Por Efe
19/08/2016
La selección española femenina de baloncesto abrumó a la de Serbia con una pétrea defensa, batiéndola con claridad en la semifinal olímpica por 68-54 y asegurándose la plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Gran éxito del baloncesto femenino español, que suma esta medalla a las tres que consiguió la selección masculina en Los Ángeles 1984, Pekín 2008 y Londres 2012.
El partido jugado este jueves por las de Lucas Mondelo rondó, y más tratándose de una cita de este nivel y esta exigencia, la perfección. Inexpugnable en defensa para unas serbias que sufrieron lo indecible para anotar y sobrevivieron gracias a una suplente Sasa Cado (12). Y también al otro lado del campo, en ataque, estuvo colosal Laura Nicholls (13 puntos, 12 rebotes, 3 tapones y 23 de valoración), a la que fueron acompañando a lo largo del partido Astou Ndour (14), Silvia Domínguez (10) y Alba Torrens (14), la estrella del equipo español, que fue la que cerró el choque al inicio del último cuarto.
España se medirá este sábado en la final a Estados Unidos, vencedora de la otra semifinal tras imponerse a Francia con un holgado 67-86. Las estadounidenses llevan cinco oros consecutivos y 47 victorias seguidas en el torneo olímpico y ya superaron con contundencia a la Roja en la fase de grupos (103-63).
Será un reto imposible, pero España ya logró a por lo que venía a Río, a por una medalla. Y, como poco, será de plata. Siempre con España llevando la iniciativa, los primeros minutos fueron igualados (7-6), pero un 7-0 con cuatro puntos de Palau llevaron al marcador una ventaja de ocho a 3:40 del final que se amplió a once al final de un primer cuarto primoroso de las de Mondelo en ataque y, sobre todo, en defensa (20-9).
Fue ese primer cuarto una gran labor coral de la ÑBA con sus principales figuras, Torrens y Ndour, un tanto en un segundo plano. No obstante, por entonces apareció una invitada inesperada, la tiradora Sasa Cado, que con su tiros mantuvo viva a una Serbia superada en los diez primeros minutos pero mejor a continuación.
Que la escolta suplente balcánica llevase 10 puntos explicaba el 33-28 con el que se llegó al descanso después de que la Roja estuviese casi cuatro minutos del segundo cuarto, los primeros, sin anotar. Lo mismo le pasó a Serbia al regreso de los vestuarios, que se quedó colapsada por la defensa española durante seis minutos en los que probablemente se le fue la final olímpica, ya que, lanzada por su espléndida defensa y el trabajo de Nocholls y Ndour en la pintura, fueron abriendo boquete en el marcador.
Primero con un 8-0 que cerró Nicholls y puso el 41-28, más tarde un 44-30 con un triple de Silvia Domínguez y finalmente un 53-36 con canasta de Ndour antes de que la respuesta de Cado dejase el 53-38 con el que terminó el tercer cuarto. Otra canasta de Cado al empezar el último periodo fue el canto del cisne de las balcánicas, a las que apuntilló Alba Torrens en los primeros minutos del último cuarto. Con el partido decidido, España aún se fue de 19 puntos a dos minutos de un final al que se llegó con un 68-54 que explica claramente lo ocurrido en el partido.