El cambio climático está generando temperaturas e incendios apocalípticos en California que ya consumieron un área similar a la del estado de Rhode Island en una semana. Los recursos para combatir el fuego se agotaron, por lo que el gobernador Gavin Newsom solicitó al gobierno federal la declaración de desastre.
En sus peores tormentas eléctricas secas en dos décadas, California fue azotado esta semana por más de 12.000 rayos que generaron incendios en todo el estado. Hasta este viernes se han registrado 560 focos que ya destruyeron 771.000 acres, aproximadamente el tamaño de Rhode Island, informó Newsom en Twitter.
Seis muertos, más de 40 bomberos y civiles heridos, 500 viviendas y otras edificaciones destruidas y 175.000 evacuados es el saldo hasta el momento. Los focos más violentos se ubican en el norte de California, en torno a la bahía de San Francisco, donde fallecieron cuatro personas.
Los incendios han sido alimentados por una histórica ola de calor que afecta a California. El pasado domingo hicieron 54,4°C en el Valle de la Muerte, la temperatura aérea más alta jamás registrada en el planeta al menos en el último siglo.
«Simplemente no hemos visto nada parecido en muchos, muchos años», dijo Newsom sobre la dimensión de lo que está ocurriendo.
Los fuertes vientos también han dificultado la extinción de las llamas generadas por tormentas de rayos secos, es decir, sin lluvia. “Hemos experimentado un histórico asedio de relámpagos», dijo Lynnette Round, portavoz del Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California (Cal Fire).
El subdirector de Cal Fire, Daniel Berlant, informó que se esperan más tormentas eléctricas secas a partir de este domingo.
El incendio más mortífero en la historia de California, el Camp Fire, se registró en 2018 al norte del estado.
«La calidad del aire será extremadamente mala durante un período prolongado», advirtió Daniel Swain, científico de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), lo que aumentará los riesgos ante la pandemia del coronavirus.
S.O.S nacional e internacional
Newsom informó que equipos de bomberos y de extinción de incendios llegaron de varios estados para ayudar en el combate de las llamas. Pero agregó que también pidió ayuda a Canadá y Australia, que tienen «los mejores bomberos del mundo».
Las senadoras demócratas por California Kamala Harris y Dianne Feinstein sumaron sus voces para que el presidente Donald Trump apruebe la declaratoria de desastre. “California está presenciando una explosión de incendios forestales durante una pandemia, ya que los recursos estatales están agotados. El gobierno federal debe intervenir y ayudar. @SenFeinstein y yo estamos exigiendo que la Casa Blanca apresure la solicitud de declaración de desastre”, escribió Harris en Twitter.
Debido a la ola de incendios, Newsom no pudo asistir a la convención demócrata que se celebró esta semana. En una intervención hecha por videoconferencia, atribuyó la situación que enfrenta su estado a los daños causados por el cambio climático. “Este no es el lugar desde el cual esperaba hablar esta noche. Estoy a una milla más o menos de uno de los más de 370 incendios forestales que estamos enfrentando aquí”, dijo.
“El cambio climático es real y no va a desaparecer. Necesitamos un presidente que tome medidas audaces para abordarlo”, agregó.
Cambio climático e incendios
Expertos coinciden en señalar que el 97% de los incendios que se registran anualmente en California son provocados por la acción humana, intencionales o no. Su ecosistema de por sí es muy inflamable, y ese es otro factor que incide.
“Los grandes incendios son casi inevitables en California”, sostiene el especialista en incendios A. Park Williams, profesor de la Universidad de California. Pero estas condiciones «ideales» para los incendios se agravan por el cambio climático, según LeRoy Westerling, de la Universidad de California de Merced.
Al aumentar la temperatura la nieve se derrite más temprano, explican los expertos. Esto hace que las plantas se sequen más en verano y que las lluvias lleguen más tarde, prolongando la temporada de incendios.
Si no llueve en el otoño, como ocurrió en 2019, aumentan las posibilidades de que también haya incendios en octubre y noviembre. En estos meses soplan fuertes vientos desde las montañas hacia el océano, que avivan el fuego. Esto fue lo que ocurrió en noviembre de 2018, cuando se registró el feroz incendio de Camp Fire, que causo la muerte a decenas de personas y acabó con la ciudad de Paradise.
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