Por Benito Guerrero
15/12/2016
En la elaboración de sus productos, Rémy Martin utiliza uvas blancas procedentes de los crus (áreas) de Grand Champagne y Petite Champagne, localizados en el corazón de la región de Cognac.
Estos crus se caracterizan por sus suelos calcáreos y un clima favorable, que da lugar a una variedad de uva (Ugni Blanc) delicada y muy aromática, que permite la elaboración de aguardientes con un gran potencial de envejecimiento. Por este motivo, Grand Champagne y Petite Champagne albergan los viñedos más deseados de toda la región.
La mezcla de los espirituosos elaborados con esta variedad de uva se denomina Fine Champagne Cognac (según la Denominación de Origen Controlada (A.O.C), Fine Champagne se obtiene de la mezcla de los aguardientes de Grand Champagne (mínimo 50%) y PetiteChampagne).
La destilación
El proceso de destilación de Rémy Martin no ha cambiado desde 1724. El método tradicional de destilación, con alambiques pequeños, permite captar el corazón aromático de la uva.
La destilación Charentaise se lleva a cabo en dos pasos y en los tradicionales alambiques de Charente (la región de Francia donde está ubicado Cognac). Los vinos se destilan una primera vez para conseguir un líquido con una graduación alcohólica de 30%. Este líquido se vuelve a calentar para llevar a cabo una segunda destilación.
Únicamente, una parte de la bebida destilada se selecciona por el Maestro destilador. El resultado, límpido y cristalino es lo que se conoce como «eaux de vie» o aguardiente.
En Rémy Martin, los vinos se destilan con el poso, sin filtrar, en pequeños alambiques de metal característicos de la región de Cognac para conseguir los aromas más refinados y las texturas más suaves.
El envejecimiento
Tras la destilación, un eau de vie se convierte en cognac tras un lento proceso de envejecimiento en barricas de roble. En el caso de Rémy Martin, las barricas que se utilizan proceden de uno de los bosques de robles más antiguos de Francia, el de Limousin.
Este paraje natural francés está lleno de robles centenarios, con una madera de excelente calidad que permite alcanzar el intercambio óptimo entre el aire de la bodega, el aguardiente y la madera de la barrica.
El contacto indirecto con el aire permite la extracción de sustancias de la madera, responsables del color y de aportar al aguardiente aromas y sabores exquisitos.
En las bodegas de Rémy Martin el envejecimiento puede durar de cuatro a cien años. Se sigue un proceso que ha ido perfeccionándose generación tras generación, por los maestros bodegueros a lo largo de tres siglos.
Durante la fase de envejecimiento, la mezcla se convierte en un arte. La experiencia e intuición del maestro bodeguero en la selección y combinación de diferentes aguardientes es la que garantiza la calidad del producto y dota de un sello de identidad a cada maison de cognac.