Por Andrés Tovar
14/02/2017
Como seguidores de la política y la diplomacia mundial que somos, sabemos que un apretón de manos es uno de los instrumentos de información más poderosos que existen. Durante un apretón de manos se intercambia información no verbal que transmite características personales y que pueden proyectar una imagen de persona agresiva, pasiva, conciliadora o con autoridad.
Así, hablando de los apretones de manos, esta semana podemos hacer dos preguntas sobre el hombre de moda: 1) ¿Será que en algún momento alguien le dijo a Donald Trump que, para lograr una primera impresión dominante al encontrarse a otro líder mundial, tenía que utilizar tácticas de judo para dislocarle el codo?; y 2) ¿Será que, después de haber visto sus «rituales» de las últimas semanas, el primer ministro canadiense Justin Trudeau y su equipo, previo a su reunión de este lunes, hicieron un «gabinete de crisis» para estudiar sus «estrategias» contra el oponente?
Antes de explicarnos, vamos a echar un vistazo a algunos de los últimos apretones de manos Trump. El primero que llamó la atención fue el desconcertante «tira y afloja» con el candidato al Tribunal Supremo estadounidense Neil Gorsuch, quien fue tomado completamente por sorpresa por la maniobra por un Trump que actúa más como un pescador de langostas que como un futuro jefe ofreciendo un saludo.
What the fuck kind of handshake is this? pic.twitter.com/SaRwz5o445
— Dom Joly (@domjoly) 1 de febrero de 2017
Luego vino la sacudida con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en la que Trump parecía estar intentando una combinación de condescendencia y una muestra de poder, alternando una técnica de un tirón limpio combinado de sacudidas y una palmada en la mano. Ni el más logrado arte nipón puede lograr algo igual.
Así, Trudeau -que sin duda ya había visto estos dos episodios- ya estaba listo cuando visitó a Trump este lunes.
Trump llega expectante con su su mano y se la ofrece a Trudeau en plan mangosta. Pero el primer ministro canadiense, un hombre mucho más joven y más rápido, se mueve sin esfuerzo para apoyarse en un trabajo corporal más intimista. Casi al instante, agarra el hombro derecho de Trump, retroalimentando y asegurando su estabilidad. Una vez que logra la base, agarra la mano de Trump con fuerza y no deja que se estire más cerca. Puede ver la tensión en la empuñadura, mientras trata de resistir, y como Trump pivota su propia mano hacia la posición superior, intentando (en vano) recuperar su dominio perdido.
En el interior, los dos se sientan en silencio mientras las cámaras lanzan sus flashes. «Creo que tal vez quiera un apretón de manos» dice Trump. Pero, a diferencia del episodio con Abe, el batido es breve. Trump sabe que ha sido derrotado.
President Trump to @JustinTrudeau in Oval Office: "I think they might want a hand shake." pic.twitter.com/47Lkj5Z4SU
— CSPAN (@cspan) February 13, 2017
Si gusta de las especulaciones, eso puede ser una señal de que las relaciones entre Canadá y Estados Unidos tendrán un comienzo más cuidadoso que la forma en que terminaron con el presidente Obama.
https://twitter.com/OliviaMesser/status/831191647002193921
Pero no se fíe de ello. Los apretones de manos pueden ser cosas difícil de lograr, incluso entre amigos.