Todo en Quinta San Francisco está cuidado para generar un ambiente apacible: el que necesita el peregrino tras la etapa del Camino y el que busca quien requiere reposo. Es un hotel de primera clase en servicio y calidad. Con todo, va un poco más allá. Pone a disposición de peregrinos y huéspedes un entorno que favorece el descanso completo: en cuerpo y alma. Sus jardines, el área wellness y el restaurante se orientan a la experiencia del disfrute relajado.
El hotel está a pie del Camino como los alojamientos de etapa. A la vez, Castrojeriz se sitúa en mitad del Camino Francés, en plena meseta castellana. Está situado en el lugar que ocupaba el convento de San Francisco cuyas ruinas se puede visitar en el ala norte de la finca.
El establecimiento combina la construcción moderna de espacios diáfanos y el uso de materiales tradicionales en la región como la madera y la piedra. Está rodeado de jardines, huertas y arboledas. Ofrece un ambiente de tranquilidad y descanso. Dispone de un espacio wellness con baño turco, sauna y camas calientes. El hotel conserva el estilo austero del Camino sin renunciar al mejor confort que puede ofrecerse. Esta combinación genera un ambiente único que sólo el relato entusiasta de quienes lo han vivido permite imaginarlo.
Un enclave de acceso a la oferta cultural y de ocio
La ubicación del hotel permite vivir el Camino de diferentes formas: como lugar de descanso entre etapas, como enclave de acceso a toda la oferta cultural, gastronómica y de ocio de los alrededores, y también como campo base para ir alternando etapas del Camino con días de descanso y otros planes. Para estos casos el hotel pone a disposición de los huéspedes un servicio de transporte.
Un plan habitual es empezar a caminar en San Juan de Ortega y terminar en Carrión de los Condes, donde el transporte del hotel recoge al peregrino y le lleva de vuelta. Con este servicio cada viajero puede adaptar el Camino a sus preferencias.
Al atractivo del Camino hay que sumar el cultural. Los aficionados a la historia descubrirán en Castrojeriz la villa con el fuero más antiguo de Castilla. Este pueblo, que tiene su origen en un castro prehistórico, está jalonado por iglesias y monasterios románicos, fortalezas medievales, casas blasonadas y otras herencias de su apasionante historia. No en vano, ha sido elegido como uno de los pueblos más bonitos de España.
Castrojeriz es lugar de partida para visitar el románico castellano, a una etapa de distancia de Frómista, y tiene magníficos monumentos como la Iglesia de San Juan, la Colegiata Santa María del Manzano, el Monasterio de San Antón, la Iglesia de Santo Domingo, el Convento de Santa Clara y las ruinas del castillo. Además, el hotel se encuentra a 50 kilómetros de la Catedral de Santa María de Burgos, Patrimonio de la Humanidad y una de las principales catedrales góticas de la cristiandad.
Burgos, su comida, su vino y su gente
La gastronomía y el vino son otro gran aliciente para visitar esta región de Burgos en las inmediaciones de Tierra de Campos. Los platos de la huerta castellana y las carnes de caza regados por caldos del Duero suponen un recuerdo imborrable para los visitantes.
Quinta San Francisco es un hotel rural que conjuga la máxima calidad de servicio con el ambiente austero y hospitalario del Camino de Santiago. Está inspirado por el lema “paz y bien” del antiguo convento de San Francisco. Es precisamente ese bienestar al que apunta el lema lo que encuentran los huéspedes del hotel y el reclamo para volver.
Para los practicantes del senderismo y del cicloturismo, más allá de la emblemática ruta del Camino de Santiago, toda la provincia de Burgos tiene innumerables rutas y numerosos espacios naturales protegidos, como el Geoparque de las Loras y el Desfiladero del Ebro, entre otros. Y a 45 minutos de distancia del hotel, los aficionados al golf cuentan con tres instalaciones estupendas para la práctica de este deporte: Golf Lerma, Golf Saldaña y Riocerezo Golf.