Por Juan E. Ballesteros
3/4/2017
El Banco de España ha revisado al alza su previsión de crecimiento económico, elevando no solo la predicción del Gobierno sino la suya propia en tres décimas, con un crecimiento del PIB del 2,8% en 2017, aunque alerta de los riesgos que genera la incertidumbre política ante un gobierno en minoría, la subida de tipos de interés que endurecerá las condiciones financieras y la necesidad de seguir aplicando un ajuste que culmine las reformas estructurales y el proceso de consolidación fiscal.
En este sentido, el banco emisor ha avisado de que otras circunstancias, como el Brexit, el proteccionismo que impulsa el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el auge del populismo en la Unión Europea y los procesos electorales en algunos países de la zona euro, así como las oscilaciones del mercado de la energía podrían condicionar las previsiones.
Pese al buen arranque del año con resultados espectaculares en el primer trimestre, que sostienen el 2,8% de crecimiento del PIB, la tasa se desacelerará en 2018 hasta el 2,3% (dos décimas más de las previsiones) y bajará un 2,1% (una décima más) en 2019.
Las buenas perspectivas se deben fundamentalmente a la recuperación económica, que ha propiciado una fase de crecimiento que ha incrementado la competitividad y disparado las exportaciones con unas condiciones financieras óptimas. Las exportaciones crecerán un 6,1% este año (4,4% en 2016) para moderarse hasta el 4,4% en 2018 y 2019, El crecimiento tenderá a ralentizarse conforme cambien los indicadores que han mantenido el optimismo, sobre todo en relación a los tipos de interés y el precio del petróleo.
Al igual que el Gobierno, el Banco de España también es optimista en relación a la creación de empleo y a la bajada de las tasas de paro. Según sus previsiones, se registrará un ritmo alto de creación de empleo, que permitirá descensos adicionales de la tasa de paro, cuyo nivel disminuirá hasta el entorno del 14% a finales de 2019. Así, la tasa de paro se situará en el 16,7% a finales de este año, en el 15,4% en 2018 y en el 13,9% al cierre de 2019, mientras que el empleo crecerá un 2,6% en 2017 y por debajo del 2% en 2018 y 2019.
El Banco de España también modera la inflación, aunque los vaivenes en el precio del petróleo se pueden trasladar al IPC y afectar a la competitividad. La inflación se situará en el 2,2% este año, mientras que estaría en el 1,4% y el 1,6% en el 2018 y el 2019.
En cuanto al déficit público, la previsión lo sitúa en el 3,3 % del PIB en 2017, lo que supondría una desviación de dos décimas respecto al objetivo comprometido con Bruselas en el 3,1 % del PIB, si bien la entidad matiza que esta previsión no recoge el proyecto de presupuestos de este año.