Por Iñigo Aduriz
18/03/2017
El infalible comisario Brunetti necesita unas vacaciones. Así se lo ha recomendado su doctora y también insiste en ello su esposa Paola, que finalmente convence a su marido para que se vaya una temporada a una casa familiar en San Erasmo, la isla más grande de la laguna veneciana. El hábil comisario tiene pensado pasar unas semanas casi en plena soledad, leyendo libros y haciendo el tipo de trabajo manual que le ayude a mantener la cabeza alejada del ajetreo de la oficina.
Una vez allí, Brunetti entabla amistad con Davide Casati, el hombre encargado de cuidar la casa, un tipo duro y peculiar al que solo parece haber una cosa que le preocupa desde la muerte de su mujer: el cuidado de sus abejas, que misteriosamente está desapareciendo a causa de algún extraño fenómeno en toda la zona. Cuando Casati, que conoce cada una de las islas al milímetro y es un experto navegante, aparece ahogado en las aguas de la laguna, Brunetti pondrá a su equipo a resolver un asunto que implica a una gran empresa dedicada al manejo de residuos tóxicos y que podría poner en peligro el equilibrio natural del ecosistema.
Este es el argumento de Restos mortales (Seix Barral, 2017), el último libro de la exitosa saga del detective veneciano que vuelve a lanzar la maestra de la novela negra Donna Leon. Por primera vez, Brunetti se traslada fuera de la ciudad de los canales y también por vez primera la lucha por el medioambiente centra la trama de esta nueva novela –y ya van 17 con el detective como protagonista– en la que se entremezclan los intereses de las grandes empresas y la preservación del medio natural.
El detective sigue, no obstante, fiel a sí mismo: afable, exquisito y culto. Su carácter descreído e incluso ligeramente pesimista no impiden su honestidad y su amor por la ley y la justicia. Así se enfrenta al crimen, e investiga sin cesar invirtiendo todos sus recursos a su alcance, que no son legales obligatoriamente. Siempre lo hace en Venecia, que en las novelas de Leon –también convertidas en serie de televisión– se ha convertido casi en otro personaje por derecho propio.
El libro supone un paso más en la extensa obra de la escritora norteamericana, a la que se considera como una de las mejores del género. Sus obras, publicadas en 34 países, son un fenómeno de crítica y ventas en toda Europa y Estados Unidos. Además, en 2016 recibió el Premio Pepe Carvalho, colega español de Brunetti en eso de la investigación criminal.