda de la ONU con la brutalidad contra los musulmanes de Arakán.
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