La Fórmula 1 terminó las semanas de prueba en Barcelona y todo, en teoría, está listo para el inicio de la temporada este próximo 15 de marzo en Melbourne, Australia. Caro, si el coronavirus lo permite. La epidemia ya causó la cancelación del Gran Premio de China, pero el brote también tiene incidencia en la logística y las ganancias.
Chase Carey, presidente de Liberty Media, la empresa gestora de la F1, confirmó desde el circuito de Montmeló que se está siguiendo “muy de cerca” la crisis sanitaria y que “la situación es complicada”, pero que la temporada sigue por ahora con el calendario previsto, a pesar de que había rumores de que se podrían cancelar las tres primeras carreras.
“Ahora mismo se mantienen las tres carreras iniciales (Australia, Bahréin y Vietnam), pero tenemos que garantizar las condiciones para que esto pase. Tenemos que decidir día a día”, declaró a la cadena RTL. En Australia, se han confirmado 15 casos, 33 en Bahréin y 16 en Vietnam.
Who ended pre-season testing on a high…? It's your final day highlights ⬇️#F1 #F1Testing pic.twitter.com/dw4jw52KCa
— Formula 1 (@F1) February 28, 2020
El coronavirus afecta la logística
El día a día, precisamente, ha estado marcado por la emergencia sanitaria. Primero, porque buena parte de las escuderías tiene sede o procede de zonas muy afectadas por el coronavirus como Italia y Japón. Por otro lado, todos los equipos, miembros de organización y medios de comunicación deben pasar por Doha, Dubai o Singapur para llegar a Melbourne el domingo.
En Italia la situación ha paralizado la zona norte y se han suspendido partidos de fútbol y de baloncesto. Incluso el rodaje de la película Misión Imposible 7, que sería en Venecia, fue pospuesto. Tanto Ferrari, en Maranello, como Alpha Tauri (ex Toro Rosso), en Faenza, tienen sede en Italia. El único proveedor de neumáticos, Pirelli, es de Milán, y el de frenos, Brembo, se encuentra en Bérgamo, así como el de componentes Sparco (Turín).
McLaren, con sede en Woking, fue la primera escudería que prohibió a cualquier persona que haya viajado de China entrar en sus instalaciones durante 14 días. En un comunicado, el equipo explicó que las medidas se tomaban “para ser prudentes y cuidar la salud y bienestar de su gente, contratistas y clientes, y proteger” sus operaciones”. Ferrari tomó las mismas precauciones.
Pérdidas millonarias
La revista Forbes estima que la cancelación del Gran Premio de China, que pidió el promotor del evento, podría costarle a la F1 33,1 millones de dólares por tarifas de hospedaje y otros 5,1 millones de dólares por la venta de boletos de hospitalidad corporativa.
Por su parte, la primera edición del Gran Premio de Vietnam requerirá un estimado de 35 millones de dólares en hospedaje; 5,1 millones en boletos de hospitalidad y 6 millones del patrocinador principal, el fabricante local de automóviles VinFast. Estas cifras son parte de las razones para que los directivos insistan en correr en Hanói.
Pero como Vietnam con China no está exento de problemas. Manfred Loppe, el jefe de deportes de la televisora alemana RTL anunció que no enviará personal al Gran Premio de Hanói. «Después de un examen cuidadoso, los riesgos para su salud parecen ser demasiado grandes. Tomamos esta decisión después de consultar a numerosas agencias de información y la conclusión fue que no recibimos una evaluación confiable de la situación en el sitio», dijo.
Con el día a día, y la evolución de la situación, es probable que se den más desplantes. Hasta ahora hay casos de coronavirus en 17 países del calendario de la Fórmula 1 y la FIA está atenta. Por una vez hay que ir despacio ante la incertidumbre.
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