Varias de las colecciones más conocidas del Instituto Smithsonian, un centro de educación ubicado en Washington que posee un complejo de 21 museos asociados, se encuentran amenazadas por el cambio climático. Estos invaluables artefactos reposan en un terreno más bajo de la ciudad, donde el riesgo de inundaciones es mayor y donde constantemente monitorean las tormentas para evitar daños en los alrededores.
Donde ahora hay un museo, en algún momento hubo un pantano. Por ello, a medida que el planeta se calienta, los edificios se enfrentan a los mares crecientes que eventualmente empujarán el agua de la marea del río Potomac y podrían llegar a sumergir partes de los museos, según los científicos. Además, las lluvias son cada vez más fuertes y amenazan muchas de las obras.
Los científicos del grupo sin fines de lucro Climate Central esperan que parte de la tierra alrededor de los dos museos esté bajo el agua durante la marea alta si las temperaturas globales promedio aumentan en 1,5 grados Celsius, en comparación con los niveles preindustriales. Sin embargo, el planeta ya se ha calentado 1,1 grados Celsius y está en camino de subir 3 grados para 2100.
Hasta ahora, las propiedades del Smithsonian no han sufrido daños, pero es tanto el peligro que corren estos tesoros de la nación, especialmente en el Museo Nacional de Historia Estadounidense, que el Instituto ha invertido en una máquina para hacer sus propios sacos de arena que permitan absorber y contener el agua.
Muchas obras invaluables podrían quedar bajo el agua
La realidad es que debido al cambio climático, las colecciones de los museos son extremadamente vulnerables a las inundaciones. Algunos edificios podrían eventualmente quedar bajo el agua. Según los medios locales, las dos principales amenazas para el Smithsonian son el río Potomac, que eventualmente inundará partes del National Mall debido al aumento del nivel del mar y, a corto plazo, intensas tormentas.
Actualmente, los museos almacenan la mayor parte de sus colecciones en sótanos, pero estos son frágiles a inundaciones. El agua ya está entrando en el Museo de Historia, pues de alguna u otra forma siempre encuentra los espacios entre las ventanas a nivel del suelo, o los charcos alrededor de las exhibiciones. También se cuela en los conductos, serpentea por el edificio y gotea sobre las vitrinas. O se arrastra a través del techo en salas de recolección cerradas, como ladrones, y charcos en el piso.
Hay aproximadamente 155 millones de objetos en el complejo de 21 museos que son partes del Instituto Smithsonian. Algunas de las joyas más destacadas que atesoran los almacenes van desde marionetas, pelotas de béisbol firmadas y Grémlins hasta transbordadores espaciales. Cada armario del museo tiene algo icónico posándose sobre sus estantes. Todo está meticulosamente organizado, pues los museos tienen la misión de preservar estas maravillas culturales de los Estados Unidos y del mundo.
La arena es la solución temporal para el Smithsonian
Tras analizar varias posibles soluciones, el personal del Instituto Smithsonian finalmente ha conseguido una respuesta temporal para evitar daños por agua. Se trata de un material similar a la arena para gatos, así como algunos botes de basura. Estos recipientes de plástico con ruedas los llenan de la arena y los llevan de un lado a otro para absorber el agua.
Los empleados están constantemente observando los pronósticos meteorológicos para saber si hay uno pronto. De ser así, durante la mañana un grupo de ellos se reúne en el vestíbulo de entrada del Museo de Historia Estadounidense para señalar los lugares por donde entre el agua.
Pero para llegar allí primero probaron una variedad de mecanismos. Comenzando por barreras de inundación alineadas afuera de las ventanas. Pasando por sensores que se asemejan a trampas electrónicas para ratones, desplegadas por todo el edificio, que activan alarmas cuando están mojadas. En algunas ocasiones, aspiraban el agua con una aspiradora de polvo.
Buscando otras alternativas para evitar los daños
Desde 2015, el Smithsonian ha estado solicitando dinero al Congreso para construir una nueva instalación de almacenamiento de sus reliquias. El albergue estaría ubicado en Suitland, Maryland. Serviría para almacenar artículos de la Galería Nacional de Arte y el Museo de Historia Estadounidense, dos de los más amenazados por los efectos del cambio climático. Costaría más de 160 millones de dólares, pero solo han conseguido unos 6 millones. Por tanto, aunque debía estar terminado para 2020, la construcción ni siquiera ha comenzado.
De todas formas, el Instituto Smithsonian está buscando otros 500.000 dólares para comenzar a trabajar en un plan separado de 39 millones para muros contra inundaciones y otros cambios para fortificar el Museo de Historia Estadounidense. Actualmente, el proyecto se encuentra en las primeras etapas de planificación, según un portavoz del instituto.
Paralelamente, el Museo Nacional del Aire y el Espacio y el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana están construyendo compuertas contra inundaciones, así como tres grandes bombas de agua para evitar inundaciones en los niveles inferiores. Es decir, otros museos tienen en marcha métodos de prevención de inundaciones efectivos, mientras que el Smithsonian no ha podido si quiera comenzar a luchar contra los más leves efectos del cambio climático.