Es una realidad que hacer ejercicio regularmente puede tener un impacto profundamente positivo en nuestro estado de ánimo. Caminar, practicar yoga o levantar pesas favorece la liberación de endorfinas, reduce el estrés y mejora la autoestima. El ejercicio también es una de las mejores formas de tratar la salud mental, incluirlo en nuestra rutina puede ayudar a combatir la depresión, la ansiedad y tratar las enfermedades mentales.
Un nuevo estudio liderado por 13 científicos australianos, publicado en el British Journal of Sports Medicine del British Medical Journal, explora el impacto de la actividad física en la salud mental de las personas. Descubrieron que los fármacos suelen ser la primera respuesta a cualquier problema de salud mental, sin embargo, los expertos también recomiendan al paciente a que haga ajustes en su estilo de vida, seguir una dieta balanceada, regular el sueño y hacer ejercicio.
Pero estos cambios en el estilo de vida rara vez se prescriben en tratamientos médicos. Suelen ser más una sugerencia, algo que da por sentado tanto el médico como el paciente.
El ejercicio es el mejor tratamiento
Con el objetivo de investigar más a profundidad los beneficios del ejercicio físico en los trastornos de salud mental, los científicos realizaron un análisis exhaustivo de todo el trabajo que se ha realizado sobre el tema hasta la fecha para tratar de cuantificarlo.
Analizaron casi cien publicaciones, que comprenden más de mil estudios realizados, en más de 100.000 participantes. Descubrieron que, como lo intuían, hay miles de estudios que aseveran que el ejercicio tiene un impacto positivo en adultos diagnosticados con depresión, ansiedad y angustia psicológica. Más que una evidencia directa de que es útil, confirmaron que tiene un impacto ampliamente efectivo y aplicable.
Los investigadores determinaron que todo tipo de ejercicio funcionó. En los numerosos estudios analizaron muchos tipos y horarios de ejercicio, y todos funcionaron. Por lo que, hacer cualquier tipo de actividad física con regularidad, como caminar, hacer yoga, levantar pesas o bailar, mostró una mejora en comparación con no hacer nada.
Los efectos que tiene la actividad física en la salud mental
La depresión es una de las enfermedades más frecuentes en todo el mundo. Se estima que afecta a un 3,8 % de la población, incluidos un 5 % de los adultos y un 5,7 % de los adultos de más de 60 años. A escala mundial, aproximadamente 280.000.000 de personas tienen depresión.
La ansiedad no se queda atrás. Es el trastorno psiquiátrico más importante en el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud más de 264.000.000 de personas padecen esta enfermedad. Aproximadamente 19 % de la población adulta tiene síntomas de ansiedad severa, mientras otro 30 % revela síntomas de ansiedad mínima o en algún grado.
Tras su exhaustiva investigación, el grupo de científicos australianos reveló que el ejercicio brindaba los mejores resultados cuando se usaba para tratar la depresión. Más específicamente, el ejercicio fue 150 % más efectivo que los productos farmacéuticos o la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC).
También tiene grandes beneficios para combatir la depresión. Se demostró que el ejercicio reduce los síntomas depresivos entre un 42 y un 60 %, mientras que la psicoterapia y los productos farmacéuticos solo redujeron los síntomas entre un 22 y un 37 %. Concluyendo que si bien los fármacos son lo más recomendado para tratar diversas enfermedades mentales.
El sedentarismo, la enfermedad del siglo XXI
En las últimas décadas el estilo de vida de los adultos se ha tornado un tanto sedentario. Las comodidades que nos proporcionan los avances tecnológicos y la reciente pandemia de la COVID-19 son algunos de los factores asociados con el sedentarismo en la sociedad actual. Paralelamente, los adultos experimentan mayores niveles de estrés en el cuerpo y mayores problemas de salud como consecuencia de la inactividad física.
Diversos estudios han asociado la vida sedentaria con el riesgo de padecer diferentes tipos de trastornos mentales. Los más frecuentes son la depresión, ansiedad, baja autoestima, ideación suicida, soledad, y estrés.
Mejores resultados en entrenamientos de alta intensidad
El ejercicio físico ha demostrado en innumerables de investigaciones que es uno de los tratamientos más importantes para la salud mental, ya que tiene beneficios a nivel físico, psicológico y social. Ya que mejora el estado de ánimo, regula el sueño, mejora la autoestima y todo ello implica una mejor calidad de vida y un mejor manejo del estrés.
Los científicos además encontraron que los ejercicios intensos y cortos funcionaban mejor. No obstante, para las personas mayores bastaba con una simple caminata diaria de 20 a 40 minutos.
HIIT, que significa «entrenamiento de intervalos de alta intensidad», se ha convertido en una tendencia en los últimos años, «y quizás por una buena razón», dijeron los investigadores. Según varios estudios, estos entrenamientos mostraron resultados sobresalientes en todos los ámbitos.
Para finalizar, los investigadores destacaron que cualquier enfermedad grave debe ir acompañada de un manejo con especialistas. Sobre todo porque es posible que las personas gravemente deprimidas o mentalmente enfermas no puedan hacer ejercicio en absoluto. De igual forma en personas que padecen trastornos de salud mental debido a causas físicas congénitas o enfermedades o lesiones posteriores en la vida.