Una subida de temperatura poco común y extensa está abrasando Siberia y está causando incendios voraces en el Ártico por segundo año consecutivo. Este 24 de julio la Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó que algunas partes de Siberia han vuelto a pasar de los 30 °C durante esta última semana. Es una temperatura más cálida que la de algunas zonas de Florida, en Estados Unidos, declaró Clare Nullis, portavoz de la institución, de acuerdo con una nota de prensa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La OMM también ha recibido informes sobre una rápida disminución de hielo marino a lo largo de la costa rusa. Así pues, la temperatura en Siberia ha estado aumentando este año. Se ha incrementado 5 °C por encima del promedio de enero a junio. En ese último mes, incluso, fue de hasta 10 °C por encima del promedio.
Temperatura récord en el Ártico
El 20 de junio, la temperatura llegó a 38 °C en Verjoyanks, ciudad de la República de Sajá, en la Siberia Oriental de Rusia. Esta localidad alberga a más de 1.000 habitantes y su récord de temperatura más bajo fue de -70 °C en febrero de 1892. No obstante, su récord de temperatura más alto fue, precisamente, el de 38 °C el 20 de junio de 2020.
Mientras tanto, para la semana del 19 de julio algunas partes de Siberia tuvieron otra vez una temperatura de 30 °C. Nullis explicó que este calor continuo es el resultado del bloqueo de un frente sobre el Ártico. A esto se aúna la continua desviación hacia el norte de la corriente en chorro, un flujo de aire rápido y estrecho que aporta aire más cálido a la zona.
Aseguró que, partiendo del análisis de un equipo de climatólogos, hubiese sido casi imposible que dicho calor ocurriera si no fuese por el cambio climático, que se debe a la acción del hombre.
Alerta por temperatura del Ártico
Un estudio reciente alertó de que si no se toman medidas urgentes, habrá un mal futuro para el ecosistema del área. También que los osos polares podrían desaparecer en este siglo. Así pues, el calentamiento del Ártico tiene efectos en el planeta.
“Lo que sucede en el Ártico —dice Nullis— no se queda en el Ártico. Los polos influyen en el clima y las condiciones climáticas en las latitudes más bajas, donde viven cientos de millones de personas”.
El Ártico es el área alrededor del polo norte de la Tierra. Comprende partes de Rusia, Estados Unidos (Alaska), Canadá, Dinamarca (Groenlandia), Islandia, la región de Laponia, Noruega, Finlandia, las islas Svalbard y el océano Ártico.
Con base en la investigación en el cambio climático, el Ártico es visto como un sistema de alerta temprana. Hogar de 4.000.000 de personas y de campos petrolíferos y otros combustibles fósiles, el derretimiento del hielo haría que este océano fuese mucho más navegable. La situación pudiera dar lugar, incluso, a conflictos bélicos por la pesca masiva y la extracción de petróleo, gas y minerales.
Incendios que afectan
Gracias a las imágenes de satélites, se ha visto la extensión de la superficie devastada por los incendios masivos que han estado ocurriendo por segundo año consecutivo en el círculo polar ártico.
Para el 24 de julio, el incendio más activo estaba ocurriendo a menos de ocho kilómetros del océano Ártico. “Esto no debería estar sucediendo y pone de manifiesto la necesidad de una acción urgente por el clima, así como un mayor compromiso con el Acuerdo de París”, señaló Nullis.
El Acuerdo de París es un convenio de países para luchar contra el cambio climático y procurar la reducción de las emisiones de carbono.
Por otro lado, el 22 de julio hubo 188 puntos de incendios probables en Siberia. Se calcula que las emisiones de carbono desde enero, a causa de los incendios, son las más altas en el registro de datos que el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera Copérnico ha llevado desde hace 18 años.
Problema creciente
Por otro lado, el Servicio de Monitoreo Mark Parrington indicó que el verano de 2019 fue poco común en cuanto a incendios en las altas latitudes. Prevén que 2020 seguiría la misma tendencia. Por ello, piensan que se pudieran ver muchos más incendios en el Ártico dentro de las próximas semanas, sobre todo porque la temporada boreal de incendios forestales llega a su pico, generalmente, en julio y agosto.
Los incendios han sido fuertes, especialmente, en la República de Sajá y en el ókrug autónomo de Chukotka, de Siberia. Ubicado en el extremo norte de Siberia, este distrito es hogar del lago Elgygytgyn, un importante sitio de investigación científica sobre el cambio climático.
Ola de calor
Tanto la República de Sajá como Chukotka han vivido condiciones mucho más cálidas de lo habitual en los últimos meses. El humo de los incendios forestales genera contaminantes como el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno, los compuestos orgánicos volátiles y las partículas sólidas de aerosoles.
En junio los incendios forestales del Ártico emitieron el equivalente a 56 megatones de dióxido de carbono. Sin embargo, en junio de 2019 fueron 53 megatones.
La OMM informó, partiendo de especialistas de Estados Unidos, que la ola de calor siberiana de esta primavera aceleró la disminución del hielo marino a lo largo de la costa rusa ártica, sobre todo desde finales de junio.
Esto, a su vez, disminuyó la extensión de hielo marino de los mares Láptev y Barents. No obstante, la mayor parte del deshielo suele ocurrir entre julio y septiembre.
Crear un santuario marino en el Ártico
Greenpeace advirtió que la temperatura del Ártico sube más del doble que cualquier otro lugar del mundo y que ¾ partes de su capa de hielo flotante se han perdido en los últimos 30 años.
Por eso, llama a crear un gran santuario marino que proteja el Ártico de cualquier acción intrusiva. Por tanto, pide que se prohíba la libre navegación comercial, las acciones militares y la pesca industrial. Además, que se termine con la dependencia del petróleo y demás combustibles fósiles, pues su quema es la causa principal del cambio climático.
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