Las protestas pacíficas constituyen una de las vías para expresar un desacuerdo. Se hace cuando un servicio público como el agua falta o porque una calle está rota y las autoridades no toman acción. También se hacen contra líderes y gobiernos cuando la gestión no es la idónea.
Aunque muchos pudieran creer que el confinamiento por la crisis del coronavirus apagó esta natural reacción de los seres humanos, no es así. A través de las letras de una canción en Polonia, con una cacerolada en la calle o desde un balcón como ha ocurrido en España o con una manifestación en carro como en Brasil y en los Estados Unidos, los ciudadanos expresan su insatisfacción y malestar.
Kazik es un popular cantante que en Polonia ha mostrado su aversión a los políticos, sin distingo de color partidista. Después que el líder del partido del Gobierno, Jaroslaw Kaczynski, ordenó se abriera solo para él un cementerio en Varsovia, con el fin de visitar en limusina y con una numerosa comitiva la tumba de su madre, la indignación llevó a este compositor nacido en Varsovia en 1963 a protestar de la forma en que sabe hacerlo.
“Solo tú puedes aliviar tu dolor / los demás que se aguanten / el cementerio entero se abre para ti / una, dos limusinas…”, expresa en una de sus partes la canción Twój ból jest lepszy niż mój (Tu dolor es mejor que el mío). Critica a un hombre que debería ser ejemplo para el país y que en momentos de fuertes restricciones para que los polacos puedan asistir a los funerales por la COVID-19, no solo estuvo en el camposanto sino que lo hizo sin que ninguno de sus acompañantes portara mascarillas y respetara la distancia de seguridad.
Nuevas formas de protestas, pero la censura presente
De la misma forma como la protesta no respeta los tiempos de la COVID-19, tampoco lo hace la censura. Aunque la canción fue votada como la mejor de la semana en un programa de radio estatal, sin explicaciones dejó de difundirse. El conductor dimitió, al igual que varios periodistas de la emisora. También algunos artistas solicitaron que su música no se volviera a emitir por la estación.
El caso destapó un debate sobre el incumplimiento que los políticos hacen a las reglas que establecen. Los ejemplos salieron a relucir. El presidente Andrzej Duda no quiso echar para atrás el proceso electoral y siguió en campaña. Mientras los otros candidatos renunciaron a apariciones en público para evitar que el SARS-CoV-2 pudiera propagarse, él siguió por todo el país visitando fábricas, hospitales y dando mítines. El portavoz del Senado, por su parte, se fue a esquiar al norte de Italia, a pesar de que muchos de los casos de coronavirus en Polonia fueron importados.
“Dicen que serían capaces de cualquier sacrificio, de morir por su país y los polacos, pero resulta que ponerse una mascarilla o cumplir con las reglas es pedirles demasiado”, indicó un estudiante de Cracovia, reseñó El Español.
Pese a que oficialmente se prohibió formar grupos en la calle, no llevar mascarilla o comer en lugares públicos, muy pocos cumplen con las normas. Hasta en los supermercados, las cajeras dejaron de usar líquido desinfectante o protección facial. En la región minera de Silesia, las explotaciones de carbón continúan y solo se pide a los trabajadores que mantengan la distancia de seguridad, algo que en la práctica es imposible, cuando decenas deben viajar en ascensores en trayectos de casi dos minutos. La respuesta del Gobierno fue prometer 3.500 pruebas diarias, pero de los 60.000 mineros solo 15.000 han sido analizados para ver si tienen el virus.
Manifestaciones en coches
Aquellas protestas en la que cientos, miles de personas salían a las calles a expresarse con pancartas y consignas a viva voz, el coronavirus las ha llevado a reinventarse. Las manifestaciones en coches se han visto en más de una decena de estados de los Estados Unidos. En Michigan hubo una inmensa contra el confinamiento y los bocinazos se esparcieron por todos los espacios. En St. Paul, en Minnesota, hubo otra frente a la mansión del gobernador para solicitar la libertad de algunos presos por el avance de la pandemia en las cárceles. También en Sao Paulo, Brasil, las manifestaciones en coches contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se han dejado ver.
