Por Efe
21/07/2016
En un caso sin precedentes en la historia olímpica, el atletismo ruso se ha quedado fuera de los Juegos de Río de Janeiro por dopaje, antesala de la más que probable exclusión del equipo olímpico ruso al completo.
«Que todos esos deportistas extranjeros pseudo-limpios respiren aliviados y ganen sus pseudo-medallas de oro en nuestra ausencia», escribió, indignada, Yelena Isinbáyeva, doble campeona olímpica de salto con pértiga, en su cuenta de Instagram.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha rechazado este jueves unánimemente el recurso presentado por 67 atletas rusos contra el veto que les impuso la IAAF, que suspendió a la federación rusa por connivencia con el dopaje.
El TAS considera que sólo pueden competir en Río aquellos atletas que cumplan el criterio de haber entrenado durante varios años en el extranjero bajo el control de agencias antidopaje de otros países, mientras el resto no son «aptos» al carecer de acreditación la federación a la que pertenecen.
Ese criterio sólo lo cumple la saltadora de longitud Daria Klíshina, bronce en los Europeos en 2014 y campeona nacional en junio pasado, que entrena desde hace tres años en EEUU, donde ha firmado suculentos contratos publicitarios, más por su belleza que por su rendimiento.
«Estoy indignado hasta lo más profundo de mi ser por la actitud de la IAAF. Recuerdo que ella misma está manchada por la corrupción. Se ha incoado un caso penal contra su expresidente (Lamine Diack), que se encuentra bajo arresto domiciliario», dijo Vitali Mutkó, ministro de Deportes.
En su opinión, el fallo del TAS «crea un precedente de responsabilidad colectiva» y «viola absolutamente el derecho de los deportistas limpios».
Denunció la politización del deporte, acusó a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) de doble rasero por no investigar con el mismo ahínco otros casos de dopaje y adelantó que los atletas rusos recurrirán su exclusión ante los tribunales.
Estrellas de atletismo mundial como Isinbáyeva, el campeón del mundo de 110 metros vallas Serguéi Shubenkov y o el campeón olímpico de salto de altura Iván Újov, se perderán irremediablemente los Juegos.
El veto es especialmente sangrante para Isinbáyeva, que acaba de regresar a la competición tras ser madre y tenía muchas opciones de luchar por su tercer oro en sus quintas olimpiadas tras lograr en junio la mejor marca del año (4,90 metros).
«Gracias a todos por enterrar al atletismo. Esto es un claro encargo político», dijo.
Incluso después de la caída de la Unión Soviética, Rusia siguió siendo una de las mayores potencias atléticas del planeta, pero la sombra del dopaje comenzó a perseguirle, especialmente tras los Europeos de Gotemburgo en 2006.
Entonces, los rusos obtuvieron una de cada cuatro medallas en juego, lo que incluyó dobletes históricos en 200, 400, 800, 1.500, 10.000, pértiga, triple salto o longitud en el cuadro femenino, lo nunca visto.
Ese aplastante dominio ruso llevó entonces al presidente de la Federación Española de Atletismo, José María Odriozola, a acusar a Rusia de recurrir a «métodos prohibidos para mejorar el rendimiento de sus atletas».
En vísperas de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 siete atletas rusas fueron suspendidas por falsificar las pruebas de dopaje, pero las alarmas saltaron por los aires cuando a principios de 2015 tres campeones olímpicos de marcha fueron sancionados.
Según medios rusos, 16 de las 17 medallas de oro obtenidas por Rusia en marcha en JJOO y mundiales en la última década las consiguieron atletas que fueron posteriormente sancionados.
El último clavo en la tumba del atletismo ruso lo puso la comisión independiente de la AMA al acusar a Rusia en noviembre de 2015 de encubrimiento de positivos, extorsión de atletas y destrucción de pruebas de consumo de sustancias prohibidas.
Mutkó ha admitido este jueves que el informe Mclaren que acusó el lunes a Rusia de dopaje de Estado, trama en la que estaría implicado el Ministerio de Deportes y el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), había influido en el fallo del TAS.
En cuanto a la posible exclusión del equipo olímpico ruso, cuya ceremonia de despedida oficial prevista para mañana, viernes, ha sido aplazada indefinidamente, reconoció que está en el aire.
«El Comité Olímpico Internacional se reserva el derecho tanto a la exclusión como a la autorización colectiva», señaló.
Precisamente, Rusia mantiene que las principales federaciones deportivas internacionales, con la excepción de la IAAF, como natación, voleibol, lucha o gimnasia, se oponen a que sea apartada de los Juegos.
Aunque los deportistas rusos -387 habían sido seleccionados- seguían entrenando este jueves, algunos en Brasil, el pesimismo se ha apoderado del deporte ruso, que se teme lo peor: su exclusión y la mayor crisis en el movimiento olímpico en treinta años.
Los atletas soviéticos ya se perdieron Los Ángeles 84 cundo la URSS y sus aliados comunistas boicotearon esos Juegos en respuesta al boicot similar adoptado por EEUU en Moscú 1980 tras la invasión soviética de Afganistán.