El cromosoma sexual masculino Y se puede perder durante el envejecimiento, y esto puede conducir a un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer, Alzhéimer y otras dolencias. Pero además, podría ser la razón que explica por qué los hombres viven en promedio, unos años menos que las mujeres.
Mientras la mayoría de las mujeres tienen dos cromosomas X, la mayoría de los hombres tienen uno X y uno Y. Muchas personas con cromosomas Y comienzan a perderlos en una fracción de las células de su cuerpo a medida que envejecen, señala un estudio liderado por Kenneth Walsh. Investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia.
Si bien la pérdida del cromosoma Y se observó por primera vez en 1963, no fue hasta 2014 que los investigadores encontraron una asociación entre la pérdida del cromosoma Y y una vida más corta.
Desde entonces, la pérdida del cromosoma Y se ha relacionado con una serie de enfermedades vinculadas con la edad: cáncer, enfermedad de Alzhéimer y afecciones cardiovasculares.
Sin embargo, se desconoce si esta pérdida es solo otro indicador benigno del envejecimiento. Como las canas o las arrugas en la piel, o si tiene un papel directo en la promoción de enfermedades, indica la investigación publicada en la revista Science.
Históricamente, el cromosoma Y ha sido difícil de estudiar porque gran parte de su material genético es repetitivo: es fácil “perderse” al tratar de descifrar la secuencia. Sin embargo, se aprovecharon estas secuencias repetidas apuntándolas con la herramienta de edición de ADN CRISPR.
“Usamos CRISPR para introducir rupturas en el ADN del cromosoma Y de los glóbulos blancos en ratones, destruyendo y eliminando el cromosoma Y. Elegimos glóbulos blancos en particular porque tienden a tener una alta prevalencia de pérdida del cromosoma Y”, explica Walsh.
Pérdida del cromosoma Y y las afecciones cardíacas
El experto y su equipo descubrieron que la pérdida del cromosoma Y no tuvo efectos inmediatos en los ratones jóvenes, sometidos a ensayos. Pero terminaron envejeciendo mal y muriendo a una edad más temprana que los ratones que aún tenían cromosomas Y.
También tenían una mayor acumulación de tejido cicatricial en el corazón, una afección llamada fibrosis. Así como una mayor disminución de la función cardíaca después de la insuficiencia cardíaca inducida. Sin embargo, tratar a los ratones con un fármaco que bloquea la cicatrización del corazón pudo restaurar la función cardíaca perdida.
Luego evaluaron los efectos de la pérdida del cromosoma Y en las personas, contó Walsh en un artículo para The Conversation. Analizaron datos del Biobanco del Reino Unido, una gran base de datos de datos médicos y genéticos de 500 000 participantes en ese país.
Encontraron que los hombres que habían perdido sus cromosomas Y en más del 40 % de sus glóbulos blancos tenían un 31 % más de riesgo de morir por enfermedad del corazón en comparación con los hombres que no habían perdido sus cromosomas Y. Incluido un riesgo dos o tres veces mayor de morir por insuficiencia cardíaca congestiva o enfermedad cardíaca. Esto es, aquellos con la mayor pérdida de cromosomas Y tenían alto riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.
Otras afecciones en el cuerpo: riñones y pulmones
Análisis afirman que los hombres tienen vidas más cortas que las mujeres en muchos países. En países industrializados como EE UU, dijo el investigador, esto suele ser una diferencia de cinco años. Si bien los factores sociales, conductuales y otros factores genéticos pueden estar en juego, no explican por completo las diferencias en la duración de la vida.
«Sobre todo después de los 60 años, los hombres mueren más rápidamente que las mujeres. Es como si envejecieran biológicamente más rápido. Esta investigación da pistas sobre por qué los hombres tienen una vida más corta que las mujeres», añadió.
“Nuestro trabajo muestra que la pérdida del cromosoma Y puede contribuir a enfermedades relacionadas con la edad. Como las cardíacas a través de la cicatrización de los tejidos. Creemos que una mejor comprensión de cómo el cromosoma Y puede contribuir a las enfermedades relacionadas con la edad y, potencialmente, al proceso de envejecimiento en sí mismo, podría conducir a formas de detectar y prevenir la cicatrización excesiva del tejido”, afirmó.
El estudio se centró principalmente en el corazón. Pero igualmente los científicos detectaron que los ratones con pérdida del cromosoma Y también tenían cicatrices en los riñones y los pulmones. Así como un deterioro cognitivo acelerado a medida que envejecían.
La investigación adicional puede ayudar a aclarar el papel de la pérdida del cromosoma Y en las enfermedades que afectan a otras partes del cuerpo. Además, estos hallazgos sugieren que, si se combatieran los efectos de la pérdida del cromosoma Y, se podría ayudar a los hombres a vivir más tiempo y con más salud.
Para Walsh, una posible opción de tratamiento podría ser un fármaco, la pirfenidona, que ya ha sido aprobado por la FDA para tratar la fibrosis pulmonar idiopática, una forma de cicatrización pulmonar.