Por Cambio16
04/11/2016
La Corte Suprema del Reino Unido ha sentenciado que el Parlamento debe votar sobre el plan de salida de la Unión Europea. Esta decisión influye sobre la agenda programada por la primera ministra, Theresa May, cuyo gabinete tenía en mente acudir al artículo 50 del Tratado de Lisboa y acordar el ‘Brexit‘ en conversaciones a puerta cerrada.
Atendiendo a una demanda presentada por una ciudadana llamada Gina Miller, el Tribunal Superior británico ha dictaminado que el Gobierno no puede activar el proceso para iniciar la desconexión del país de la Unión Europea sin obtener antes la autorización del legislativo.
– “El resultado nos concierne a todos”, decía Miller, “no solo a mí o a mi equipo, se trata de nuestro Reino Unido y, sobre todo, de nuestro futuro. No se trata de qué votó cada uno. Todos votamos por el mejor país y el mejor futuro. Este caso era sobre el proceso, no sobre la política “.
El Ejecutivo británico ha apelado inmediatamente la decisión ante el Tribunal Supremo. Se espera que el máximo órgano judicial del país se pronuncie antes de Navidades.
La intención de la primera ministra, Theresa May, que ha repetido una y otra vez que «brexit significa brexit«, es activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa antes de finales de marzo del año que viene.
Si el Supremo confirma la sentencia, el debate parlamentario podría retrasar o incluso echar por tierra el brexit, la opción apoyada por el 52% de los votantes en el referéndum del pasado mes de junio.
La Unión Europa se preparaba para la activación del artículo 50 antes de finales de marzo del año que viene para empezar el proceso de divorcio del Reino Unido. Ese era el calendario marcado por Theresa May hasta que la Justicia británica ha frenado los planes del Gobierno
Incertidumbre
A principios de octubre la primera ministra británica había asegurado que el proceso de salida de la UE arrancaría antes de finales de mayo de 2017, con lo cual el Reino Unido abandonaría el bloque para la primavera de 2019, antes de las próximas elecciones generales. El histórico referéndum sobre la permanencia o no del Reino Unido en la UE se celebró el 23 de junio. En la votación, que contó con la más alta participación desde la década de 1990, un 51,9% de los participantes lo hizo a favor del ‘Brexit‘.
Aunque ese referéndum no fue vinculante, su resultado supuso que la sociedad británica había más o menos decidido sobre el asunto y el gobierno no ignoró esos resultados. El proceso era más o menos inevitable; la única pregunta era cuáles serían los términos de la partida del Reino Unido.
Ahora, tras la decisión del Tribunal Supremo, Theresa May necesita ganar el voto de la mayoría en el Parlamento y nadie está seguro de cuándo va a suceder o incluso cuáles son exactamente los miembros del Parlamento que estarían votando. Muchos parlamentarios, incluyendo algunos de su propio partido, son muy escépticos acerca de salir de la UE, debido a temores de que debilitará la economía británica y debilitar la posición de Londres en la escena mundial.
Dicho esto, el gobierno británico está apelando la decisión del tribunal, por lo que es posible que el fallo de una vuelta y se haga innecesaria. Hasta el momento, ningún partido importante ha sugerido que el Parlamento debe bloquear el Brexit, por lo que aún no puede decirse que el proceso este muerto o sea improbable. Lo cierto es que, se materialice o no, la salida de Reino Unido de la UE volverá un proceso mucho más complicado.