Por Cambio16
La muerte de Borís Nemtsov, el líder opositor ruso, férreo adversario de la injerencia rusa en Ucrania y uno de los mayores críticos del Kremlin, ha movilizado a la comunidad internacional y a miles de rusos que exigen a Rusia una investigación rápida e independiente que lleve a los culpables ante la Justicia, como en la novela de Dostoievski.
Un crimen que la oposición liberal rusa achaca al odio y la agresividad que “han ganado terreno en Rusia tras la crisis en la vecina Ucrania”.
De hecho, las decenas de miles de personas que marcharon el domingo por el centro de Moscú para honrar la memoria de Nemtsov, al aproximarse al escenario del crimen, corearon en voz baja «Rusia sin Putin» e incluso algún «No a la guerra», en alusión a las denuncias que hacía Nemtsov sobre la participación de militares rusos en el conflicto de Ucrania.
«No tenemos miedo», «La propaganda mata» y «Yo soy Borís» eran algunas de las pancartas que portaban miles de moscovitas de todas las edades durante un recorrido de más de dos kilómetros, presidido prácticamente hasta el final por un solemne silencio.
También en otras ciudades de Rusia se realizaron actos en memoria del político opositor, miembro destacado de la camada de reformistas liberales que llegaron al poder después de la caída de la Unión Soviética y viceprimer ministro en dos gobiernos de esa época, con Borís Yeltsin al frente del país.
En San Petersburgo, la ciudad donde nació y creció Putin, unas 15.000 personas salieron a la calle para recordar a Nemtsov, según los organizadores.
Detenciones
La marcha en la capital rusa concluyó con la detención de más de medio centenar de personas por alterar el orden público, aunque el detenido del que seguramente se hablará mucho en los próximos días podría ser acusado de algo mucho más grave.
Se trata del diputado ucraniano Alexandr Goncharenko, de 34 años y miembro del grupo parlamentario del bloque del presidente de Ucrania, Petró Poroshenko.
El Comité de Instrucción ruso interrogó al diputado ucraniano «en relación a un delito cometido contra un ciudadano ruso» durante los sangrientos enfrentamientos que tuvieron lugar en Odessa en 2 de mayo del año pasado, cuando unos cincuenta manifestante prorrusos murieron calcinados en un incendio de la Casa de la Cultura de esa ciudad ucraniana.
Instantes antes de ser detenido, Goncharenko publicó en el Facebook una foto suya en la marcha en la que se le ve con una camiseta blanca con el retrato de Nemtsov y la leyenda «Los héroes no mueren», en ucraniano.
Ese lema fue la consigna que adoptaron después de las primeras víctimas mortales los participantes de la revuelta civil en Kiev que en febrero de 2014 condujo al derrocamiento del presidente Víktor Yanukovich.
Recompensa
Las autoridades rusas ha puesto de manifiesto las dificultades que tendrán para encontrar a los responsables del brutal crimen al ofrecer una recompensa de tres millones de rublos, cerca de 50.000 dólares, por «información valiosa» para la investigación.
Nemtsov (55 años), asesinado el viernes de cuatro tiros en la espalda cuando paseaba con una amiga de nacionalidad ucraniana, era uno de los mayores críticos a la injerencia de Rusia en los asuntos internos de Ucrania y había denunciado que miles de soldados rusos combatían en la filas de los separatista prorrusos.
Ucrania
Precisamente este lunes la ONU ha emitido un informe sobre Ucrania, en el que asegura que la continua entrada de armamento pesado y de combatientes del exterior, en particular de Rusia, redujo las posibilidades de paz en el este de Ucrania al permitir a los grupos armados realizar nuevas ofensivas y extender las áreas bajo su control.
El domingo se cumplieron dos semanas de la entrada en vigor de un segundo acuerdo de alto el fuego, firmado el 12 de febrero por los dirigentes prorrusos y las autoridades de Kiev, con la intermediación de Rusia, Alemania y Francia.
El primer acuerdo de alto el fuego, firmado suscrito a principios de septiembre, naufragó completamente en enero, cuando los combates se reanudaron con gran violencia en torno al destruido aeropuerto de Donetsk y en la ciudad de Debáltsevo, en la región de Donetsk y a medio camino de Lugansk, la otra región que los rebeldes han llegado a controlar en gran parte.
Los combates en ambos lugares han dejado «cientos de muertos» que la ONU aún no ha conseguido documentar por la inseguridad reinante, pero que sin dudan llevan a más de 6.000 en este conflicto.
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Acuerdo de alto el fuego en Ucrania