Por Cambio16
17/2/2017
«Yo pienso ahora mismo en todas las implicaciones de la ideología de género, que, además, trata de imponerse como ley en la educación de los niños. Hay una patología detrás de eso. Hay una cortedad y una torpeza de la inteligencia». El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ha vuelto a hacer gala de su visión de la igualdad durante una homilía titulada ‘La ley de Dios es siempre un camino de vida’, subida a su página web y que pronunció en la catedral el pasado domingo.
No es la primera vez que el arzobispo se pronuncia sobre estas cuestiones de la igualdad y el género, como cuando dijo que «aborto y divorcio son los que promueven la violencia de género» o cuando lamentaba lo «protegidas están ciertas especies de animales y qué poco lo está el embrión humano». El arzobispo defendió públicamente hace unos años el polémico libro Cásate y sé sumisa, al que desvinculó de promover la dominación machista, motivo por el cual fue tan contestado socialmente.
Según mantiene el arzobispo de Granada, «somos iguales en dignidad» si bien «no somos intercambiables más que para los intereses del mercado, y del Ministerio de Hacienda»; hombres y mujeres «tenemos el mismo destino: participar de la vida nueva en Cristo» pero «en todo lo demás no reaccionamos igual, no pensamos de la misma manera».
En este contexto, Francisco Javier Martínez ha indicado a los feligreses que «perdemos el contacto con lo natural y una ideología puede enseñarnos las cosas más inverosímiles». Martínez ha recordado las palabras de un sacerdote amigo que solía decir que «Cristo ha venido también para enseñarnos a distinguir una patata de una rosa y un hombre de una mujer» y «para descubrirnos que las patatas son muy feas pero se comen, y las rosas son muy bonitas, pero si te comes una rosa, te llenas la boca de sangre y, además, destruyes la belleza de la rosa».