En exactamente siete días comienzan los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022. Aunque se llevarán a cabo en medio de una pandemia que se ha cobrado la vida de más de cinco millones de personas, no es lo más preocupante de este evento multideportivo internacional. Es el cambio climático la amenaza, porque ocasiona que las condiciones sean mucho más peligrosas para los atletas y demás participantes.
Un grupo de expertos advirtió en un informe de los Juegos de Invierno Pekín 2022 publicado esta semana que no hay nieve suficiente. El evento será el primero que utilizará casi un 100% de nieve artificial. Más de 100 generadores de nieve y 300 cañones de nieve trabajan a toda máquina para nevar -cubrir de blanco- las pistas de esquí.
El informe suscrito por investigadores del Sport Ecology Group de la Universidad de Loughborough, Inglaterra, y el grupo ambiental Protect Our Winters señala que se requiere «mucha energía y agua» para efectuarlos, además de usar cientos de productos químicos para ralentizar el derretimiento. Advierten que es posible que la superficie que ofrezcan los Juegos Olímpicos de Invierno 2022 sea impredecible y potencialmente peligrosa para los competidores.
¿Tienen futuro los deportes de invierno?
El cambio climático es una amenaza sin precedentes. La disminución de las nevadas es un hecho notorio que se ha incrementado desde 1990 debido al calentamiento global. Las temperaturas de la superficie del planeta aumentan rápidamente, lo que significa más deshielo, un mayor nivel del mar, más olas de calor y más fenómenos meteorológicos extremos
En un planeta que se calienta cada vez más los deportes que requieren grandes nevadas peligran. Con el cambio climático la nieve natural es menos abundante en muchas regiones del mundo. Una situación que, además, reduce la cantidad de agua disponible para la nieve artificial. Toda la industria mundial de deportes de nieve está en riesgo.
Desde 1924, se utilizan 21 sedes para los Juegos Olímpicos de Invierno. Sin embargo, los investigadores estiman que para el año 2050 solo quedarán 10 sedes con la «idoneidad climática» y los niveles de nevadas naturales para albergar un evento de tal magnitud. «El riesgo es claro: el calentamiento provocado por el hombre está amenazando el futuro de los deportes de invierno», señalan los expertos.
Actualmente Chamonix, que acogió los primeros Juegos ahora está clasificado como de «alto riesgo». También algunos sitios en Noruega, Francia y Austria peligran. Lugares como Vancouver en Canadá, Sochi en Rusia y Squaw Valley en Estados Unidos son considerados «poco confiables».
Pekín habla de unos Juegos Olímpicos «verdes»
El comité organizador de los Juegos Olímpicos de Pekín emitió un informe de sostenibilidad en el que asegura que el «sistema inteligente de fabricación de nieve» de los Juegos utilizaría un 20% menos de agua que los métodos tradicionales. Aseguran que, por tanto, el evento deportivo no ejercerá tanta presión sobre los suministros de agua locales. «Dependerán de cisternas que recolecten la escorrentía de las montañas y la lluvia recolectada durante el verano para fabricar nieve», afirmó.
China trata de utiliza los Juegos Olímpicos de Inviernos para impulsar su una imagen de Estado preocupado por el medioambiente. Hace varios años que el presidente Xi Jinping prometió realizar unos Juegos Olímpicos «verdes». Desde entonces se han plantado miles de hectáreas de árboles en Pekín aseguran que ha mejorado la calidad del aire.
China también ha dicho que en 2022, por primera vez, los Juegos serán «neutrales en carbono». Sin embargo, el grupo ambientalista Greenpeace dijo que sin más datos sería difícil evaluar si realmente es verdad la aseveración.