El informe ICE Futures de la bolsa de Estados Unidos indica que el inventario de café arábica de alta gama determinó un total de 1.078 millones de sacos, que representa un aproximado de 65 millones de kilo, el nivel más bajo desde febrero de 2000. Un reporte Bloomberg registra que las reservas mundiales de café comenzaron a caer en septiembre.
Entre de las razones de la merma se encuentran el aumento de los costes de envío y el cambio climático. El efecto negativo del clima comprometió la producción de café en Brasil, mayor productor y exportador del mundo. En Sao Paulo, Fernando Maximiliiano, analista de Stonex, explicó que para los productores brasileños es más ventajoso vender el café en los mercados nacionales que pagar altos costos de envío para exportar.
La caída en la oferta sumado al aumento de la demanda incrementaron el precio. El sitio web thefoodtech.com señaló que en el planeta se consumen más 9.537 millones de kilos de café. Un aumento del 94,6% en comparación con el consumo de hace 35 años.
El Fórum Cultural del Café indicó en octubre del año pasado, que el café Arábica brasileño operaba a niveles récord de precio en moneda local. La cotización estaba por encima de los 800 reales por saco (algo más de 132€).
El cambio climático y el futuro del café
Un reciente estudio liderado por Roman Grüter, de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zúrich, en Suiza, determinó que las regiones del mundo aptas para cultivar café sufrirán cambios drásticos a medida que el planeta se caliente por el cambio climático. El estudio publicado en la revista Plos One estima que las principales regiones cafetaleras en el mundo -Brasil, Indonesia, Vietnam y Colombia- «disminuirán drásticamente» su producción, alrededor del 50% para 2050. En el escenario más optimista, el de aumento más bajo de temperatura modelado mundialmente, habría una reducción del 76% en las áreas más aptas para el café de Brasil.
En Colombia se reduciría en un 63%.De igual forma, regiones en los extremos norte y sur de las áreas de cultivo actual se volverán más apropiadas. Entre ellas se encuentran zonas en Argentina, Sudáfrica, China y Nueva Zelanda.
Los científicos del estudio advirtieron que es necesario maximizar los esfuerzos para que los agricultores se adapten a estos cambios. Las medidas de adaptación pueden ir desde incluir opciones de manejo específicos del sitio y esfuerzo de fitomejoramiento hasta el reemplazo con variedades más resistentes a las altas temperaturas.
En el caso de Brasil, la sequía que ha experimentado prácticamente todo el territorio afectó el rendimiento de la producción. A la falta de lluvia antes de la floración del café se suma el hecho de que los cafetos se encuentran en la mitad de menor rendimiento de su ciclo bienal.