Con la llegada de la pandemia surge una nueva interrogante: ¿desaparecerá el dinero en efectivo? Los negocios sólo aceptan pagos en tarjetas bancarias o a través de transferencias desde el teléfono móvil. Todo parece indicar que -en algunos casos- las monedas y billetes quedaron para las alcancías de los peques o para los numismáticos.
Para algunos economistas, la llegada del coronavirus nos ha hecho entrar en la era de la digitalización de las finanzas. Pero, para otros, resulta erróneo pensar que las “antiguas” formas de pago desaparecerán. Según un estudio de la consultora Capgemini más del 47% de los españoles ha aumentado el uso de pagos digitales. Y esperan que un 61% de los clientes use las aplicaciones bancarias en los próximos cinco meses.
Fueron muchos los que dejaron de usar las monedas y billetes. Ante el rumor de que a través del dinero en efectivo se podía contagiar la COVID-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo el desmentido oportuno. Mientras, el Banco Central Europeo (BCE) insiste en que la probabilidad de contagio mediante el dinero físico era muy baja.
Dinero en efectivo o virtual
El director general del banco digital N26 en España, Francisco Sierra, aseguró -en una entrevista a la web 20minutos– que la desaparición del dinero en efectivo es una teoría que se no puede afirmar. Sin embargo, deja claro que el proceso de transformación digital “ya nos había encaminado hacia la disminución en el uso del dinero en efectivo”.
Hoy en día es más fácil realizar compras por Internet, un delivery de comida y pagar con las tarjetas bancarias o por vía online. Los cajeros de las entidades bancarias siguen existiendo porque aún hay locales comerciales que sólo aceptan el efectivo.
Para el profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, Juan Carlos Gázquez-Abad, «estamos frente a una crisis sanitaria. Y las más afectadas son las entidades bancarias». Sin embargo, coincide con la tesis de la tendencia a la desaparición del dinero en efectivo. Asegura: «Esta crisis va a acelerar el papel cada vez más irrelevante que en el futuro va a tener el dinero en efectivo».
Otra oportunidad para el dinero en efectivo
Eliminar las monedas y los billetes significaría para un sector de la población quedar aún más desfavorecidos. Y ante tal situación, el BCE ha sido tajante porque los ancianos, los inmigrantes y los habitantes de las zonas rurales serían los más perjudicados.
Es así como se admite que, aún en el siglo XXI, existe la brecha digital. Esa misma que impide que todas las personas puedan acceder a tarjetas bancarias o a las aplicaciones de las entidades financieras.
El economista Mario Cantalapiedra, economista y profesor de la Universidad Nebrija, avala la tesis de que al dinero en efectivo “aún le queda recorrido, aunque se vea reducido cada día su papel en la economía”.
En todo caso, el boom de los comercios electrónicos sigue vivo. Pero mientras dure la crisis de la pandemia, el dinero en efectivo no desaparecerá. Lo que sí sucederá es que el porcentaje de compras en línea siga aumentando y los consumidores adaptándose a la “Nueva Normalidad”.
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