Por Efe | Fotos: Arenal Sound
08/08/2016
El Arenal Sound ha hecho este domingo balance de su séptima edición en la que han batido récord de público y ha alcanzado la cifra de 300.000 asistentes entre sus seis días de conciertos, aunque los buenos números no garantizan que el festival más multitudinario de España vuelva a celebrarse en Burriana.
Para quedarse en la localidad que vio nacer al Arenal Sound, la organización pide «el mismo trato que cualquier otro evento» y superar las «incomodidades» que ha generado este año la división de los recintos.
El director del festival, David Sánchez, se ha mostrado satisfecho por las buenas cifras alcanzadas este año, pese a la incertidumbre generada en los últimos meses por el cambio de ubicación del recinto motivado por una sentencia judicial por ruidos que obligaba a la organización a buscar alternativas.
El Arenal es, ha dicho su director, el festival «más importante de España», y a partir de ahora trabajarán «de la mano de la Generalitat» para buscar un sitio «que comprenda las inquietudes y donde podamos desarrollar la actividad como merecemos y como merecen nuestros asistentes». Por su parte, la alcaldesa de Burriana, María José Safont, ha manifestado que «a partir de mañana trabajaremos para el Arenal 2017″, pese a que se trata de una empresa privada «con la que hemos tenido encuentros y desencuentros».
En cuanto a las cifras, el Arenal bate su récord de asistencia hasta ahora, los 280.000 asistentes alcanzados en 2013, y llega hasta 300.000, 50.000 personas cada día de los seis en los que se desarrollan los conciertos.
El impacto económico es de unos 38 millones de euros y los empleos directos e indirectos generados alcanzan los 3.500 para un festival que ha contado con 130 artistas y público llegado desde 18 países europeos además de desde todas las comunidades españolas.
El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, ha destacado que invertir en festivales es «invertir en futuro» y ha añadido que la Generalitat está tramitando la Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad, que situará al festival como «un producto estratégico de primer orden».