Joaquín Robles, analista de XTB
El petróleo sigue en caída libre a medida que se incrementan los temores sobre un exceso de oferta. Todo ello en un momento en que las guerras comerciales están poniendo en peligro las perspectivas de la demanda global. Además, el Instituto Americano del Petróleo informó que las existencias de crudo en Estados Unidos aumentaron en 3.55 millones de barriles la semana pasada. El crudo se tambalea sometido a los vaivenes del mercado.
Las negociaciones comerciales entre EEUU y China están en punto muerto. Por el momento parece lejano un posible acuerdo. A finales de este mes los principales líderes mundiales se reunirán en Tokio en el G20. En esta cumbre podrían reactivarse las conversaciones. Aun así, es muy probable que los inversores deban aprender a convivir con este escenario.
Miedo a la desaceleración
El crudo se tambalea al borde de un mercado bajista después de caer casi un 20% desde los máximos alcanzados el pasado mes de abril. El incremento en las tensiones arancelarias ha vuelto a despertar el miedo de los inversores sobre una desaceleración a nivel global.
Esta situación compromete a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados. El cartel debería extender sus actuales recortes de producción más allá de junio para evitar un nuevo desplome. Pero dada la magnitud de la caída en los precios, Arabia Saudí podría presionar al resto de miembros hacia un recorte aún más profundo.
Reducir la producción
Rusia sigue siendo el comodín de la coalición OPEP. La extensión de los recortes puede servir a los intereses de Arabia Saudita, pero no a Rusia. El ministro de Energía ruso, Alexander Novak, señaló el mes pasado que Rusia está abierta a relajar las restricciones de producción.
El gran problema es que los inversores temen un nuevo desequilibrio en el mercado del petróleo. Una coyuntura fruto de la reducción de demanda y el aumento de la producción de Estados Unidos. Incluso si la OPEP redujera aún más la producción, los futuros del crudo West Texas Intermediate solo podrían subir a unos 60 dólares por barril. Además, los conflictos comerciales limitarán el crecimiento de la demanda.
El WTI con vencimiento en julio cotiza a 53 dólares por barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York. La caída desde los máximos del pasado 23 de abril asciende al 19%. El Brent con vencimiento en agosto bajó a 61.56 dólares por barril en la bolsa ICE Futures Europe de Londres. El crudo de referencia mundial se negocia con una prima de 8.41 dólares respecto al WTI.
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