En España, el partido Vox ha convocado para este sábado una protesta por la libertad del país a las 12 del mediodía, una hora en que el estado de alarma no permite salir a la calle a la gran mayoría si se está en la fase 0 de la desescalada, que es lo que ocurre en Madrid, Barcelona y en las capitales de Castilla y León. Es por ello que los ciudadanos que protestarán contra el gobierno de Pedro Sánchez lo harán desde un coche. En las otras regiones sí será de la forma tradicional.
“Uno siempre busca algo que funcione… Tienes que estar buscando soluciones constantemente”, dijo a CNN el profesor de sociología y ciencias políticas David Meyer, de la Universidad de California en Irvine, al tiempo de agregar que las protestas en redes sociales y desde casa tienen sus límites, “y las protestas con los coches es una manera de intentar romper esos límites”.
Tribunales autonómicos avalan protestas
Pese a la intención del Gobierno de Sánchez de impedir las protestas, dos tribunales autonómicos se han expresado en contra, mientras la Fiscalía este viernes indicó que el estado de alarma no es razón “suficiente” para impedir las protestas. Los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León consideran que impedir esas protestas vulnera los derechos políticos de los ciudadanos, porque las movilizaciones respetarán las medidas de seguridad para evitar el contagio y las caravanas serán en “vehículos particulares cerrados”.
Y es que el decreto del estado de alarma por el SARS-CoV-2 no suspende el derecho de manifestación. Solo podría limitarse en caso de que no haya suficientes garantías en materia de seguridad, como resolvió el Tribunal Constitucional.
Mientras, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid indicó que “la evolución de la pandemia ha permitido un proceso de desescalada y de flexibilización de las medidas acordadas inicialmente por razones de salud pública” y negó otra resolución de la Delegación del Gobierno del pasado 14 de mayo, que impedía una concentración del Partido Comunista de los Pueblos de España este sábado en la Puerta del Sol.
El Tribunal Superior de Aragón ya había revocado la prohibición que hizo la Delegación de una marcha en Zaragoza, por recurrir a “conjeturas” genéricas para suspenderla.
Deportistas contra Pedro Sánchez
La crisis que vive España por la COVID-19, que ha dejado más de 233.000 contagiados y casi 28.000 fallecidos, ha obligado a los deportistas a pronunciarse contra lo que ocurre. Unos han sido más directos que otros.
El ganador de 12 Roland Garros y 19 Grand Slam, Rafael Nadal, afirmó que “No tomamos las medidas preventivas adecuadas”, mientras el piloto Fernando Alonso dijo que el Gobierno reaccionó tarde frente a la pandemia. El también tenista Feliciano López ha sido muy crítico contra el Gobierno y en días recientes ha expresado su rechazo a que las Fuerzas de Seguridad defiendan la casa del vicepresidente Pablo Iglesias y de la ministra Irene Montero. “¿Llamamos a los Navy Seals?”, escribió.
Carlos Sainz hijo, quien estará desde la próxima temporada con la escudería italiana Ferrari, ha sido muy explícito al alabar al alcalde de Madrid. “Personalmente me está gustando la contundencia y el liderazgo del alcalde de Madrid, (José Luis) Martínez-Almeida. Es de los pocos políticos al día de hoy que habla de manera clara y directa, responde a las preguntas y aporta soluciones concretas”.
“Por supuesto que cada uno podrá estar más o menos de acuerdo con lo que dice dependiendo de su ideología, pero yo creo que está dando la talla estos días tan complicados. Lamentablemente no me sale decir lo mismo de otros muchos políticos, de uno u otro color”.
El delantero del Granada Roberto Soldado es otro que ha apuntado contra Pedro Sánchez, al igual que Pepe Reina, quien ha calificado de “ridículo” lo que ha hecho el Gobierno en el tema de las mascarillas.
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